miércoles, 14 de mayo de 2025, 12:28

Lucendo: "Este reconocimiento supone una gratificación al trabajo que viene desarrollando mi familia desde hace tantos años"

|

Lucendo Foto Elena Rosa (1 de 1) 9 (1)



Decir Lucendo en Valdepeñas es sinónimo de vino. Es el apellido de una familia que ya va por su cuarta generación ligada a este sector. Y, aunque ha evolucionado y cambiado mucho la forma que tenía su abuelo de elaborar el vino, los Lucendo continúan en lo más alto rozando la excelencia con cada producto que nace de sus manos. Y es que no podía ser de otra forma teniendo a un padre, Jesús Lucendo, enseñando Enología durante casi 40 años. De todo eso han mamado sus hijos, que ahora se dedican a elaborar vinos tan cotizados como El Linze, César Lucendo o Marta Cibelina a través de Selección Lucendo. Además, tienen entre manos el proyecto de su propia bodega en la carretera de La Solana, donde quieren apostar aún más por el enoturismo. Todo ello les ha llevado a recibir el próximo 6 de septiembre en el acto institucional de las Fiestas del Vino la Medalla al Mérito Artesanal. Y de todo esto hablamos con Fede Lucendo en esta entrevista.


¿Qué supone este reconocimiento para vuestra familia?


Es una gran ilusión. Supone una gratificación a lo que estamos haciendo y al trabajo que desarrollamos.


¿Habíais pensado alguna vez en que os podían reconocer de esta manera?


No, la verdad es que no. No buscamos los premios ni los reconocimientos pero cuando llegan son una alegría. Quiere decir que el trabajo que hacemos tiene una recompensa.


¿Cómo empezó tu familia en el mundo del vino?


Nosotros somos la cuarta generación. Empezó mi bisabuelo, luego siguió mi abuelo y, sobre todo, ha sido la influencia de nuestro padre, que nos involucró más en el mundo del vino y de la viticultura, que es lo que trabajamos ahora más. Nos hemos criado en bodega, siempre hemos estado en la bodega y de ahí nace todo.


Porque tu padre era profesor de Enología...


Sí, estuvo casi 40 años dando clases de Enología en Valdepeñas y de ahí nace todo, de esa parte que es más técnica y de profesor. Hay mucha diferencia entre las labores que hacía mi abuelo en la bodega y las que hacía mi padre porque ellos hacían producciones muy grandes, se dedicaban también a la alcoholera y era una bodega gigantesca. Y la línea que llevamos nosotros es todo lo contrario. Trabajamos con producciones pequeñas, buscando la excelencia, la calidad en el producto. Son puntos de vista diferentes.


¿Por qué quisiste seguir en este mundo?


Sobre todo porque me gustaba mucho. Y aparte de que me gusta hacer vino, me gusta tomar buenos vinos. Por eso, tiene esa parte de creatividad que a mí me gusta mucho. Te pasas horas y horas elaborando y haciendo vinos y productos que te desarrollan también como persona. Es algo que siempre me ha gustado y me apetecía mucho trabajar esa línea de vinos.


¿Y empezaste en Bodegas Arúspide?


Sí y también estuve en Bodegas Real. Pero donde realmente empecé fue en el mundo del aceite, que ahora me parece alucinante. Me dieron una beca para la investigación del aceite y la aceituna y me gustaba mucho también pero al final me decanté por el mundo del vino, que se me daba mejor.


¿Y también elaboras los vinos de Selección Lucendo?


Sí. Ahora también estamos con el proyecto de la bodega que queremos hacer en la carretera de La Solana y estamos con todos los trámites de licencias. Queremos empezar ya a trabajar allí de cara a la vendimia del año que viene. Y también lo hemos hecho por el tema del enoturismo, que estamos apostando fuerte por ello. Va a ser una bodega muy pequeña pero bonita, enfocada al tema del enoturismo para hacer visitas y seguir con nuestras catas para dar más protagonismo a nuestros vinos.


¿Qué supone el apellido Lucendo dentro del mundo del vino?


Me cuesta contestar a eso. Nos conoce mucha gente y eso está bien porque nos ha abierto muchas puertas y eso es gran parte gracias a mi padre porque al final ha formado a todos los enólogos y enólogas de la zona, todos han pasado por sus clases. Y en ese sentido, llevar ese apelllido nos ha venido bien. Nos tienen muy vinculados con el vino. Y para otras cosas llevar este apellido no está tan bien porque parece que tenemos que rozar siempre la excelencia, conlleva un nivel alto de exigencia, y si bajamos un año el nivel de vino, también nos llueven críticas, pero intentamos enfocarlo de manera positiva.


Además, vuestros vinos han sido galardonados a nivel nacional e internacional...


Sí, estamos siempre en el ojo del huracán y hay años que las producciones no son tan buenas y parece ser que no estamos haciendo las cosas tan bien. Pero afortunadamente en los últimos cinco o seis años, los vinos que elaboramos están en el Top Ten y eso es importante ya no sólo por los reconocimientos y las puntuaciones, sino por el reconocimiento del cliente, que es lo más importante. Al final todo lo tenemos siempre vendido y colocado ya.


¿Quieres añadir algo más?


Que estamos súpercontentos porque el reconocimiento viene de Valdepeñas, es algo que nos emociona y nos alegra mucho.