Cuando el arte se queda en silencio: un proyecto abandonado y muchas voces por escuchar
Hay veces en que los sueños están a punto de hacerse realidad… pero alguien en el proceso desaparece y arrastra la ilusión, el esfuerzo y la confianza de quienes sí lo dieron todo.
En marzo de 2023, la artista valdepeñera Julia Samadhi regresó a su ciudad natal para emprender un proyecto íntimo y ambicioso: grabar un cortometraje repartido en 4 videoclips como parte de su álbum debut “Alquimia Interna”.
La visión era clara: capturar su identidad artística entre los paisajes, calles y rostros que la vieron crecer. Amigos, familiares y vecinos se volcaron con generosidad y entusiasmo, convirtiendo Valdepeñas en un plató lleno de vida, arte, apoyo y esperanza.
Pero la historia quedó a la mitad.
El codirector del proyecto y responsable de custodiar y editar el material grabado, “desapareció sin explicación alguna”. Desde entonces, solo ha habido silencio, evasivas, y respuestas escasas o vagas tras largos periodos sin comunicación. La artista ha intentado contactarle por todos los medios. A día de hoy, él evita responder a sus llamadas, sólo contestando ocasionalmente cuando se le llama desde números desconocidos.
Tras más de dos años de incertidumbre, hace apenas dos meses el susodicho volvió a aparecer, entregando por fin el material en bruto y una primera versión de los vídeos. Julia recuperó por un instante la esperanza… (ella y todos los involucrados en el vídeo que desean verse en pantalla!) pero fue en vano. Luego de enviar indicaciones claras para finalizar la edición, el filmmaker volvió a esfumarse, dejando de nuevo el proyecto en el limbo.
Este abandono ha obligado a Julia Samadhi a postergar lanzamientos, estrenos, giras y el sueño de compartir con el mundo una obra de transformación interna que nació para honrar a su pueblo y a su abuela. Un proyecto audiovisual con alma, trabajado con amor, cuidado y entrega durante años, que sigue secuestrado en la inercia del silencio.
“Lo que más duele no es solo el tiempo perdido, ni los miles de euros invertidos, sino el daño a algo que era mucho más grande: **la ilusión de tantas personas que creyeron en mí, en mi visión, y se entregaron por completo**.
Más que un proyecto inconcluso, lo que duele es ese instante de entrega y conexión que quedó suspendido en el tiempo”, confiesa Julia Samadhi con emoción.
Este comunicado no busca atacar, sino *nombrar lo innombrado*. Porque hay silencios que son injustos, y ausencias que pesan más que una negativa. Y cuando el arte se interrumpe, a veces lo único que queda es señalar el vacío y transformarlo en fuerza.
Julia Samadhi agradece profundamente a quienes la han acompañado y apoyado desde el primer día. Hoy más que nunca, sigue en pie, con el corazón abierto y la determinación intacta, trabajando en nuevos caminos para dar vida a su visión.
Gracias al ayuntamiento de Valdepeñas y en especial a Javier de Cultura, a Jose técnico del Auditorio de Valdepeñas, a Querida Patro y Álvaro, a Hector Caro y sus alumnas, a mi amiga Clara y su hija Lucía, a mi Bego, Ongui, a Adriana, Amanda, a Maria Isabel, a Ángela Corredor, a Cristian, a Blanca Lionne, Lucía, Ovidio, Vicen, Stefan, a Paco por la toga juez, a Muebles Ros por mover mi piano, a Prado por la peluquería, a Nato por el fabuloso maquillaje, a Alberto Marador, a Cherrita, a Vega, a Sara, Amigas de mamá, a Miguel, a Ongi, a Maria Angeles, a Jose María y su coche de época, a Jose ¡el del caballo! A toda La Alegría de la huerta, a mi padre, mi madre, a mi tita Mari.
Gracias por vuestro amor y paciencia infinita. La historia aún no ha terminado.
“Me dirijo al codirector, este es un llamado desde el respeto, pero también desde la herida abierta. No es solo por los vídeos. Es por la dignidad de todo lo que se vivió, la generosidad de mi familia hacia ti y el equipo, por el trabajo compartido, por la entrega de tantas personas que creyeron en algo real. Aún estás a tiempo de cerrar este capítulo con honestidad. No por compromiso profesional, sino por humanidad. Espero tu respuesta.”
Julia.