sábado, 20 de abril de 2024, 15:40

​Micaela Delgado: “Cuando a la gente le explicas lo que le pasa y lo entiende es más fácil que se cure”

|

NATURA




Pronto hará seis años que Natura abrió sus puertas en Valdepeñas. Dirigido por la fisioterapeuta y osteópata Micaela Delgado Plaza, esta clínica ofrece un tratamiento personalizado al paciente, al que tratan de manera global, porque, como dice, “no hay dos lumbagos iguales”. Además, todo lo trabajan con terapia manual y, sobre todo, se encargan de explicar muy bien al paciente lo que le pasa para que lo entienda y se implique, cambie hábitos, y así pueda curarse antes. Es lo que nos cuenta la responsable de Natura en esta entrevista.


¿Cuántos años lleváis al frente de Natura?


En junio hacemos seis años en Valdepeñas. Yo antes trabajaba en otros sitios y al final decidí montarme mi consulta propia.


¿Cuántos años sumas de trayectoria?


Llevo veinte años trabajando, aunque en Valdepeñas llevo seis.


¿Qué es Natura?


Yo he estado trabajando en muchos sitios privados y en el SESCAM y al final tengo una idea de trabajo que es esto, es Natura. Es mi manera de atender a la gente. Hay muchas maneras, ni mejores, ni peores y ésta es la mía. Es mi forma de trabajar, ofreciendo un tratamiento personalizado. Me gusta mucho la osteopatía, trabajamos todo con terapia manual y se basa en un concepto global de atención al paciente, más holístico. Uno muchos aspectos de la fisioterapia y muchos aspectos de la osteopatía, según las herramientas que necesite. Pero me gusta ver al paciente de manera global y acompañarlo en todo momento. Por eso es todo terapia manual.


¿Qué tipo de tratamientos ofrecéis?


Utilizamos la fisioterapia y la osteopatía. Hacemos terapia cráneo sacral. El cuerpo tiene una respiración primaria que algunas veces se nos atasca en algún sitio. Y esto es importante de normalizar. Por eso decía que no sólo trabajamos un hombro, colocamos una columna, sino que hay que trabajar también el sistema vascular para que circule. No depende sólo de tratar el músculo. Es eso y todo lo de alrededor. Es una manera de tratar a la persona con todo lo que traiga porque no hay dos lumbagos iguales. Uno puede ser más muscular, otro puede ser traumático porque se haya caído y otro puede ser que tenga un problema visceral. Tienes que ver todos estos cajones que trae el paciente y lo tienes que ver entero porque a lo mejor te centras en que sólo va a ser esto y puede que se quede cojo. Y aún así nos equivocamos. Pero hay que verlo en su totalidad.


¿Qué beneficios tiene esa manera de tratar al paciente?


La mayoría de la gente viene por dolor o por una pérdida de función y hay que pensar en darle al paciente calidad de vida. Es verdad que nos desgastamos desde que nacemos, estamos en ese proceso de envejecimiento, pero lo tenemos que acompañar con la mayor calidad de vida posible. Hay que dar calidad, movilidad, fuerza y recursos al cuerpo para sanar porque yo puedo tener dolor en un sitio y al final acabar doliéndome otra cosa por no haber tratado lo primero. Tengo que intentar que el cuerpo no tenga esas compensaciones. Eso es dar recursos, tener margen para lesionarme. Puedo hacer una cosa diez veces y que no me pase nada, pero a la once me pasa. Tengo que tener el cuerpo preparado para que tenga mucho margen para lesionarme porque si tengo el vaso casi lleno, a cuánta gente le da un lumbago cuando va a cepillarse los dientes casi sin hacer ningún esfuerzo. No tenía margen de error. Has agotado todos tus recursos. Así que hay que darle recursos al cuerpo para que se pueda curar. En realidad es el cuerpo el que se cura solo, nosotros le empujamos a que tiene que ir por un sitio u otro pero es el cuerpo el que al final se cura.


¿A qué tipo de pacientes están dirigidos estos tratamientos?


Tenemos un poco de todo. Tengo muchos pacientes que vienen de manera preventiva, que se han curado de una lesión pero cada tres meses se revisan para estar mejor. Y luego tenemos pacientes agudos, que se han hecho por ejemplo un esguince. Y también hay mucho paciente crónico, que ha probado de todo para tratarse. Y a veces no quitamos dolor al cien por cien pero tenemos que darle oxígeno al cuerpo. Lo que más hay es patología crónica y problemas de columna, dolores de espalda. A lo mejor el 80% de nuestros pacientes vienen con problemas de espalda. La columna es el eje de todo. Les digo a mis clientes que es la regleta de enchufes. En cada vértebra tenemos enchufado algo. Ahí está el origen de todo. Todos los pacientes pasan por columna aunque vengan con un problema de rodilla o de hombro.


¿Qué consejo le darías a la gente para que tengan margen de error para lesionarse?


Hay que implicar al paciente en el tratamiento. De nada sirve que hagamos muchas cosas aquí si cuando llega a su casa no cambia hábitos físicos, de hacer ejercicio, hábitos de postura e incluso hábitos de alimentación. Porque si no cambia eso no rompemos el círculo vicioso nunca. Ellos siempre se van con consejos, con tarea, y la tienen que hacer. Importantísimo hacer ejercicio. Cada uno en la medida de lo posible tiene que hacer algo.


Y luego la alimentación es muy importante. Porque si yo estoy cargando todo el rato el estómago, me va a reflejar dolor en la espalda. Si no cambio eso, voy a seguir teniendo dolor reflejo y a lo mejor tengo que quitarme algo que me está sentando mal, o a lo mejor tengo que comer más despacio, o ser más respetuoso con el horario. Se tienen que ir con esta idea de que ellos tienen que hacer su parte, se tienen que implicar en el tratamiento.


¿Quieres añadir algo más?


Cuando tú le explicas al paciente lo que le pasa y por qué le pasa y que el dolor es una alarma que te está diciendo que le hagas caso, tenemos que hacerle caso. Hay gente que viene con un dolor de hombro de hace cuatro años y eso ya es inviable. Pero si has tenido dolor le tienes que hacer caso. Si no le haces caso al cuerpo, el cuerpo te para y te para siempre. Por eso, la prevención es importante porque así la lesión no es tan cruenta. Tenemos que hacernos más caso. Y también hacer prevención. Hay que coger buenos hábitos, hay que educar. Y cuando a la gente le explicas lo que le pasa es más fácil que se cure.