Denigrante
Antes de empezar a comentar la humillación, ofensa, insulto, que Trump propició al presidente de Ucrania en el despacho oval, Zelenski, me gustaría hacer una referencia a la expareja de José Luis Ábalos.
En los distintos medios de comunicación, redes sociales, están exhibiendo a Jéssica, como un trozo de carne. Están haciendo públicas ese book de fotos, con diferentes posturas, vendiéndose al mejor cliente que pueda pagar sus servicios, sin sentimientos. Yo no sé cómo lo estará pasando ella, viéndose todos los días en la televisión, por ejemplo, pero no deben hacerlo, no son quiénes para dar a conocer a todo el mundo lo que es por haber sido contratada por el ministro.
A mí, como mujer me resulta denigrante que estas fotografías estén circulando sin ningún control y respeto hacia esta mujer. Me da igual lo que haya hecho, ya se encargará la justicia, si llega el caso, de abrir un procedimiento judicial. Deben tratarla con respeto. Es la base de la convivencia.
No he oído a nadie, mujeres feministas, yo lo soy, criticando esta cuestión, y mucho menos, cuando se va acercando el día internacional de la mujer. Ninguna de ellas dice nada al respecto. Se sigue permitiendo que esta señorita o señora, vea su cuerpo, en distintas posturas y no hagan nada. Yo, que ella, lo denunciaría ante un juez para evitar que se sigan enriqueciendo los distintos medios, usando su imagen.
Lo mismo califico de denigrante, humillante hacia Zelenski, por parte de Trump en estados unidos en la reunión que mantuvieron para hablar de la paz. Paz que no se va a producir por las exigencias de rusia y estados unidos hacia ucrania que, ellos ya han concretado.
Culpabiliza al presidente de Ucrania de propiciar, a saber, lo que tiene en su cabeza Trump, una tercera guerra mundial, de no querer la paz para su país. Y que cuando esté preparado para esa ansiada paz, vuelva a visitarle.
Nada más se encontraron ambos presidentes, Trump hizo mofa de la vestimenta que llevaba. Al igual que un periodista que le preguntó por qué no llevaba traje. Y, yo lo entiendo. Es su atuendo visible para que todo el mundo sepa que su país está en guerra.
Tanto el presidente, como el vicepresidente de EE.UU, trataban al líder ucraniano con falta de respeto, tanto con gestos como verbalmente. No le dejaban hablar. Había un elemento acusador hacia él como si no quisiera que acabase la guerra. Le van a retirar el apoyo militar y es fundamental para ucrania para hacer frente a los misiles de Putin.
Y tiene que hablar la Unión Europea. Tiene que darle no solo dinero para financiación propia, sino también material militar para hacer frente a Rusia. Si no, de otra manera, la guerra continuará. Y no estoy a favor de un conflicto bélico, pero si vienen a tu casa a atacarte, lo más razonable es que te defiendas.
Y, yo me pregunto, ¿por qué tiene Zelenski que aceptar los posibles acuerdos de rusia y estados unidos? ¿Por qué Rusia se tiene que quedar con el 20% del territorio de Ucrania invadido por ellos? A veces, se olvida que rusia invadió Ucrania y que son, ya tres años de guerra.
La Unión Europea tiene que tomar decisiones y tienen que ser lo más pronto posible. Ya que EE. UU ha retirado la ayuda militar a Ucrania, de alguna manera, se tendrá que defender a Ucrania. No sabemos, hasta cuándo puede continuar Putin con su conquista en el país de Zelenski.
Lo mismo me parece denigrante la condonación de parte de la deuda de Cataluña. Que tendremos que pagar el resto del país. Así como la delegación de funciones en materia de control de fronteras. Pueden ejecutar la normativa que quieran, tanto para dejar entrar a emigrantes en su “país”, como para devolverlos. Solicitar más policía autonómica para controlar esas fronteras, dejando de lado a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, motivo por el que han pedido la dimisión del ministro de Interior.
Y, se plantea el país vasco en solicitar también esa delegación de control de fronteras. También se lo darán para conseguir el presidente que le aprueben los presupuestos.
Total, a él qué mas le da ceder ante los independentistas. Su sitio es continuar como presidente. El resto del país le importa un carajo.
