miércoles, 30 de abril de 2025, 13:23

Unir o desunir

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FOTO: GETTY IMAGES


Haciendo un recorrido por las páginas que destacan acciones de importantes líderes de la política internacional me encontré con una fotografía en la que se veía a Barack Obama, saludando al líder cubano Raúl Castro. Comentario anexo a pie de página: “Barack Obama, nombrado presidente de los Estados Unidos, realiza su primera visita a la dictadura cubana, para entrevistarse con el líder Raúl Castro”. Y el primer pensamiento que se me vino a la cabeza fue buscar otros casos comparables. Primera acción de los políticos cuando toman posesión de su nuevo cargo.


La conclusión es sencilla, fácil y previsible: La primera medida tomada por un presidente al recibir su nombramiento, define con toda claridad, el perfil del personaje. Deja bien sentado si su política se va desarrollar con espíritu de unión, o marcando distancias con los oponentes. Si va a primar una política de acercamiento para buscar la convivencia que lleve al diálogo y buena relación, o una política que marque la defensa de los valores que nos identifican; que pongan de manifiesto la actitud defensiva que conduce a ver enemigos por todas partes.


Todos sabemos la desgraciada historia de enfrentamiento entre los Estados Unidos de América y la Isla de Cuba. Es obvio que siempre fueron enemigos irreconciliables. No busco analizar las relaciones de EE UU y Cuba, ni mucho menos encontrar culpables de esa situación. Los tiros no van por ahí. Solo busco diferenciar la postura de intentar acabar con esa lacra histórica, que no beneficiaba a ninguno, y la otra, de ver por todas partes, enemigos de la patria. O acercarse, o seguir a la defensiva como siempre. O buscar el abrazo, o pensar en cómo perjudicarle.


No hace falta que explique, que la decisión de Barack Obama sería interpretada por algunos, dentro de Estados Unidos, como una traición a la patria, como una deshonra para sus valores. Pero otros, adoptarían la posición, -que comparto- de la búsqueda de una solución a un problema demasiado enquistado. A unos les molestaría, les produciría un enfado descomunal, pero a otros les agradaría que a partir de ese momento la presencia de Raúl Castro significaba una buena convivencia de vecinos. Otros han iniciado su mandato buscando como hacer daño a los demás, creyendo que la grandeza se fortalece hundiendo al adversario. Es la diferencia: “Unir o desunir”.



Julio García-Casarrubios Sainz

http://juliocasarrubios.blogspot.com