La asociación de los Jóvenes Amigos del Vino ha arrancado este viernes su nuevo ciclo anual de catas en el Museo del Vino. Lo ha hecho con los peculiares y sorprendentes vinos de la Denominación de Origen Ribera del Júcar, que han podido degustar los 200 asistentes a la cata, que ha registrado aforo completo.
Su presidente, Vicente Cruz, ha mostrado su satisfacción ante la buena acogida de las actividades que están organizando y ha destacado que los vinos de la DO Ribera del Júcar, de 22 años de trayectoria, "son vinos muy especiales porque tienen unas características muy concretas en cuanto a climatología, están junto al río Júcar, lo que les confiere unas condiciones a unos vinos con mucha calidad y, a pesar de ser una DO joven ubicado al sur de la provincia de Cuenca, están abriendo un hueco muy importante en el mundo del vino".
Para el técnico de la DO Ribera del Júcar, Juancho Villahermosa, presentar sus vinos en el Museo del Vino de Valdepeñas "es un privilegio y demostrar que en la provincia de Cuenca en una pequeña DO, con el esfuerzo de viticultores y bodegas, estamos consiguiendo sacar un producto que casi es más fácil venderlo en Japón y Estados Unidos que en España".
Unos vinos que están marcados por las características del sur de la provincia de Cuenca, a unos 800 metros de altitud, con suelo de guijarros y limos, y donde el 90% de los vinos son tintos, especialmente de la variedad bobal, que es compartida con DO Manchuela y DO Utiel-Requena.
De esta forma, los asistentes han podido degustar dos blancos de las variedades macabeo y pardilla, un rosado bobal, "clásico de colores y sabores", y dos bobales tintos del 2022 elaborados con crianza en tinajas, "de estilos diferentes pero unidos por esa variedad", según ha explicado Villahermosa.