miércoles, 30 de abril de 2025, 19:02

Pedro Sánchez Pérez-Castejón

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Pedro sanchez (2)




Mi pregunta sería la siguiente: ¿Qué podemos esperar de Antonio para formar un gobierno sólido? Y, sí, seguir gobernando en este país para seguir más tiempo en la Moncloa.

Vamos a ser claros y directos. No ha ganado las elecciones, eso lo tiene que reconocer, pero era el único candidato a las generales y sus compatriotas los que empezaron a celebrar que iban a estar gobernando cuatro años más.

Primero, tenemos que ver que el partido popular ganó las generales, sin mayoría suficiente, ya que los independentistas, separatistas, erc, eh-bildu, bng, no le van a dar sus votos porque quiere Feijóo que siga existiendo España tal y como la conocemos. Todos unidos. Pero los independentistas quieren todo lo contrario, irse de nuestro país.

El caso, es que Antonio puede contar con todos los votos de los independentistas, separatistas, el brazo político de eta, y Puigdemont, del que depende más que nadie, porque en la anterior legislatura gobernó con todos y no le fue mal. Por eso tenemos que hablar de Puigdemont, del que sus seis diputados dependen que sea elegido presidente Antonio.

Y, el primer ejemplo, lo tenemos con la formación de la mesa del Congreso. Se rumorea que tendrán, su partido, una reunión telemática hasta quince minutos antes de que la mesa sea constituida, si eso no es depender de un huido de la justicia, por la puerta de atrás, que venga alguien y me lo explique.

Lo que quieren los independentistas es la separación de su “país” del resto de España. Ejemplos podemos encontrar con Cataluña, País Vasco y Galicia (aunque se les escucha menos). Para eso necesitan que Antonio les de lo que les pida. Condonación de la deuda en Cataluña, mayores derechos de gestión como el país vasco, que gestionen su propia comunidad… y, sobre todo la adhesión de Navarra al país vasco.

Es decir, quieren hacer un referéndum para que el pueblo catalán decida sobre su propio destino, es decir la independencia de España. Irse ellos solos. Y formar su propio gobierno, con su autoabastecimiento de impuestos, controles en las aduanas, fronteras, moneda propia y reconocimiento internacional, además de otras cuestiones que pueden surgir en ese proceso. Y, si para ello Antonio se lo tiene que conceder lo hará, no os quepa duda. Pero eso a Antonio le da lo mismo y sí quiere seguir gobernando, aunque este proceso le lleve más de una legislatura lo hará. Lo que pasa es que tiene que reformar la Constitución y eso son palabras mayores, a lo mejor, con la condonación de la deuda catalana los cincuenta mil euros que pide, mas o menos y la amnistía para Puigdemont y demás fugados sería suficiente, por ahora.

Y, el partido popular no lo haría, quiere mantener, repito, unida España.

Voy a poner un ejemplo de un hecho que me ocurrió hace años con una amiga. Esta chica se insinuaba a mi marido. Yo lo veía y ella sabía que yo lo sabía. Éramos amigas no muy amigas, pero bueno, la controversia se lio ahí. Entiendo que estaba traicionando mi amistad con la idea de quitarme a mi pareja. Luego nos encontramos en otro trabajo y me daba puñaladas por la espalda. ¿Cómo creéis que me podía sentir? Traicionada por una amiga que quería romper mi relación y fastidiarme en lo que pudiera. Definitivamente, dejé de hablarle.

Pues bien, por mucho que me pidiera perdón por su conducta, en ningún momento, me acercaría a ella ni siquiera a doscientos kilómetros no quiero saber nada de ella. Es un ejemplo, quizás tonto, pero a la pregunta ¿pactaría yo un acuerdo con alguien que me ha traicionado? La respuesta es bien sencilla, en ningún momento. No podría confiar en ella porque podría traicionarme de nuevo.

Si tuviera que pactar con Puigdemont para obtener un beneficio personal tampoco lo haría, si por mí dependiera le traería de la oreja e ingresaría en prisión, por el delito que cometió. Se fue de Cataluña para no tener dar cuenta de sus actos. se fue como un cobarde dejando a los demás a su libre albedrío.

No soy ninguna patriota, me gusta vivir en España, aunque ahora estemos ahogados a impuestos. Quiero un país unido, pero si se monta un referéndum para que los catalanes hayan decidido que sí, tampoco me importaría mucho, la verdad. No quiero tener gente a mi lado que no quiera estar conmigo.

Hará como unos veinte años mantuve una conversación sobre esto, el independentismo con una concejala del PSOE. Ella me decía que, de ningún modo, se podía producir esa separación de los catalanes. Y yo, le dije, que estaba cansada de que se hablara en este país de lo mismo, ya que todos los gobiernos, pp y psoe han pactado con ellos. Y veinte años más tarde se sigue hablando de lo mismo. Por eso estoy cansada de este tema. Si sale una votación que sí, que se vayan. Lo único que lo siento es por los que se quedarían allí los que se consideran españoles y catalanes.

Cambiando de tema, parece que la izquierda es la autoridad en progresismo, defensa de los derechos sociales, ayudas a los más necesitados, educación, sanidad, etc. Siempre están hablando de sanidad y educación. Del dinero que se invierte en ello. Que es el 30 por ciento del producto interior bruto. No tenemos mas que ver en enseñanza que las aulas están masificadas de alumnos, que no existen espacios disponibles para clases donde tienen que ser reubicados en casetas, como en Valencia, sin aire frio y sin calor, de la falta de medios informáticos para avanzar en la tecnología, de la falta de profesorado, y que siguen sin ser tenidos en cuenta en las comunidades, no todas, por supuesto, ya que tienen las competencias en estos temas.

Y no hablemos de la sanidad que se une el treinta por ciento en educación. ¿Cómo no se puede hablar de listas de espera? Y, Page, en mi comunidad dice que no hay. Tanto de citas de diferentes patologías como de rehabilitación y para no olvidarnos de tu médico de atención primaria. Que tenemos que esperar diez días por un catarro y, por eso, las urgencias se llenan porque es necesario ir a que te vean.

Y, qué decir de los derechos sociales, de los derechos del colectivo LGTBIQ+ ¿acabaría un partido como el pp los derechos ya reconocidos socialmente? Pues no.

Vamos a preocuparnos un poquito más por lo que está sucediendo en este país. Por el desempleo de los jóvenes que encabezamos la lista en Europa, así como el paro de las mujeres también el más elevado.

Para terminar, a mí tampoco me gusta que gobiernen los independentistas, que son las autonomías a las que reconocen mayor presupuesto económico y más adjudicación de competencias.

Espero, que, si condonan la deuda en Cataluña de lo que debe al estado español, se produzca de igual modo que en el resto de comunidades. Y, sí, pedro Sánchez quiere seguir gobernando. Estos días de vacaciones pasados le habrá dado tiempo para tocar los hilos suficientes para obtener los votos suficientes para ser investido presidente. Con los diputados de Puigdemont también.