jueves, 28 de marzo de 2024, 11:22

Raquel Rubio: "En mi trayectoria siempre he visto vergüenza pero ahora veo que la gente presume de ir al psicólogo porque se están cuidando"

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El Centro de Psicología Raquel Rubio lleva a su undécimo aniversario creciendo. Y es que han ampliado plantilla con la incorporación de nuevas profesionales que acompañan a Raquel Rubio en esta aventura de cuidar la salud mental de sus pacientes. Así, ahora el equipo está formado por tres psicólogas sanitarias especializadas en terapia cognitivo-conductual y terapia EMDR, Carmen Pilar López Chacón, María Dolores de la Cruz y Raquel Rubio; una psicopedagoga, Celia Bacete; una nutricionista, Rocío Blanco; y una recepcionista, Rosa María Ruiz. El objetivo es ofrecer una mejor atención y más completa al paciente. Es lo que nos cuenta Raquel Rubio en esta entrevista.


Después de celebrar vuestro décimo aniversario el año pasado, ¿qué balance puedes hacer?


El balance ha sido muy positivo. Realmente hay una muy buena aceptación tanto de la clínica como del mismo crecimiento que llevamos durante este último año. Empecé yo sola y ahora mismo el equipo lo formamos seis personas. Estamos tres psicólogas sanitarias especializadas en terapia cognitivo-conductual y terapia EMDR. Hemos incorporado la figura de una nutricionista que nos está ayudando bastante en educación nutricional trabajando con menús personalizados, intolerancias, pérdidas y ganancias de peso, trastornos de la conducta alimentaria, alimentación en embarazo, lactancia, infantil. Y también hemos incorporado la figura de una psicopedagoga que se encarga del desarrollo y del aprendizaje de los niños, de adolescentes, e incluso ella trabaja con adultos que no trataron su patología en su día y ahora la quieren trabajar. Se dedica a déficit de atención, trastornos del lenguaje, problemas de comprensión, técnicas de estudio, falta de concentración escolar, trastorno del espectro autista, gestión del miedo... Además, hemos incorporado la figura de recepción, que al estar más profesionales, nos ayuda con las citas y la organización en sí de la clínica.


¿A qué se debe haber crecido e incorporado a más profesionales? ¿Ha aumentado la demanda?


Sí, se debe al aumento de la demanda y, sobre todo, he visto a lo largo del tiempo que hay áreas que se trabajan muy bien con varios profesionales, que pueden hacer un mejor equipo a la hora de trabajar con una única patología. Por ejemplo, tenemos problemas de ansiedad que también tienen problemas con la conducta alimentaria. A veces con psicología clínica no tenemos los recursos suficientes para trabajar con déficit de atención. Pues con la psicopedagoga se complementa. Damos una mejor atención y más completa al paciente.


¿En qué consiste la terapia EMDR?


Es especializada en traumas. Todas trabajamos con un tipo de terapia corriente que se llama cognitivo conductual, que es la encargada de moldear pensamientos y por tanto de moldear conductas. Pero los dos últimos años nos hemos preparado para trabajar con un tipo de terapia que se llama EMDR. Esta técnica va dirigida a los problemas relacionados con diferentes situaciones traumáticas que hemos podido tener a lo largo de la vida. Con traumas no solamente me refiero a un accidente de tráfico que todo el mundo puede entender que ha sido un trauma. También me refiero a duelos o cualquier tipo de pérdida, a determinadas formas de comunicación o mala comunicación que se ha tenido en la infancia o con los padres, problemas de bullying, acoso escolar o cualquier tipo de problema a nivel social. Pueden ser situaciones que hemos vivido y que nos han condicionado a ser como soy. Es que soy como soy por mi historia de vida. Si yo entiendo mi historia de vida y si además le ayudo con una técnica que me ayuda a poder ver menores consecuencias de esa historia de vida que he vivido, pues mejor. Consiste en movimientos oculares rápidos y con ello hacemos una estimulación bilateral del cerebro con el objetivo de conseguir que los traumas o información que se ha considerado amenazante o que llegó con mucho impacto emocional a nuestro cerebro se coloque, se procese y nos deje de molestar en nuestra vida actual. Tiene muy buenos resultados.


¿Cómo trabajais con el paciente desde cero?


Hacemos una evaluación, investigamos por qué viene, qué ha pasado en su vida, qué ha hecho anteriormente al respecto con lo que nos trae. A partir de ahí hacemos una intervención, valoramos cuál sería la intervención más adecuada para esa persona en función de las distintas corrientes con las que trabajamos, y a partir de ahí empezamos a trabajar de una manera regular con el paciente con el objetivo de obtener la mayor mejoría que podamos tener en este proceso. Y vemos también si incluimos alguna dinámica multidisciplinar o no, si necesitamos de otros profesionales o no.


¿Cuándo se da cuenta una persona de que necesita ayuda profesional?


Normalmente se da cuenta más tarde que el tiempo que lleva aguantando. Las personas están intentando todo el rato intentar salir por ellos mismos y hay un montón de procesos que incluso son neuronales. El darte cuenta es cuando llego a un límite a nivel social, o al límite de no poder tirar de mi cuerpo, de no poder ir a trabajar o que hay mucha ansiedad que está interrumpiendo mi cotidianeidad. Ojalá nos diéramos cuenta antes o por lo menos pidiéramos ayuda antes. Porque es verdad que todos los aspectos psicológicos tienen solución pero la mayoría de las veces nadie nos ha enseñado a solucionarlos. No hemos tenido un profesor que nos haya ayudado a solucionarlo ni en casa hemos tenido ese recurso. Contamos con lo que contamos, entonces qué mejor que en el momento en que yo vea que tengo ansiedad, angustia, tristeza, que no sé cómo resolver este asunto busquemos ayuda de un profesional.


¿Qué te parece que se haya normalizado el hecho de ir a un psicólogo que antes parece que la gente lo ocultaba y tenía vergüenza de decirlo?


En mi trayectoria siempre he visto eso, la vergüenza. Y ahora lo que veo es el presumir de ir al psicólogo porque me estoy cuidando. Y es maravilloso. Para mí es un regalo que la persona diga que cuida de su salud mental. 


Hay que cuidarse tanto por dentro como por fuera...


Lo que más nos perjudica realmente es nuestra cabecita. Y tenemos una educación que nos dice que tenemos que comer bien, que tenemos que ir al gimnasio, pero nadie nos dice que tenemos que ir a los profesionales de la salud mental a cuidarnos porque no lo sabemos hacer. O nos ayudan o no sabemos cómo hacerlo. A mí me encantaría que en los coles se empezara a trabajar con un profesional que estuviera como figura de referencia en la salud mental de los más pequeños. E incluso una o dos veces por semana con los padres de esos niños. De hecho, en Canarias ya existen programas donde se les da semanalmente atención psicológica a niños y a padres. Además, si queremos cambiar la tendencia y no seguir repitiendo el mismo patrón de comportamiento tiene que ser a niños y a padres.


¿Tienes algún proyecto más para incorporar en la clínica?


Algo tengo más en la cabeza pero despacito. Estamos formando equipo y alguna cosa más me gustaría introducir pero con un poquito más de tiempo. 


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