María José García: "En La Alegría de la Huerta Manchega hemos creado conciencia en la sociedad y en nosotros mismos en estos diez años"

El grupo de consumo La Alegría de la Huerta Manchega está de celebración. Cumple diez años trabajando y creando conciencia sobre la importancia de llevar una alimentación saludable, con productos de cercanía y respetuosos con el medio ambiente. Lo han hecho a través de la realización de numerosas actividades a lo largo de este tiempo, desde conferencias, jornadas, talleres o mercadillos. Y precisamente un Mercado de la Tierra es lo que han preparado para conmemorar su décimo aniversario. Será el día 6 de noviembre en el Paseo de la Estación. Nos da todos los detalles y nos hace un balance de estos primeros diez años su responsable, María José García.

¿Cómo recuerdas los inicios de la asociación?

Comenzó en mayo de 2012. Fuimos a unas jornadas de la ONG Justicia Alimentaria y empezamos a ser conscientes del impacto que tenía la alimentación en la salud, en el consumo y en el medio ambiente y pensamos una forma diferente de alimentarnos y consumir. Contactamos con las hortelanas de Ecomoral y empezamos como un grupo de amigos. Cuando terminó el verano habíamos crecido y llegábamos ya a casi 100 personas. Nos apoyamos en un principio en la ONG Justicia Alimentaria y empezamos a organizar jornadas, mercadillos...

¿Con qué objetivos nace La Alegría de la Huerta Manchega?

Nació con tres objetivos. Por un lado, llevar una alimentación saludable y relocalizar nuestra alimentación con proveedores de la zona que respetaran también el medio ambiente. Por otro lado, apoyar el mundo rural, buscar pequeños productores pagando un precio justo evitando intermediarios. Y el tercer objetivo es la incidencia política, es decir, a través de nuestras acciones intentamos concienciar a la gente para un consumo más consciente, que es una herramienta para cambiar nuestra sociedad y puede tener un impacto medioambiental y social.

¿Qué acciones habéis llevado a cabo en estos diez años?

Estos diez años hemos organizado un montón de actividades: jornadas agroecológicas, semanas sin tóxicos, mercadillos, talleres para niños como 'Conoce los alimentos que comes', charlas, cinefórums... Cuando empezamos había un boom de grupos de consumo, en Ciudad Real teníamos muchos contactos, pero nuestro grupo ha logrado mantenerse estable y con un compromiso en la organización de actividades. Al principio tuvimos una evolución rápida porque la gente empezó a estar más concienciada sobre la alimentación y el medio ambiente. Y muchos no sabían cuál era nuestra labor, nos veían como un grupo ecologista, pero luego se han dado cuenta de que somos gente normal que pensamos que la alimentación saludable es importante.

¿Cuántos componentes sois actualmente?

Actualmente somos 65 personas, una gran familia, y la relación entre nosotros es muy importante. Intentamos conocer bien a los productores, hemos ampliando ese número de productores que nos abastecen, y nos interesa sobre todo que sean de la zona y que trabajen acorde a lo que pensamos.

¿Qué balance puedes hacer de este tiempo?

Ha sido bastante positivo. Hubo un boom de grupos de consumo cuando empezamos pero en Valdepeñas siempre hemos tenido una visión clara de lo que queríamos y eso ha hecho que hayamos seguido con actividades y teniendo un equilibrio. Y hemos creado conciencia, no sólo en la sociedad, sino en nosotros mismos. Eso al final crea una estabilidad. Hemos tenido una evolución que ha ido creciendo con retos, con la responsabilidad que supone lo que es una asociación. La pandemia ha hecho mella en muchas asociaciones pero nosotros estamos aquí otra vez.

¿Qué vais a celebrar con motivo de vuestro décimo aniversario?

Lo que más llama la atención a la hora de visibilizar nuestro trabajo son los mercados. Así que vamos a celebrar un Mercado de la Tierra, que será el día 6 de noviembre en el Paseo de la Estación. Mercado con nombre propio, es lo que caracteriza este mercado, todo lo que se expone lo producen las personas que lo venden. Será desde las 11:00 horas hasta las 16:00 horas. Estaremos Quesos de Concha, de la Finca Fuentillezjos(Poblete), verduras de ana y Marivi, de Ecomoral(Moral de Calatrava), chocolate artesano de Adela (Ciudad Real), miel de Agustin de Lizana(Villahermosa), quesos de cabra de Fernando y Eva de la queseria Ortinez (Valdepeñas), frutos secos de Hugo y Maria del Mar de Finca La Melonera(Villahermosa), aceite de la Cooperativa de Colival(Valdepeñas), fruta de Nene, del Valle de Lecrín(Granada), miel Abad de Leonor de Miguelturra,pistachos de Teresa de Maná Pistachos de Villrrobledo,  verduras y hortalizas de Julián y Pilar de Ekotania(Cinco Casas), conservas vegetales de Sagrario de La Verdera(Ciudad Real) y diferentes puestos de artesanía (enea, madera, papel,cerámica, pendientes..), así como la fundacion Fire con sus legumbres, aceites y vinos.

También tendremos música de la valdepeñera Julia Samadhi, catas de productos y actividades infantiles a cargo de monitores de Quijote Ocio.

¿Cómo os ha afectado la pandemia a la hora de poder abasteceros de este tipo de productos?

Ha resultado más difícil organizarnos porque las hortelanas iban repartiendo casa por casa. Antes normalmente nos reuníamos en mismo espacio para comprar. Y la verdad es que en este tiempo ellas han hecho una gran labor. Además, la pandemia también ha influido en las relaciones humanas porque íbamos a recoger la verdura y hablábamos como un grupo de amigos. Y nos está costando volver a lo de antes.

¿Cuál es la importancia de una alimentación saludable y respetuosa con el medio ambiente?

Tiene muchas ventajas. Por un lado, están las ventajas gustativas porque intentamos consumir productos de temporada y eso hace que sean más sabrosos. También está el efecto en el medio ambiente porque no se utilizan productos tóxicos en su cultivo, respetan el medio ambiente y la diversidad de los territorios y también pagamos un precio justo por ellos. Eso tiene efectos en la salud, en el medio ambiente y en la generación de otras formas de vida en el entorno cercano. Además, adquirimos una responsabilidad compartida entre producción y consumo.