La Agrupación de Cofradías y Hermandades de Semana Santa eligió como pregonero de la Semana Santa de este año al periodista Javier Ruiz. Natural de Ciudad Real, este dominador de las ondas radiofónicas se confiesa amante de la Semana Santa, es hermano de la Hermandad de Las Palmas de la capital provincial y le gusta conocer cómo se vive esta Semana de Pasión en distintas ciudades porque a través de ella se puede llegar a saber cómo son y cómo sienten sus ciudadanos. Hemos hablado con Javier Ruiz, pregonero de esta Semana Santa.
Cuando te llamaron para ser pregonero de la Semana Santa de Valdepeñas. ¿Qué fue lo primero en que pensaste?
Una gran alegría porque mis dos primeros años de profesión periodística fueron en Valdepeñas. No había terminado todavía la carrera y me fui dos años a Onda Cero Valdepeñas que siempre digo que son dos de los mejores años de mi vida. Por lo que la verdad es que muy contento porque allí tengo a muchos amigos.
Ya has dado otros pregones de Semana Santa en otras localidades. ¿Qué ingredientes tiene que tener un buen pregón?
Un buen pregón debe de emocionar porque las personas que van a ir a verlo ya saben a lo que van. Entonces tú tienes que buscar algo que les emocione. Tienes que buscar esos momentos únicos e irrepetibles. Es un pregón muy de ciudad en el sentido de que la Semana Santa es lo más hondo, lo más profundo de nuestras raíces, de nuestra forma de ser, y la manifestación que un pueblo hace de la pasión y muerte de Cristo te da indicios de cómo es ese pueblo, de cómo son sus sentimientos. Por eso va muy ligado también al pueblo. Lo que quiero hacer es buscar ese pellizco para que quien vaya a ver el pregón crea que ha merecido la pena.
¿Qué significa para ti ser el pregonero de la Semana Santa de Valdepeñas?
Un honor muy grande porque en la Muy Heroica Ciudad de Valdepeñas labré mis armas como periodista, como informador, dejé muchísimos amigos, es una ciudad a la que quiero enormemente. Mi paso por Valdepeñas ha dejado huellas en mí para toda la vida. Por ejemplo, me aficioné al mundo del vino en Valdepeñas. Ahora me encanta, soy un gran aficionado al mundo del vino y esa afición la adquirí en Valdepeñas, donde se va de vinos, no se va de cañas. Para mí ser el pregonero de Valdepeñas es uno de los honores más grandes porque la ciudad forma parte de mi vida.
¿Eres cofrade de alguna hermandad?
De la Hermandad de Las Palmas de Ciudad Real, la de la borriquita, la que sale el Domingo de Ramos, que es la hermandad de mi colegio. En ella he dado alguna vez un pregón y algunas veces salgo en ella. Luego también soy hermano de la Virgen del Prado de Ciudad Real pero no es una hermandad de Semana Santa, es la patrona de la ciudad.
¿Cómo vive Javier Ruiz la Semana Santa?
Muy intensamente. Es una semana que siempre me reservo porque me apasiona, la vengo siguiendo desde hace mucho tiempo, me gusta ver sitios distintos porque se aprende mucho. Siempre me ha gustado estar ligado a la que pertenezco pero cuando estuve en Valdepeñas conocí la de allí, conozco las de otras localidades de la provincia, y las Semanas Santas de las grandes ciudades de este país, como Sevilla, Zamora, Málaga… Siempre trato de conocer cosas nuevas porque me parece que es una semana en la que las emociones están a flor de piel, la Semana Santa es una fiesta religiosa pero también es una fiesta de los sentidos, con la vista, el olfato, el oído, todos los sentidos trabajan.
¿Cómo es el pregón que has dado en Valdepeñas?
Es un pregón muy de la ciudad de Valdepeñas, ligado a lo que Valdepeñas supone para mí, el amor a su cultura, a su historia, ya que la localidad tiene una historia impresionante. El orgullo de ser valdepeñero con ese 6 de junio que supone un hito en la historia de España, que cambió el curso de la Guerra de la Independencia. Sin Valdepeñas no se entiende Bailén y sin Bailén no se entiende la derrota napoleónica en España y cómo el mayor ejército de Europa en ese momento cae con figuras como Chaleco, La Galana, Calao… Después tenemos a Bernardo de Balbuena, Juan Alcaide, Gregorio Prieto,… Valdepeñas es cuna de grandísimos artistas. Además, hice un pequeño recorrido por la Semana Santa pero sobre todo es un pregón muy de ciudad, de lo que Valdepeñas supone para el vino también. Fíjate qué paralelismo, Cristo en la Última Cena utiliza el vino que convierte en sangre y eso se recuerda en cada Eucaristía, la transformación del pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo. Fíjate si se puede ahí entroncar Valdepeñas y la Semana Santa a través del vino y la sangre de Cristo.
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