lunes, 7 de julio de 2025, 21:25

La Solana vibra con la música de Siloé, Shinova y Sexy Zebras en el Oasis Sound

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 Gabriel de la Rosa, lu00edder de Shinova, durante su actuaciu00f3n en el Oasis



Oasis Sound comienza a ser una cita de culto. En cuatro ediciones, ha logrado colarse en el corazón de los aficionados más festivaleros, que repiten un año tras otro, y comienza a conquistar el de otros muchos que encuentran allí un motivo para pasarlo bien mientras escuchan buena música. Ni más, ni menos. Así es como el audaz desafío de unos jóvenes solaneros está cuajando al calor de las cifras. El papel estaba vendido con antelación –primer sold out- y se calcula que han pasado unas 6.000 personas, con especial incidencia el sábado por la noche.


La música comenzó a sonar el viernes, con la presencia de Samuraï, Karavana y Ultraligera. Fue un aperitivo de lujo para lo que vendría el sábado. La organización había decidido repetir con Siloé, sin duda la gran sorpresa del año anterior, capaz de eclipsar a la mismísima Oreja de Van Gogh. La banda castellana fue estratégicamente colocada al inicio, lo que permitió llenar el recinto desde antes de las 21 horas. Con el sol todavía muy vivo, Fito Robles irrumpió con su guitarra sobre una tarima en mitad de la gente antes de subirse al escenario principal. El resto fue una comunión perfecta entre banda y público. El buen tiempo reinante en ese momento completó la Santa Trinidad que arrancó la gran noche solanera. Siloé enamora con su argamasa de pop-rock, folk y aires electrónicos. Fito hace el resto con su particular show en escena. Muy atrás, una joven sostenía con paciencia una pancarta con la leyenda: Si me necesitas, llámame. Fan en estado puro.


Siloé dejó alto el pabellón antes de abrir la noche a Shinova, el grupo cabeza de cartel de este Oasis. Miles de fans tomaban un refrigerio. Y todos miraban al cielo de La Solana, que barruntaba tormenta. El viento arreció. Los miedos de la organización afloraron. Cayó alguna gota furtiva… Pero la tormenta tenía ADN vasco, el que ofrece el rock alternativo de Shinova. Un poco de hard rock, otro poco de metal alternativo, y sobre todo, gran calidad de sonido y la voz poderosa y agradable de Gabriel de la Rosa, más sobrio en escena que Fito Robles, pero igual de entregado. Cuando cantó Berlín, ya nadie se acordaba de cómo volaban las banderolas del peine del escenario. Lo dicho, la tormenta reinaba sobre las tablas, no bajo el cielo.


La noche era cerrada, el viento no se “echaba”. Salían pareos y rebecas para protegerse. No hacía frío, pero tampoco calor. Quedaba la traca final. Al filo de las dos de la madrugada irrumpió Sexy Zebras. Más rock alternativo, más indie, más caña todavía. Los madrileños completaron el trío de la noche con otra hora larga de música trepidante, sin tregua.


Pasaban las 3 de la madrugada y gran parte del público hizo mutis. Muchos chiringuitos de venta habían agotado sus existencias. Otros, aún aprovechaban las últimas colas de gente comprando. Un wok, un perrito, una porción de pizza… Había que hacer cimiento en el estómago. Los más resilientes tuvieron tiempo para disfrutar todavía con los Dj Juan Reina, Innmir y The Elisse.


Oasis Sound daba así sus últimas bocanadas, aunque lo que realmente ha dado este año es un gran bocado a la copiosa tarta de festivales de música que pululan por España. Martín Rodríguez-Rabadán, uno de los organizadores, ya había advertido en declaraciones a Radio Horizonte que este año habría 6.000 almas venidas desde todos los puntos de España. Algo tiene el agua cuando la bendicen…


 Oasis 2025

 Aspecto del Oasis durante la actuaciu00f3n de Silou00e9