miércoles, 20 de agosto de 2025, 15:09

González del Pino: "Valdepeñas siempre ha sido muy abierta a la cultura, a la integración, y eso me ha aportado mucho para salir por la vida con esos ideales de apertura de mente"

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JOAQUIN GONZALEZ DEL PINO



Valdepeñas celebrará el próximo viernes 5 de septiembre el tradicional acto institucional encuadrado en las Fiestas de la Vendimia y el Vino. En él, como cada año, el Ayuntamiento otorgará una serie de reconocimientos como el de Hijo Predilecto de Valdepeñas, que en este caso ha recaído en Joaquín González del Pino. Una persona que se define como "aprendiz de todo", fundador de diversas empresas muy ligadas al mundo científico y creador de Quixote Innovation, muy popular en Valdepeñas con sus Viernes con la Ciencia. A nivel personal, asegura que es tranquilo y honesto, con poca vida social, pero a quien Valdepeñas le ha enseñado mucho. Una ciudad de la que va presumiendo por todo el mundo. Con él hablamos en esta entrevista.


¿Qué supone para Joaquín este reconocimiento?


La verdad es que fue una sorpresa enorme y a medida que se van acercando los días, la gente me va felicitando, y veo que se acerca septiembre, cuando va a ser la entrega, y siento, aparte de la emoción, un poco de miedo. Lo que empieza siendo una llamada para comunicármelo, ya va tomando forma y empieza a ser muy intenso.


¿Por qué crees que me lo han concedido?


No tengo ni idea. La verdad es que siempre presumo de Valdepeñas en las redes y cuando viajo lo primero que digo es que soy de Valdepeñas. Así que entiendo que habrá sido porque voy presumiendo de Valdepeñas por todas partes.


Se te conoce también por la labor que llevas haciendo en Quixote Innovation desde hace bastantes años a través de los Viernes con la Ciencia. ¿Por qué pusiste en marcha todo este entramado?


 Siempre he estado muy relacionado con el mundo tecnológico y científico porque, por mi trabajo, colaboro con agencias espaciales, con centros de innovación y desarrollo a nivel internacional, y ya tenía una red de contactos enorme. El problema que existía es que ahora mismo es complicado que la gente se acerque a la ciencia, así que decidimos acercar la ciencia a la gente. Y como tengo muchos amigos, también he aprovechado Valdepeñas para eso porque todos los que vienen, son agasajados, comen, disfrutan, visitan los museos, así que a su vez, los estamos convirtiendo en grandes embajadores. Porque cuando contacto con alguna persona, siempre hay alguno que me dice que ya le han hablado de Valdepeñas y que tienen que venir. Con lo cual, el mundo de Valdepeñas, a nivel de los científicos y los tecnólogos, ya está tomando ese nombre como centro de referencia donde son muy bien atendidos. Ten en cuenta que hemos llegado a traer a una Premio Nobel y Princesa de Asturias, que dijo que para ella habían sido las mejores vacaciones desde hacía muchísimos años. Departió con la gente, se tomó unos vinos... Ella es una gran figura pero aquí era alguien anónimo donde la gente que había ido a la conferencia se le acercaba con cariño a preguntarle cómo estaba, dejó de hablar de temas científicos durante unos días, lo cual le vino fenomenal. Y así todos. Agradecen mucho que aquí haya tanta cultura, tanto interés por la cultura, porque ten en cuenta que llenamos siempre. Y eso le sorprende mucho a la gente porque en conferencias que dan en lugares como Bilbao o Valencia tienen seis, ocho, diez personas, y aquí siempre se llena. Es un orgullo. Por eso lo fundamos, por nuestro cariño por la tierra y por nuestro interés por la ciencia y la tecnología.


¿A vosotros os sorprendió desde Quixote Innovation esta buena acogida?


La verdad es que sí porque nuestro núcleo de amigos y la familia sí están interesados por la ciencia y la tecnología. Pero cuando descubres que hay desde niños con 4 y 5 años que quieren ser científicos y muestran ese interés por la ciencia, hasta personas cercanas a los 90 años, con toda la franja de edad y niveles socioculturales que vienen, para nosotros es una maravilla. Es decir, que la ciencia y la tecnología no estén restringidas a un núcleo, sino dársela a conocer a la sociedad. El otro día escuché un comentario de que a una persona le había gustado más la charla de la microbiota que la que hicimos sobre el azúcar. Eso quiere decir que van a más de una y muestran sus preferencias.


¿Crees que hay cierto desconocimiento por parte de la gran mayoría de la gente hacia la ciencia?


Sí. La gente que desde pequeños les ha gustado la ciencia sigue interesada. Nuestro mayor interés es atraer a la gente que por diversas circunstancias nunca la ha estudiado o siempre ha pensado que era muy complicada o no tuvo acceso a esa formación, traérsela de primera mano. Todo esto se plasma en una conferencia de una hora y media. Pero esto lleva muchos meses de trabajo para contactar con la gente, trabajar los contenidos para que sean muy divulgativos y trabajar para intentar plasmar lo que necesita nuestro asistente de este ponente que es un erudito en determinado tema.


¿Y a nivel profesional a qué te dedicas?


Yo soy un aprendiz de todo. Tengo diversas empresas. Tengo una consultora boutique, en la que trabajamos con multinacionales y les damos todo lo que necesitan sobre recursos humanos, adaptación de equipos, formación de alto standing. También tenemos impacto en universidades privadas. Somos colaboradores y les desarrollamos programas de innovación. Luego tengo también agencia de innovación en la que trabajamos herramientas gamificadas que se conocen como serious game y tenemos delegaciones en distintas partes del mundo, Méjico, Ecuador, Estados Unidos, Brasil y Colombia. Porque la innovación española o con acento español estamos apoyándola muchísimo. También tengo una empresa que construye empresas. Cogemos ideas y proyectos en fases semilla y las lanzamos como startups o buscamos empresas que necesiten esas líneas de negocio.  


Y también soy fundador de varias startups de impacto positivo. Una es Violeta Porté, donde mejoramos la vida de las personas a través del textil. En este caso, Violeta Porté está dedicada a las personas que usan bombas de insulina. Es lencería de plumeti de alto standing donde se puede ver que pueden convivir con una enfermedad y que las personas se sientan ellas mismas, sobre todo las mujeres. Y es que las mujeres de bombas de insulina no pueden usar su ropa porque tienen que estar constantemente mirándose el medidor y para ellas, ya no sólo es la enfermedad que supone un riesgo de muerte, sino que además tienen que usar siempre la misma ropa que no suele ser bonita. Imagínate haber diseñado unas ligas de cintura y otras de pierna en materiales súper bonitos, lo que dota a la persona de una gran seguridad. También estamos diseñando para los medidores de insulina que se llevan en el brazo unos cubremedidores muy bonitos para niños y para mayores en diferentes colores. Ahora estamos diseñando con personas con discapacidad y un orfebre unas joyas que tapan esos medidores, con lo cual, las personas se sienten muy a gusto. Por otro lado, estamos trabajando en varias líneas de personas que tienen movilidad reducida en las manos diseñando ropa que se puedan abrochar bien. O ropa para personas que van en silla de ruedas. Porque creemos que bastante tienen con la enfermedad como para encima no poder mostrar la mejor imagen de sí mismos.


Y a nivel personal, ¿cómo te defines?


Me defino como una persona tranquila, honesta, que se me ve venir. No tengo mucha vida personal. Cuando estoy por Valdepeñas siempre me gusta salir a consumir productos locales y un vino. Mucho deporte, amigos, familia y Valdepeñas.


También eres solidario porque durante la pandemia fundaste Coronavirus Maker...


Sí, Coronavirus Maker fue un proyecto que de la noche a la mañana entre nueve personas de diferentes partes de España coincidimos en una necesidad. Estuvimos 72 horas sin dormir haciendo pruebas de concepto porque lo que aparentemente era una visera de 3D con un plástico, hasta que descubrimos la manera más sencilla de usarla, hicimos las pruebas con un mínimo producto viable, le echamos ácidos, le sometimos a mil barbaridades... Y se las dimos a doctores. Además, diseñamos una cabina para que el personal sanitario pudiera tomar las muestras sin contagiarse. Era una cabina tipo tienda camping donde los sanitarios introducían los brazos y manipulaban las pruebas. Y para la guerra de Ucrania nos pidió una solución la Asociación de Ucranianos de Castilla-La Mancha y diseñamos junto con los sanitarios de Ibermutua un torniquete. La única condición que les pusimos es que nosotros no apoyábamos bandos militares y solamente podían ser de uso civil. Eran unos torniquetes con 3D que eran muy fáciles de poner. Toda la parte de asesoramiento sanitario fue a cargo de los profesionales de Ibermutua y de Médicos sin Fronteras. Esos son los proyectos que, pese a lo que son, mejor recuerdo te dejan.


¿A quién dedicarás este reconocimiento?


Siempre se piensa en la familia pero, si ampliamos, al pueblo de Valdepeñas, que si soy algo es aprendiz. Y Valdepeñas me ha enseñado mucho, desde el colegio, mis compañeros del paseo, los amigos, los profesores, las personas con su mero comportamiento a imitar... Valdepeñas siempre ha sido un centro muy abierto a la cultura, a la integración, y eso me ha aportado mucho para poder salir por la vida con esos ideales de apertura de mente a diferencia de religión, género, culturas... Valdepeñas es una ciudad cosmopolita y cuando viajas te llamarán la atención algunas cosas puntuales pero no hay nada que te sorprenda muchísimo porque eres de Valdepeñas.