miércoles, 24 de abril de 2024, 22:36

¿Por qué no te callas?

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Gregorio 11.5.21




El no pertenecer a Izquierda Unida desde hace más de dos años, aunque sí simpatizar con su organización en Valdepeñas, me libera de no alinearme, aun respetándola, con la escrupulosa elegancia con que han tratado y siguen tratando la fuga de quien fue su principal referente durante muchos años, y concejal durante dos legislaturas y media, Gregorio Sánchez. Por tanto, lo que viene a continuación es de mi exclusiva responsabilidad y no compromete en modo alguno a IU.


Cuando en 2020, el alcalde del PSOE Jesús Martín tuvo a bien presentar un libro divulgador de la figura e ideario de Ramiro Ledesma, uno de los más relevantes fascistas españoles, admirador de Hitler y fundador con Onésimo Redondo de las JONS, que se fusionaría posteriormente con la Falange de José Antonio Primo de Rivera, pensé que estaba echando sus redes en los caladeros de Vox. Su gesto fue aplaudido y aireado por el conocido ultraderechista y eurodiputado de ese partido Herman Tertsch. No sería de extrañar dada la escasez de escrúpulos de Martín para merodear por casas políticas ajenas y adquirir en ellas voluntades. No en vano lo había hecho ya en el PP llevándose a su lista a una concejala. Si hubo aquel intento, que no lo sé, le salió mal. Y acudió a otras aguas.


Hará un año dentro de unos días, IU y quienes nos teníamos por amigos suyos, nos enteramos por la prensa local de que Gregorio Sánchez acababa de ser contratado como secretario particular del alcalde. La sorpresa fue morrocotuda y las formas inesperadas. Faltó al respeto a sus antiguos compañeros de IU, que merecían una explicación, pero también se lo faltó a él mismo y a su magnífico y honesto historial político, que tampoco merecía tal colofón. Su maniobra chocaba frontalmente con su curriculum y con su acerba crítica a conducta análoga cuando el concejal conseguido por IU en 1995 se transfugó en esa legislatura.


No ha aportado razón alguna, dando pábulo a todo tipo de conjeturas y especulaciones, práctica oscurantista lejana de la transparencia y lealtad que cabía suponerle.


Si vuelvo sobre esta cuestión un año después en las páginas de El Eco de Valdepeñas, es motivado por las declaraciones de Gregorio Sánchez el pasado 14 de abril -mira tú por dónde- como invitado especial en una nutrida tertulia, distendida, divertida y dicharachera de Onda Cero. A partir de su nueva militancia, responsabilidad y salario, puede actuar como desee, pero me pregunto si será que estamos ya en campaña y las opiniones que vertió fueron ilustraciones de su nuevo “estar” en política, o quizás van en el sueldo y exigidas por su patrón.


Razonó que él no hubiera firmado la convergencia de IU con Podemos para formar Unidas por Valdepeñas ante las próximas elecciones municipales y cargó contra los aliados de sus antiguos compañeros. Es decir, se permitió opinar de un asunto sobre el que, por respeto, debía abstenerse y dejar en paz a su antigua organización para que decida su estrategia.


Por otra parte, no puedo por menos de confesar la vergüenza ajena que sentí al escuchar de su boca, como colofón de su intervención, los piropos y halagos que dirigió a don Jesús. Y recordé las palabras que le dedicó en su toma de posesión como concejal en 2011: “deseamos un cambio en el modo de administrar y ejercer el gobierno. Un cambio de actitud que tiene que pasar necesariamente por el respeto al adversario político, las buenas formas, el cumplimiento de la ley, y la eliminación de prácticas incompatibles con una democracia avanzada”. Estas palabras, que suscribo, valen para hoy mismo, porque desde entonces hasta hoy, 2023, genio y figura, don Jesús sigue con el mismo talante.


(El encabezamiento de este escrito es la histórica frase dirigida al presidente de Venezuela, en el marco de una cumbre internacional latinoamericana en 2007, por “El Campechano”, Alcalde Perpetuo de Valdepeñas, cargo al que accedió en 1990 por decisión del Ayuntamiento, y en el que se le mantiene a pesar de todo lo que sabemos).