La asociación de los Jóvenes Amigos del Vino ha celebrado este viernes una nueva cata que ha tenido lugar en el Museo del Vino, de nuevo con aforo completo. En ella los asistentes han podido disfrutar de una cata vertical de tempranillo blanco de Bodegas Copaboca.
"Una cata diferente, una cata vertical, sobre una variedad en concreto, el tempranillo blanco, que no es una variedad al uso, y donde su director técnico, Fernando Silvestre, va a dar una explicación sobre cómo han evolucionado los vinos en cada una de las añadas", ha señalado el presidente de los Jóvenes Amigos del Vino, Vicente Cruz, quien ha dado las gracias tanto a Fernando, como a Bodegas Copaboca y a los asistentes a la cata.
Y es que una cata vertical consiste en probar el mismo vino en diferentes añadas, con la misma elaboración y la misma parcela, para comprobar la importancia que tiene la añada en la elaboración de los vinos. "Porque todos los años son diferentes, unos tienen más pluviometría, otros son más calurosos, y ahí es donde se ven las diferencias a la hora de que la materia prima llegue de una manera u otra a la bodega", según ha señalado Fernando Silvestre, director técnico de Bodegas Copaboca.
En esta caso, se ha hecho un equilibrio entre lo técnico y lo lúdico en la cata para intentar que una zona vitivinícola como es Valdepeñas "conozca una variedad que nació como una mutación genética de un tempranillo tinto, la tempranillo blanca, de una parcela de un pueblo cercano a Logroño". Unos vinos que se espera sean los primeros Gran Reserva de la DO Rioja con la variedad de tempranillo blanco.