Simarro: "No puedo comprender la actitud del alcalde en las continuas faltas de respeto tanto al Pleno como a los corporativos cuando corta el micrófono y el discurso de los concejales a su criterio"

El concejal no adscrito, Cándido Simarro, ha comparecido este jueves ante los medios de comunicación para explicar los motivos que le llevaron a abandonar la sesión plenaria del pasado lunes en el Ayuntamiento de Valdepeñas después de que el alcalde, Jesús Martín, expulsara a Cándida Tercero, portavoz del grupo municipal popular, tras llamarla al orden en reiteradas ocasiones. 

Simarro ha querido dejar claro que va contra sus principios "todo tipo de imposición" señalando que cuando decidió trabajar para y por su pueblo, nunca pensó que podría llegar a ver "tan desagradable espectáculo" como el vivido en el Pleno.

"Entiendo cada Pleno como el más sublime acto democrático en representación de nuestros vecinos, siendo por esto que no puedo comprender la actitud de nuestro presidente en las continuas faltas de respeto, tanto al Pleno como a los corporativos, cuando éste corta el micrófono y por ende el discurso de los compañeros concejales a su particular criterio", ha indicado.

Así, uno de los detalles que Simarro alega para levantarse del Pleno fue "cuando tras cortar en reiteradas ocasiones e inducir al nerviosismo a la portavoz del PP, e imponer en el salón de plenos una tensión que se masticaba, el señor presidente hizo pasar al salón a los agentes de la Policía Municipal para ejercer por la fuerza la autoridad que no se consigue con la palabra; la paciencia, la distensión, el asentamiento y el saber estar por mucho que cueste, son el mejor antídoto contra este hecho bochornoso para la población de Valdepeñas".

Es por ello que ha pedido al alcalde "que cuando dé la palabra y la tome un corporativo, deje hablar y escuche, aunque no le guste".

Además, ha añadido que "a mí personalmente y por mi edad, estas situaciones me ponen muy nervioso y me crean un estado de ansiedad, ya que me traen recuerdos muy desagradables de tiempos pasados que ni el pueblo ni los corporativos merecen volver a sufrir".

Por último, ha dado su más sentido pésame por los fallecidos en Letur y en Valencia señalando que "no era el momento, dada la situación del país, de montar un pollo como el que se montó".