viernes, 26 de abril de 2024, 22:45

Samara Navarro Cortés: "Invito a la gente a que nos conozca; si no conocen, no juzguen porque siempre habrá gente buena, mala y regular"

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180423 VA SAMARA Y RAQUEL TALLER GITANOS




Todavía en pleno siglo XXI existen muchos mitos y prejuicios hacia el pueblo gitano. Tendemos a pensar que la mayoría se dedican a la venta ambulante, al cante y al baile o a la chatarra, o que son delincuentes. Pero afortunadamente eso está cambiando. Son muchos los que llevan una vida totalmente integrada en la sociedad y llegan incluso a cursar estudios superiores en la universidad. Algo que se está logrando gracias a la educación y, en el caso de Valdepeñas, con los talleres que desde hace años se imparten a través de la Federación Regional Gitana hacia los más pequeños y a sus familias. Es por ello que el absentismo escolar gitano prácticamente se ha erradicado en la localidad, donde la situación es totalmente normalizada, a diferencia de otras poblaciones cercanas. Pero que estén plenamente integrados en la sociedad no quiere decir que renuncien a su cultura. Al contrario. Están muy orgullosos de ser gitanos, como lo afirma Samara Navarro Cortés, delegada de la Federación Regional Gitana, con quien hemos hablado en esta entrevista junto a Raquel García, monitora de los talleres.


¿Qué significa la conmemoración del Día del Pueblo Gitano para vosotros?


Samara: Este día tiene mucha simbología para nosotros porque celebramos los derechos que a lo largo de la historia nos han negado. Esta fecha conmemora el primer Congreso Mundial gitano celebrado el 8 de abril de 1971 en el que se instituyó nuestra bandera y el himno gitano y además una serie de derechos y libertades para los que se empezó a trabajar en los países donde hay presencia gitana. Así que para nosotros es un día de celebración, en el que nos sentimos importantes, visibilizamos al colectivo y también todo el trabajo que realizamos con él y el orgullo de ser gitano.


¿Es necesario seguir celebrándolo?


S: Lamentablemente sí. Todavía queda mucho trabajo por hacer. Aunque es cierto que en Valdepeñas la situación es completamente diferente a la de otros lugares de Castilla-La Mancha y de España, todavía existen muchas desigualdades entre lo que es el pueblo gitano y la sociedad mayoritaria. Y ahí estamos las diversas asociaciones para intentar buscar esa igualdad sin perder el derecho a la diferencia.


¿Qué desigualdades notáis en el día a día?


S: Nunca me he sentido discriminada. No sé si por haber estado siempre orgullosa de ser gitana pero nunca me he sentido discriminada por esa razón. Es que es muy paradójico porque yo no me he sentido nunca discriminada pero por la condición de ser gitana, la sociedad sí me discrimina de entrada. Pasa igual si eres mujer o discapacitado. Te condiciona. Y para eso estamos nosotros, para intentar cubrir que esas diferencias o riesgo de discriminación no se produzca. 


Es cierto también que algunos gitanos y gitanas nos han contado ciertas experiencias como por ejemplo a la hora de alquilar una vivienda, de acceder a un puesto de trabajo o a la hora de hacer la compra y que todavía haya gente que te siga para ver si cometes algún robo. Todavía hay muchos estereotipos y prejuicios hacia el pueblo gitano que hacen que la vida cotidiana no sea igual para todos. Y un derecho fundamental es la igualdad y para ello estamos trabajando. Por eso, en la exposición que se ha podido ver en la Plaza de la Constitución de Valdepeñas hemos querido mostrar a la sociedad que no nos podemos encasillar en un estereotipo de lo que es el gitano. Que sí que es verdad que hay muchos vendedores ambulantes, hay mucha gente que se dedica a la chatarra, pero también hay mucha gente relevante que no ha renegado de su condición gitana y tampoco le ha impedido desarrollar una labor destacada en su profesión.


Hay muchos mitos que rodean a los gitanos acerca de que la mayoría se dedica al cante y al flamenco o que venden en los mercadillos, ¿pero notáis que la realidad está cambiando? Hay muchos que se dedican a otras profesiones y que van a la universidad...


S: Cada cultura tiene una evolución y la cultura gitana tiene una evolución diferente a la de la sociedad mayoritaria o latina o árabe. Pero las comparaciones son odiosas. Sí que estamos un poco por detrás. Por ejemplo, a los niños todavía les cuesta entender que pueden dedicarse a otra cosa diferente a la de sus padres que se dedican a la venta ambulante. Piensan que como sus padres trabajan en el mercadillo, también ellos se tienen que dedicar a eso. Pero entre todos, en primer lugar su madre que no quiere ese futuro para él y su entorno, les damos diversas oportunidades. No quiere decir que tengan que ser todos abogados, que estaría muy bien, pero también pueden ser instaladores de aires acondicionados, por ejemplo. Yo soy madre y mis hijos quieren algo más. Su padre es vendedor ambulante y yo soy mediadora social. Por eso, sobre todo nosotras, que trabajamos con niños a través de la Federación Regional Gitana, les intentamos despertar esa curiosidad. Que nadie les diga que pueden o no pueden dedicarse a tal cosa, sino que sean ellos mismos los que elijan lo que quieren ser el día de mañana. Y con nuestro apoyo y el de las instituciones podrán serlo y no hay límites ni barreras que se lo vayan a impedir.


Decís que en Valdepeñas la situación está más normalizada que en otros sitios...


Raquel: Sí, en Valdepeñas llevamos muchos años trabajando por ello. Por ejemplo unos años atrás el absentismo escolar en el pueblo gitano tenía unos números que hoy en día en Valdepeñas ni por asomo. Se podría decir que prácticamente está erradicado en ese sentido. Va evolucionando. Igual para ellos antes la educación no era algo fundamental pero ahora los padres se están dando cuenta de que, si lo que quieren es mejorar el futuro de sus hijos, tiene que empezar por ahí. Y eso es un paso que aquí está conseguido pero en otras localidades no y a veces parece que hablemos de mundos diferentes. Cambiar de población, aunque sea a 60 kilómetros, es otro mundo. Y en Valdepeñas lo hemos conseguido y eso es bueno para el pueblo gitano, para la sociedad y sobre todo para los niños.


S: Pero hay que seguir trabajando. Porque todavía seguimos con ciertos comentarios. El peor comentario que me pueden hacer es que yo no parezco gitana. ¿Qué idea tenemos del gitano? ¿Por qué? ¿Porque yo voy con un pantalón vaquero y una camiseta? ¿Tengo que llevar mandil para parecer gitana? Soy gitana pero también soy madre, soy trabajadora, voy a las reuniones del colegio de mis hijos y eso no quita que yo sea partícipe de mi cultura y la viva en consecuencia en mi vida diaria. Pero también soy valdepeñera, castellano-manchega, española y tengo que vivir de acuerdo con eso también.


¿Habéis notado alguna vez de llegar a algún sitio y que la gente os tenga miedo por la fama de delincuencia y robos que rodea a los gitanos?


S: Afortunadamente mis padres nos han educado en que ser gitano no es algo malo, sino alguno bueno. Y yo nunca me he sentido discriminada por ser gitana. Si me ha pasado algo malo lo he achacado a otras cosas. Pero es cierto que algunas veces siguen pasando cosas como unas chicas que vinieron el año pasado a comprar a una perfumería y la gente les seguía. Esas actitudes sí que hacen mella en la gente. Y hay gitanos que nos lo tomamos de una manera positiva pero hay otra que se lo toma muy mal porque piensan que las están juzgando sin conocerlas. He puesto el ejemplo del comercio pero igualmente lo puedo poner de un niño en un centro educativo. Muchas veces pensamos que falta un lápiz y ha sido el gitano. O porque el niño sea gitano no va a participar en ciertas actividades. Y a lo mejor es el que más participa o el que más se involucra. Pero hay que conocer a las personas. Yo invito a todo el mundo a que nos conozca porque hay gitanos buenos y malos igual que hay valdepeñeros buenos y malos. Cuando tú conoces a alguien, tu perspectiva cambia.


¿Cuántas familias componen actualmente la comunidad gitana de Valdepeñas?


S: Seremos en torno a unas 80 ó 90 familias con nuestra vida cotidiana, con nuestra problemática, con nuestras cosas buenas, con nuestras cosas malas, pero intentando siempre prosperar y darle siempre lo mejor a nuestros hijos. Nosotros llevamos trabajando 16 años con las familias y ellos ya tienen interiorizado que el camino para que sus niños tengan lo mejor en esta vida es la educación. La idea es que los niños tengan una alternativa.


¿Cómo trabajais con ellos en estos talleres?


R: Principalmente les apoyamos en el ámbito escolar con los deberes y reforzamos las materias en las que van más desfasados para que puedan seguir el ritmo del resto de sus compañeros y no exista ahí un hándicap o diferencia por ser lo que son o vivir donde viven. Y luego también tienen una parte lúdica porque ellos pasan por las mañanas seis horas en clase, comen, se vienen aquí y también se sientan como en clase. Por eso hacemos manualidades, juegos, para que tengan una motivación para venir.


S: Aquí creamos un aula de convivencia. Porque si bajamos al parque, hay niños que no son gitanos y ahí da igual si eres gitano. Intentamos que las barreras, que pueden existir en otros lugares o en otros ámbitos, aquí no existan. Son niños que juegan a la pelota y si tienen que discutir, que discutan, y si se tienen que llevar bien, que se lleven bien, pero siempre como individuos y no encasillándose en nada. Son niños, simplemente.


También hay muchas tradiciones en torno al pueblo gitano, algunas muy curiosas, como la famosa prueba del pañuelo, que no sé si siguen haciendo en la actualidad...


R: Los Gipsy Kings han hecho mucho daño a la cultura gitana porque es un programa que quiere mostrar la cultura gitana pero no la muestra como es, es un show televisivo.


S: La prueba del pañuelo se sigue haciendo pero lo que hay que dejar claro es que cada mujer decide libremente hacérsela o no hacérsela. La libertad por encima de todo. Ella es libre de decidir.


¿Por qué te sientes orgullosa de ser gitana?


S: Me siento orgullosa de ser gitana porque tenemos valores que creo que se están perdiendo y nosotros todavía los preservamos. Preservamos el respeto a los mayores, el proteger a nuestros niños, el derecho a la libertad, a la elección, siempre tú eliges. 


¿Qué le dirías a la sociedad para que cambien la percepción y las ideas que tienen sobre el pueblo gitano?


S: Condicionados estamos todos los seres humanos por la sociedad, por la educación, por la cultura, así que la libertad pura no existe pero la libertad como individuo, seas o no gitano, la tenemos. Por eso, yo diría a la sociedad que si no conocen, no juzguen. Y si pueden conocer, que conozcan. Que siempre habrá gente buena, gente mala y gente regular.