sábado, 5 de julio de 2025, 23:24

La Luna en El Trebolar

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Cantan en El Trebolar/ Labradores a la Luna,/ Y la Luna les sonríe/ Con mil galaxias de uvas,/ Y maternalmente alumbra/ Flor que de brote despunta.


Peregrina testigo de mi vida,/ Luz femenina que ciegas mis pozos/ De insondable negrura y de terror./ Sobre Jerusalem no está la Luna,/Ni el rubio compañero que es el Sol./Porque Luna ilumina pecadores/ Que avanzamos a ciegas con dolor./ Aquí no brilla la luz del Cordero,/ Aquí se camina sin dirección./ Pasajeros que marchan muy a tientas,/Intermitentes espantos de horror./ Envuelta en la palidez adrastea/ Presientes con tristeza mis locuras,/ Y maternal sujetas mis impulsos,/ Y tranquilizas mi alma con tu luz./ Redondo seno de blanco alimento,/Mamo cual rorro tu sangre divina./ Siempre te he sido tu amante y tu hijo/Entre las sombras de tus fases lívidas./ Quisiera, Luna, ser el viejo lobo/ Que muere con la luz de tu esperanza,/ Lobo cantando deseos de amor/ A bella loba de tu alta ventana./ Auscultas el corazón de la noche/ Y las tristes nostalgias del alma.


Cantan en El Trebolar/ Labradores a la Luna,/ Y la Luna les sonríe/ Con mil galaxias de uvas,/ Y maternalmente alumbra/ Flor que de brote despunta.


La Luna en El Trebolar/ Se pone vestido verde/ Para beber ese vino/ Con que brindamos sus fieles./ Con Paco Ortega y Tomás/ Poesía triunfa siempre,/ Que sus estevas fecundas/ Trazan líricos vergeles./ Valdepeñas sin peñascos,/ Luna llena de pasiones,/ Yo levanto un vaso vino/ Para matar mis dolores./ Diluyamos la tristeza/ En un vaso de la noche./ Horizontes de La Mancha,/ Sin mancha en el horizonte,/ Sin trabas de aspas fecundas/ Al viento de Don Quijote./ Techo blanco de los pámpanos,/ Reina de la noche clara,/ Redondo rostro de niña,/ De mareas capitana,/ Navideña uva de leche,/ Hostia de noche sagrada,/ Protege a los lobos buenos/ Que en esta noche en camada,/ Te venimos a cantar/ Casi casi una alborada./ Aunque muchas nubes grises/ Quieran cubrirte la cara,/ Siempre vence a la maldad,/Tu blanca perseverancia./ Metón, Euctemón e Hiparco/ tu mirada calculaban,/ y desde entonces se sabe/ que cuidas vidas humanas.


Cantan en El Trebolar/ Labradores a la Luna,/ Y la Luna les sonríe/ Con mil galaxias de uvas,/ Y maternalmente alumbra/ Flor que de brote despunta.


Martín-Miguel Rubio Esteban


En El Trebolar (In Oretanorum terra), Die decimo primo ante Kalendas Augustas Anni Incarnationis MMXVI 

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