domingo, 18 de mayo de 2025, 06:30

Jaime Jiménez Merlo: "Siempre he sido un abanderado de Valdepeñas y he tenido mucho respeto, cariño y amor por mi pueblo"

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JAIME JIMENEZ MERLO



El ex futbolista Jaime Jiménez Merlo recibirá la Medalla del Deporte 'Caridad Ortega' el próximo 6 de septiembre con motivo del acto institucional de las Fiestas del Vino. Un reconocimiento que el valdepeñero recibe con la mayor de las alegrías, sobre todo, por ser algo que le llega de Valdepeñas, de su pueblo, de 'mi heroica ciudad', como él mismo suele decir. Y, aunque llega tarde, porque ya hace algunos años que dejó a un lado su vida deportiva, más vale tarde que nunca. Un futbolista, portero, que llegó a jugar más de 50 partidos en Primera División, después de haber pasado por todas las categorías del Valdepeñas, tras haber sufrido graves lesiones y después de sacrificar muchas cosas en un niño que salió con 18 años de su pueblo para llevar su nombre por los estadios más importantes de España. Y todo gracias a su padre. De todo ello hablamos con él en esta entrevista.


¿Qué supone este reconocimiento para ti?


Es algo bueno y, en este caso, que te lo den en tu pueblo es doblemente bueno. Siempre he sido un abanderado de Valdepeñas. Tengo claro que cualquiera que me haya conocido fuera de 'mi heroica ciudad' sabe perfectamente que cuando pase por la carretera A4, km 199'200, dirección Madrid-Cádiz, y vea Valdepeñas dirá: 'Ese es el pueblo de Jaime'. Y a eso me he dedicado toda la vida cuando he estado fuera. Siempre he tenido mucho respeto, cariño y amor por mi pueblo y el que me den un premio siempre es de agradecer.


Hay quien puede pensar que llega un poco tarde porque hace años que dejaste de estar en activo...


Estos premios no se suelen dar inactivos. Este reconocimiento se los dan a deportistas que están en activo, que han logrado algo en un determinado momento. Pero todo lo que venga de parte de Valdepeñas es bien recibido. Yo me he criado en Valdepeñas hasta los 18 años y he jugado al fútbol en todas categorías que ha habido en Valdepeñas hasta llegar a Tercera División, con lo cual, puedo decir que soy un jugador de Primera y Segunda División que ha mamado el pueblo, que se ha formado aquí y que ha tenido la suerte de salir. Nunca llueve a gusto de todos. Igual otros compañeros han tenido otros reconocimientos, un busto en el campo de fútbol o le han puesto una calle o su nombre a un estadio.... Pero yo no soy el que da los premios ni cómo se determina el tema de homenajes en Valdepeñas y sólo puedo dar las gracias por todo lo que me ofrezcan en mi ciudad.


¿Cómo recuerdas aquellos inicios en el fútbol?


Mi padre fue portero muchos años. Jugó en el Valdepeñas de Tercera División varias temporadas, jugó en muchos equipos de Tercera en la provincia, y como todo hijo que quiere hacer cosas con su padre, cuando iba a jugar tengo vagos recuerdos de la portería y de estar ahí yo viéndolo. Y recuerdo perfectamente unos Reyes en mi casa donde mi padre me regaló un traje de Zubizarreta de la Selección Española. Y a partir de ahí recuerdo entrenar con mi padre, ir al Peral, a cualquier era con un poquito de césped con mi padre, porque todavía no existían las escuelas deportivas en Valdepeñas y mi padre empezó a organizar torneos entre barrios del pueblo. Por ejemplo, había un partido de los pisos rojos de la calle Postas contra la Yenka o contra el Lucero. Jugábamos en la antigua Pani, en la explanada de los camiones. Recuerdo también un campeonato de fútbol sala en Consolación. Y a partir de ahí, empecé a jugar de portero hasta llegar el caso de que se iniciaron las escuelas deportivas y entramos en categoría infantil directamente, con unos diez años, con Paco Fuentes como entrenador y Palomino como masajista. Y así fueron mis inicios.


¿En qué momento sales de Valdepeñas?


Pasé por todas las categorías en Valdepeñas. Siempre me iban ascendiendo una categoría más de mi edad. Y luego fiché en el Sporting, donde me había llamado la Selección Española Sub15 pero al final me quedé sin competir. Me llamó la sub17 y ahí sí pude competir con mi selección. Hicimos un campeonato en Burjasot contra muchos equipos de España. Iba de tercer portero. Los dos porteros que jugaron en los dos primeros partidos lo hicieron mal, me pusieron a mí y me salieron las cosas muy bien con la gran fortuna de que estaba viendo esos partidos Iñaki Sáez, seleccionador de la Selección Española sub18 en aquella época. A partir de ahí me vieron y la sorpresa fue que llegó una carta a mi casa, que casi no la vimos porque mis padres estaban haciendo obra en casa, para comunicarme que me había seleccionado la Selección Española. Ahí fue la segunda vez que me ponía una camisa y una corbata salvando la comunión y fui a Las Rozas, con Camacho de seleccionador del primer equipo. Ya los equipos de fuera de Ciudad Real empezaron a fijarse en mí, como fueron el Real Madrid, el Sporting y el Valencia. Fui primero al Sporting, me llamó el Real Madrid, se quedó todo hecho con el club pero cuando pidió la carta de libertad el Sporting de Valdepeñas hubo un problema. El presidente no lo quiso dar. Pedía mucho dinero al Madrid en un partido amistoso y ahí hubo una confrontación entre mi padre y el presidente del Sporting, que conllevó que yo tuviera que salir del Sporting, no firmara con el Madrid y tener que irme al Valdepeñas de Tercera División. Al final de esa temporada el Sporting y el Valencia todavía seguían queriendo ficharme y al final me fui al Valencia a Segunda B y ahí empecé mi carrera profesional.


¿En qué momento llegas a Primera División?


Con el Valladolid. Estuve jugando seis años en Segunda B, haciendo playoffs para ascender a Segunda División siendo el portero menos goleado de la categoría, luego estoy en Segunda División otras seis temporadas, de las cuales tres veces casi ascendemos a Primera. También fui Zamora de la categoría. Y en primer año en el Valladolid me salen muy bien las cosas en Segunda División, soy trofeo Zamora de la Liga y ascendemos a Primera. Debuto al año siguiente en la Romareda contra el Zaragoza de la mano de Djukic y ganamos 0-1. Con lo cual, debut soñado, lágrimas en los ojos, mis padres estuvieron viendo el partido, después de muchos años trabajando, con una infinidad de lesiones que había tenido, me partí prácticamente todo mi cuerpo, conseguí llegar a Primera División con 30 años. Antes, estaba firmado en Primera División con el Betis con 24 años pero me parto la mano y el Betis no ejecuta finalmente ese precontrato que teníamos firmado y me tocó seis años esperar para jugar en Primera División. No fue por el camino fácil. 


¿Qué recuerdos tienes de toda aquella época?


Fantásticos, ahora mejores que antes. Antes estaba inmerso nada más que en competir, en que no te quiten el puesto, en lo que dice la radio, el entrenador, el presidente, el contrario, tus adversarios, la presión que conlleva todo eso, pensar en cómo puedes hacerlo bien para mejorar y llegar a los objetivos marcados... Una vida bastante estresante, complicada. Salías de un pueblo pequeño con 18 años sin redes sociales ni Internet, ni móvil, no había representante, ni factores externos para que te pudieran ver. Ahora, si veo todo lo que he logrado, que comparado con otros compañeros igual no ha sido tanto, pero para mí teniendo en cuenta todos los problemas que tuve con las lesiones, sin padrinos, poder haber hecho la carrera que hice, con más de 50 partidos en Primera División, enfrentándome a los mejores, conociendo los mejores estadios de fútbol, lograr ser portero menos goleado en todas las categorías del fútbol español menos en Primera porque al final me lesioné. 


¿Sacrificaste muchas cosas en tu juventud por el fútbol?


Sí, prácticamente todo lo que puede sacrificar un chaval joven. No había salido de fiesta nunca hasta los 18 años que me fui. Me fui siendo un niño en todos los aspectos. No había hecho nada, más que entrenar y estudiar. Luego por salir de casa fuera de Valdepeñas perdí el contacto con mis amistades y compañeros de clase. Se pierden muchas cosas. Veo muy poco a mi familia. Todo eso no lo soporta tampoco todo el mundo.


¿En qué momento te retiras?


En mi segunda temporada en el Eibar en Primera División porque en la primera sufrí una lesión de espalda. Me fracturo la vértebra L5, que ya a edades más tempranas estaba mal pero era una lesión asintomática hasta que se rompió.  Esa lesión hace que genere una inestabilidad tan grande que me impide jugar. Pasé varios años sin poder operarme y al final se fue todo al garete.  Y aunque me operé de manera privada por mi cuenta, aún me duele la espalda.


¿Y ahora a qué te dedicas?


Cuando salí del pueblo, lo primero que quería era comprarme un ordenador y estudiar. Iba a hacer Física pero al final me cedieron a Tarragona, no había allí Física y opté por Empresariales y el grado en ADE. Eso me sirvió para abrir negocios diversos, relacionados con el sector turístico. Por una antigua pareja en Cádiz, monté en Cádiz la pensión 'Dormir en Cádiz', donde todos los valdepeñeros tienen un descuento. Viene mucha gente de Valdepeñas y de la provincia a verme y es un orgullo. 


¿A quién le dedicas la medalla?


Primero a mi padre porque si no hubiera sido por sus consejos y su constancia yo no me habría dedicado al fútbol.  Yo recuerdo que cerraba el Disparate o la Novo a las 6 de la mañana y después se levantaba a las 9 y nos íbamos al Peral a jugar. Me compraba material, me ayudaba, así que a nivel deportivo se lo dedico a él. Y a mi madre también por ser la voz de sosiego, de si no te gusta, si no quieres, no te sientas obligado... Es la calma, la cordura, el no sacar las cosas fuera del tiesto cuando salían las cosas mal. Me ayudaba a mantener la calma. Y también a mi familia y al pueblo de Valdepeñas. A mí me llegaron a multar cuando estaba en el Valladolid con 6.000 euros por sacar una camiseta roja de Valdepeñas Distinto en la celebración del ascenso a Primera División. Luego me quitaron la multa pero me la pusieron.