domingo, 15 de junio de 2025, 01:26

No Felipe. Así no

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ATRESMEDIA


Nunca tomé papel y pluma, para escribir, sumido en una tristeza tan profunda, y un ánimo por los suelos, como lo hago hoy para referirme al presidente Felipe González. Nunca. Y lo hago por sinceridad y lealtad conmigo mismo. Ha sido, en política mi referente, mi ídolo. No suelo ver el “Hormiguero”. Considero que no satisface las condiciones mínimas que debe reunir un programa de televisión. El jueves pasado lo vi, porque se trataba de Felipe González; y ojalá no lo hubiese visto. Fue una equivocación de las que a veces cometemos, de forma más o menos conscientes.


¡Que desencanto! Un hombre que lo ha sido todo en política, en España, en Europa y en el mundo. Se esté o no, de acuerdo con él, nadie puede negarle un puesto muy destacado en la historia del siglo XX. Ha sido, uno de los políticos más influyentes en la conformación histórica del siglo XX. Pena; es lo que sentí viéndolo en un programa de tan escaso nivel, y ante un entrevistador que no va a pasar a la historia como uno de los grandes entrevistadores. Felipe González se merecía otro tipo de formato.


Un personaje del nivel de Felipe González, debió preocuparse de aparecer en una televisión pública, -de todos y para todos- y frente a uno, o varios entrevistadores de la talla nacional e internacional, que merecía el acontecimiento. Pero vayamos al asunto. La socialdemocracia es una ideología y una actitud. En cuanto a la ideología, nada que objetar. Toda posición ideológica es respetable, incluso si hay por medio un cambio. Lo que ya no es tan perdonable es la actitud. Felipe González puede pensar como quiera; lo que no puede hacer es faltar a la fidelidad y la lealtad, al partido que le hizo crecer en el mundo de la política.


Si ha sido una consecuencia del binomio “Sanchismo o Susanismo”, como si ha sido por otras razones que no me importan, no es tolerable que un líder destacado conteste a una pregunta, de dudosa intencionalidad: “Soy militante del Partido Socialista, aunque no simpatizante” Esta actitud, contumaz, es intolerable. Podría ser causa de una apertura de “expediente de expulsión”. Espero y deseo que no. La libertad de pensamiento, la libertad de expresión, no puede justificar un acto de deslealtad a un partido que ha sido el vehículo para ascender en tu carrera política. El PSOE actual, con sus errores, y terribles persecuciones, está dando la talla, nacional e internacional, propia de un partido progresista y socialdemócrata.




Julio García-Casarrubios Sainz

http://juliocasarrubios.blogspot.com