domingo, 15 de junio de 2025, 01:40

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Leire diez reconoce audios uco pero niega trabajar psoe era reportaje investigacion 96

EUROPA PRESS


Oyendo a Feijóo alguien podría pensar que está muy enfadado con el Gobierno de Pedro Sánchez. Alguien podría pensar que el caso “Leire Díez” le ha levantado de la silla todo enfurecido, para denunciar al Gobierno de Pedro Sánchez. Alguien podría pensar que algo muy grave ha tenido que pasar para que el “moderado Feijóo” exija al Gobierno de Pedro Sánchez que se vaya y convoque elecciones. Pues tengo que decirle que tiene razón; si en el caso “Leire Díez” se confirman las apariencias habrá que exigirle al partido responsabilidades. Antes no.


Estoy hablando en serio: lo que ha hecho esta concejal del PSOE, lo que sigue haciendo, y el espectáculo que está dando no merece la más mínima escusa. Hasta ahí de acuerdo, y el enfado de Feijóo totalmente justificado. Hace bien. Pero hay que colocar el hecho en su sitio justo. Y sobre todo hay que ponerse en dos situaciones que no se pueden abandonar. La primera: lo que está diciendo el moderado Feijóo por este hecho, lo lleva diciendo, exactamente igual desde que llegó a la política nacional. No es por esto; es porque no sabe decir otra cosa. Lo único que sabe decir.


Sería creíble, si hasta el momento, su oposición hubiese tenido, alguna vez, algún gesto constructivo. Pero no ha sido así. Está diciendo que España se hunde, que el presidente tiene que irse desde el minuto uno. Por ello, y aunque se demostrara que Leire Díez haya cometido algo reprobable, la posición de Feijóo, no se sostiene. Pero hay otra situación no menos reseñable: Para ser creíble una denuncia, el que la plantea, no puede tener ninguna sombra de duda. ¡El Sr. Feijóo hablando de policías patrióticas, de corrupción y de cloacas! ¿Alguien puede tomarse en serio esas denuncias?


Cuando aparezcan estas cuestiones, los líderes del Partido Popular deberían ser un poquito más prudentes. Cuidado con la estrategia de embarrar el campo de juego, porque puede perjudicarle a quien lo embarra, tanto o más, que al equipo contrario. Prudencia; y antes de meterse en berenjenales, por un lado, mirar su tarjeta de presentación, y por el otro, menos barro y mejor juego. Debe preparar a su equipo para que juegue mejor que el adversario, aportando juego, y no embarrando el campo. ¡Ah! Y denunciar las faltas del contrario cuando haya pruebas demostradas judicialmente, no bulos y recortes de prensa.



Julio García-Casarrubios Sainz

http://juliocasarrubios.blogspot.com