'Fondo figura: una superficie asoleada', la exposición en la que ocho jóvenes artistas muestran sus creaciones en un viejo cortijo de Valdepeñas
Un cortijo familiar situado en la Travesía Pocico de Valdepeñas ha sido el lugar elegido por un grupo de jóvenes artistas para exponer durante las Fiestas de la Vendimia y el Vino de la localidad sus creaciones bajo el título 'Fondo y figura: una superficie asoleada'. Unos trabajos "que tienen que ver con el sol como un símbolo que recoge mucho del paisaje manchego pero también ese trabajo con el material, que es la viña, y el campo, y esa relación entre el agricultor y la viña y queríamos romperlo porque claramente ambos se conversan entre ellos".
Así lo ha explicado el comisario de la exposición, el artista valdepeñero Lorenzo Galgó, quien señala que el origen de la exposición se sitúa en marzo y abril en una serie de encuentros llamado Grupo 1 en la Universidad Complutense de Madrid, en el que los artistas "hablamos sobre una escuela de Bellas Artes sobre artes que son 'feas', que no están recogidas en el currículo de la universidad, y nos intentamos autoeducar en esas prácticas, que incluían el habla, la conversación como forma, la performance, el ser hospitalario, comisariado..."
Después conocieron a las hermanas Sofía y Clara García Maroto, de Valdepeñas, cuya familia tenía este cortijo en el que ha estado la exposición. Ambas trabajaban en un proyecto, que se llama Valdepenas, un archivo fotográfico documental sobre los haceres de Castilla-La Mancha y de Ciudad Real. "Tienen fotografías que ponen en valor esta memoria, teníamos este espacio y nos pareció genial" por la temática de la exposición.
Es pòr ello que la exposición muestra el trabajo de ocho jóvenes artistas, como son Uxue Lotero, Clara Martínez, María Rojo, Jara Roset y cinco jóvenes artistas valdepeñeros, como Irene Verdejo, Sofía y Clara García Maroto, el diseñador Asier Donado y el comisario Lorenzo Galgó. Todos ellos han realizado una residencia artística en la localidad y muestran los procesos, impresiones y respuestas al paisaje, el campo, la viña, el calor y las formas de hacer de Valdepeñas.
A partir de las obras mostradas, la exposición busca presentar una visión panorámica de los haceres-arte contemporáneos en la localidad, que muestran principalmente dos urgencias en nuestra forma de entender cultura: lo colectivo y lo sostenible.
El trabajo que podremos ver tiene de fondo un importante componente de conversación e intercambio, una posición que entiende el arte como un dispositivo colectivo el cual permite seguir pensando y generando todo un tejido crítico frente a lo real.
Entendiéndolo desde otros prismas, abriendo y cambiando el significado de nuestras realidades que damos por conocidas y cerradas. Entendiendo así la necesidad de reunirse, hacer comunidad y hacer espacios donde intercambiar aquello que consideramos valioso.
Pensamos que una generación más joven de artistas han de estudiar el papel que tiene la cultura en nuestra relación con la naturaleza. Y es así como en este proyecto piensa también lo sostenible, lo precario y lo efímero como condiciones desde las que articular y pensar la producción artística. Veremos materiales reutilizados y reensamblados, textos que nos cuentan otras formas de estar en un espacio y un compendio de ejercicios que intentan generar empatía por aquellos fuera de nuestra especie y junto a los cuales, tenemos como tarea urgente generar nuevas formas de relacionarnos.
