
El alcalde de Valdepeñas no quiere hablar de la amnistía, ni de la actitud de su partido al que no ha renunciado y que probablemente ha apoyado en los pactos para abandonar el socialismo liberal que había impregnado la acción del PSOE a comienzos de la actúal etapa democrática durante 140 años para substituirlo por una alianza de radicales, populistas, independentistas y herederos del terror de ETA a lo que significa un cambio brutal en la tradición y en el pensamiento del PSOE.
El pasado mes de octubre presentamos una Moción en el Ayuntamiento de Valdepeñas en contra de la Amnistía, y como era previsible, el alcalde la votó en contra en Comisión Informativa, con el argumento simplista de que no había ninguna ley de Amnistía en este país.
Hoy que sí hay un acuerdo para la ley de Amnistía, le preguntamos, ¿qué piensa?, porque está claro que su perfil bajo en el tema le delata, como al resto de socialistas cuyo objetivo está muy lejos del interés de todos.
El grupo del PSOE en el Ayuntamiento de Antas (Almería), que gobierna con mayoría absoluta, ha registrado una moción de cara al próximo Pleno en la que insta a rechazar «cualquier tipo de amnistía» al entender que la labor política «debe ser guiada siempre por el interés general y el máximo beneficio para la ciudadanía», por lo que consideran que la propuesta impulsada por su propio partido en el marco de las negociaciones para el acuerdo de gobierno «se desvía del ideal progresista». «El verdadero progreso solo se concreta en el marco del respeto y cumplimiento de la ley», señala el texto rubricado por el portavoz del grupo y presentado el pasado 10 de noviembre, en el que los socialistas piden que «considere y, de ser apropiado, apruebe esta moción en contra de la amnistía.
Este es un alcalde valiente y ese es el PSOE que la mayoría de los socialistas y resto de ciudadanos desearía tener.
Tras el mal resultado del PSOE en las últimas elecciones municipales y autonómicas del 28M, existe un malestar en la vieja guardia socialista -Felipe González y José Bono, entre otros- este último muy amigo de Jesús Martín, según él ha manifestado en más de una ocasión. Un malestar reflejado, también, por ejemplo, por socialistas históricos como Joaquín Leguina quien lanzaba la siguiente crítica al actual líder socialista: “No puede ser que uno tenga que meterse en la cama política con gente como Bildu, que son separatistas y defensores de la violencia y de los violentos”. Sin embargo, hemos echado en falta la valentía en el alcalde de Valdepeñas, en ese alcalde que amparado en los plenos, insulta, se envalentona y ataca al Partido Popular desde su pedestal autoritario, soez y falto de educación. Hoy más que nunca hubiéramos deseado un alcalde que nos defienda, que defienda nuestra nación y los derechos de los valdepeñeros como ciudadanos de España. Sin embargo, ya vemos como en silencio acata y se somete a las órdenes de su partido, sin espíritu crítico y con ese agradecimiento contenido y sumiso de quién todo lo que es, se lo debe a unas siglas. Hay ocasiones en las que la opinión pública puede criticar determinadas políticas y pueden estar más o menos equivocadas, en función de las ideologías, pero hemos traspasado esa barrera, no hablamos de políticas ni de ideologías, hablamos de política de alianzas, hablamos de un disparatado e injusto plan de privilegiar al independentismo hasta la exaltación, de hacer desaparecer delitos del Código Penal para beneficiar a los que han puesto al borde del precipicio a la democracia, que han hecho política recurriendo sólo a las tripas y con el objetivo de dividir a los españoles bajo la premisa de la desconfianza y el descontento. Hoy desde el Partido Popular le decimos al alcalde de Valdepeñas, que aunque diga que no puede hacer nada, él sabe que es cómplice , porque podría expresar su opinión contraria a esta traición a España que está consumando Sánchez con el independentismo y los herederos de ETA. Podría sin duda luchar contra este despropósito que traerá consecuencias nefastas para Castilla-La Mancha y por ende a Valdepeñas, condenándonos a ser ciudadanos de segunda. Cada día que pasa el Partido Socialista en el Ayuntamiento los valdepeñeros somos más pobres, tenemos menos expectativas de futuro, nuestros hijos ninguna y nos volvemos más débiles y vulnerables. Como podrá comprender, sr. Martín, no le puedo dar las gracias por nada. |