Los últimos trabajos de excavación e investigación realizados en el yacimiento romano de El Peral han arrojado nueva información e importantes hallazgos sobre la bodega datada en el siglo I d.C. aparecida en la zona. Así lo han destacado los responsables de los trabajos que se están llevando a cabo en los últimos meses, financiados por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el Ayuntamiento de Valdepeñas, durante la visita que ha realizado al asentamiento romano el alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín, junto a la teniente de alcalde de Cultura, Vanessa Irla.
De esta forma, el primer edil ha avanzado que el Consistorio seguirá colaborando en los trabajos de investigación a través de los próximos planes de empleo que se vayan convocando porque, según ha indicado, "más allá del valor patrimonial e histórico de la identidad vitivinícola de este conjunto, esto es de todos, nos hace mejores, y viene a demostrar que aparte de que ya sabemos que en el Cerro de las Cabezas 800 años a.C. la viña ya estaba en Valdepeñas, aquí vendríamos a poner en valor la industrialización del vino a través de la cuenca mediterránea".
Y es que este asentamiento viene a demostrar que existió una villa romana que perduró hasta el siglo V d.C., según Domingo Fernández, técnico al frente de los trabajos que se están llevando a cabo, quien ha explicado que "teniendo en cuenta que tenemos antecedentes íberos que relacionan este lugar con el Cerro de las Cabezas, tenemos aquí una continuidad de 800 ó 900 años de la historia de este entorno, lo que tiene su importancia por la zona donde estamos, que nos retrotrae a la época romana con una producción industrial porque la parte de la bodega donde se almacenaba la uva y se elaboraba el mosto tiene unas dimensiones importantes y eso da que pensar en el potencial económico que tenía esta gente y que a lo largo de los siglos se fue perpetuando hasta que llegó un momento de crisis donde dio a la quiebra y se abandonó". Además, este asentamiento hay que relacionarlo con su entorno, El Peral, que conserva restos de lo que tuvo en su día, y también hay que relacionarlo con sus aguas ferruginosas "que seguro tienen mucho que ver con este asentamiento".
Igualmente, en estos trabajos se han descubierto varios tramos de nivel de suelo donde estaban las tinajas, la cella vinaria, la zona de prensado y la sala donde se encerraba la prensa. Además, se han extraído muestras de pólenes y semillas y se van a realizar otra serie de analíticas de residuos para determinar qué tipo de producciones vinícolas se realizaban, según ha indicado Tomás Torres, otro de los encargados de los trabajos de excavación, quien ha destacado que se ha hallado un sillar de un dintel de la portada de la bodega que le ha aportado un nombre y restos de epigrafía que se pueden relacionar con algunas de las primeras manifestaciones de cristianismo en la provincia.