La taberna de Antonio Sánchez
Mi colega Antonio Pasies, que es tan "tabernicola" -amante de las tabernas centenarias- (como un tal Joaquin Brotons Peñasco, que es el autor de este breve texto), publicó en 2017 ediciones: "La Librería" esta joya que ilustra el escrito, en el que hace un muy acertado recorrido por la historia documentada de la mítica: "Taberna de Antonio Sánchez", que fue fundada en Madrid, en 1787, siendo la más antigua de todas y mejor conservada de la "Villa y Corte", dado que, todavía mantiene la caja registradora centenaria, que funcionaba con pesetas; la lámpara de gas que iluminaba el local, antes de que existiera la electricidad; el viejo reloj de ojo de buey que tiene más de 100 años y sigue funcionando; y el artilugio con el que subían desde la cueva y las tinajas de barro las frascas de vino, que le servían de las bodegas de mi padre y mis tíos, cuya razón social era: "Bodegas de Matías Brotons y Hermanos", fundadas en 1920, en Valdepeñas bajo el nombre de "Bodegas Sta. Pola", donde con el vino que elaboraba mi papá Francisco Brotons Gonzálvez tenían tertulia semanal personalidades del mundo de la cultura, la medicina, el espectáculo, los toros..., entre los que cabe destacar: Valle-Inclán, Pío Baroja, Gregorio Marañón, Julio Camba, José María de Cossío, Ignacio Zuloaga, Juan Belmonte, Vicente Pastor, Juan Cristóbal, Joaquín Sorolla, Vázquez Díaz y Antonio Díaz Cañabate, abogado, juez, cronista oficial de Madrid, periodista y colaborador del diario: "ABC"-también colaboró en sus últimos años en el rotativo: "El País" y escritor, artífice del libro: "Historia de una Taberna" (Espasa-Calpe, 1947), en el que elogia los vinos que hacía mi procreador.
ANTONIO PASIES.
También lo hace Antonio Pasies Monfort en este imprescindible tomo: "Historia de la Taberna Más Antigua de Madrid -Siglo XVIII- Y otras Viejas Tabernas de Lavapiés", en el que redacta las palabras del eminente doctor Marañón- que fue cliente toda su vida de las bodegas de mi familia-"Vivir es defenderse de la vida, que nos va matando. En esta lucha, la eficacia del vino es incalculable", y añade A. Pasies Monfort: "Estas son las palabras del eminente doctor Gregorio Marañón declarado buen degustador del vino de Valdepeñas y cliente hasta su muerte de las Bodegas Brotons, las mismas bodegas que, hasta su cierre en 1992 , suministraron el vino a Antonio Sánchez. Tenían fama de ser caldos de calidad lo que hacía que también fuesen de lo más caros que se podían comprar en las tabernas madrileñas como vemos en una relación de precios en 1963 que publica el ABC, en el que indica: ...Por último en la famosa taberna de Antonio Sánchez, pintor y ex torero recién operado se eleva el litro de vino a 8 pesetas", cantidad considerable en aquella época, en la que eran muy corriente las meriendas de un trozo de pan, que se empapaba en vino tinto y se le añadía un poco de azúcar.
GLORIA FUERTES.
Y pongo punto y final diciendo que, entre sus ilustres clientes también estaban Camilo José Cela y la añorada poeta, mujer entrañable y adelantada a su tiempo Gloria Fuerte, colega con la que compartí muy a menudo el vino, la poesía y la amistad en esta tasca ilustrada, en la que en el año 1787, cuando reinaba Carlos III ya se servían chatos y cañas de vino de Valdepeñas, la: "Ciudad del Vino", mi patria chica, mi ínsula báquica, mi Atenas, mi Alejandría, mi ciudad-isla de amor y llanto, donde se elaboraba el vino del que el prestigioso escritor Alejandro Dumas escribió: "Era vino de Valdepeñas legítimo, de áspero y excitante sabor. Este vino áspero y espeso que para los buenos bebedores tiene la ventaja de no embriagar".
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