Ahora, cuando pronto se cumplirán 25 años de la publicación de mi libro de las tascas madrileñas, escribo sobre él, que ilustra la portada de la 1ª edición de mi libro-guía: "El vino de Valdepeñas en las tabernas de Madrid" (Valdepeñas, 1999. Ed. Asociación Jóvenes Amigos de Vino, Ayto. de Valdepeñas y Viña Albali Reservas), que incluye 52 tabernas centenarias, históricas y emblemáticas muchas de ellas, en las que se servía el vino de Valdepeñas y entre las que destaca la mítica taberna de: "Antonio Sánchez".
ANTONIO SÁNCHEZ UGARTE.
En la tasca ilustrada de Antonio Sánchez-torero, pintor y tabernero-, ya en 1787 se despachaban chatos de vino valdepeñero y a la que poco antes de nuestra guerra incivil comenzó a abastecer con sus caldos las bodegas de mi padre y mis tíos: "Bodegas de Matías Brotons y Hermanos", fundadas en 1920, en Valdepeñas por mi abuelo Joaquín Brotons Fenoll y con el vino que elaboraba mi padre Francisco Brotons Gonzálvez tenían tertulia semanal personalidades de la talla de: Valle-Inclán, Pío Baroja, Gregorio Marañón, Julio Camba, José María de Cossío, Ignacio Zuloaga, Joaquín Sorolla, Vázquez Díaz, Juan Belmonte, Juan Cristóbal y Antonio Díaz Cañabate que, en su libro: "Historia de una Taberna" (Espasa-Calpe, Madrid, 1947) elogia los vinos que hacía mi papá.
GREGORIO MARAÑÓN.
También, el doctor Marañón, que fue cliente durante toda su vida de: "Bodegas Brotons"-continuando tras su muerte su vida, doña Dolores Moya- escribió: "Vivir, es defenderse de la vida que nos va matando. En esta lucha, la eficacia del vino es incalculable", según escribe Antonio Pasies Monfort en su libro: "Historia de la taberna más antigua de Madrid-siglo XVIII-y otras viejas tabernas de Lavapiés", en la página 87 del citado tomo, que publicó Ediciones La Librería, Madrid, 2017 y en la que su autor redacta refiriéndose a la cita del Dr. Marañón: "Estas son las palabras del eminente doctor Gregorio Marañón declarado buen degustador del vino de Valdepeñas y cliente hasta su muerte de las Bodegas Brotons, las mismas bodegas que, hasta su cierre en 1992, suministraron el vino a Antonio Sánchez.
Tenían fama de ser caldos de calidad lo que hacían que también fuesen de los más caros que se podían comprar en las tabernas madrileñas como vemos en una relación de precios en 1963 que publica el "ABC", en la que cita los precios del vino en una veintena de tascas importantes y termina diciendo: "Por último en la famosa taberna de Antonio Sánchez, pintor y ex torero recién operado se eleva el litro de vino de Brotons a 8 pesetas".
www.joaquinbrotons.com