viernes, 19 de abril de 2024, 01:45

Bodegas Márquez

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Cuatro etiquetas representativas de las desaparecidas: "Bodegas Márquez", fundadas en 1882, en Valdepeñas por don Valentín Márquez Giménez, que, posteriormente, pasaron a su hijo Rafael Márquez García y, tras la muerte de este a sus vástagos: Miguel, Valentín y Antonio Márquez Megía, tercera generación de vinateros clásicos y de cosecha propia, que se dejaron la piel trabajando y las mantuvieron abiertas y funcionado bien hasta hace unos años, no muchos, en que se jubilaron dos de los socios-propietarios.





Las nombradas bodegas, que eran de las antiguas y típicas centenarias de la: "Ciudad del Vino", estaban situadas en la calle: Travesía Unión, 14, donde todavía existen y, actualmente, se han puesta a la venta por decisión familiar, ya que, al jubilarse los dos hermanos mayores, el otro socio que quedaba no quiso continuar con ellas, ni con el negocio de vinos.

 



LA ELABORACIÓN

 



Dicha empresa familiar, elaboraban el vino tradicional de Valdepeñas en tinajas de barro de 400 y 500 arrobas, pero también envejecían en roble, especialmente la marca: "Las Cabezas", que era un tinto extraordinario y de los pocos que tenían el sabor del vino clásico de Valdepeñas, que, personalmente, me gustaba mucho y ya casi no se encuentra, dado que, la elaboración es distinta y el envase también, porque pocas bodegas hacen ya vino en tinajas de barro o cemento, la mayoría han pasado a los depósitos de acero inoxidable-que es el futuro...-, donde se controla todo de forma automática y ya no hay fermentación natural- tumultuosa-, que, en el tinto es un espectáculo digno de verse, cuando el vino "hierve" y brota de la tinaja y mancha las blancas y encaladas, impolutas paredes de las bodegas viejas, aquellas emblemáticas y cargadas de historias, que les dieron la fama al: "Valdepeñas" clarete o "aloque" y que hoy están casi todas desaparecidas, porque "el pez grande se come al chico" y los pequeños bodegueros no pueden competir con los grandes grupos vinateros que, en la actualidad hay instalados en la patria chica de: Juan Alcaide, Gregorio Prieto, Francisco Nieva y Sagrarito Torres, entre otros/as.

 



HOMENAJE.



Sirvan estas breves líneas escritas con la sangre roja de mi corazón lacerado de homenaje a una familia, una saga histórica de bodegueros valdepeñeros, que lucharon mucho en el difícil y complejo mundo del vino, en los tiempos que corren, y cuyo mercado de venta era en España, particularmente: Madrid y Andalucía, que han sido siempre los tradiciones de los caldos valdepeñeros, desde que, en 1861 se puso en funcionamiento el famoso: "Tren del Vino", que, diariamente salía de la Estación de Ferrocarril de mi ciudad natal con destino a la: "Villa y Corte"; convoy que arrastraba 25-30 vagones cargados de pellejos de piel de cabra-los mejores para el transporte y conservación del vino- del mosto fermentado de las uvas, del néctar báquico de Valdepeñas, mi patria chica, mi ínsula báquica, mi Atenas, mi Alejandría, mi ciudad-isla de amor y llanto...