Los hosteleros de Valdepeñas se han vuelto a concentrar este jueves por segundo día consecutivo en la Plaza de España para mostrar su rechazo a la orden de cierre de sus establecimientos dictada por Sanidad al pasar Valdepeñas a nivel 3 reforzado por el aumento de contagios de coronavirus. Cerca de medio centenar de personas se han dado cita en un acto en el que han dado lectura a un manifiesto en el que han mostrado su total desacuerdo con la orden de cierre de sus establecimientos por "ser discriminativa e ineficaz ante la contención de la pandemia".
Y es que, como han señalado, "no somos la solución, dado que no somos el problema", según Antonio Gutiérrez, portavoz del sector de hosteleros de Valdepeñas. "Si fuéramos la solución estaríamos encantados de cerrar y ser con ello parte importante de la solución de esta pandemia pero ni somos tan importantes ni es así de sencillo; el virus no distingue un bar de un supermercado, un autobús o una reunión de amigos o familiares", ha indicado.
Por ello, los hosteleros consideran que, al ser muchos y diversos los sitios y situaciones en los que el virus se puede contagiar, el cierre de sus establecimientos es "una medida discriminatoria e ineficaz para la contención de los contagios, de tal modo que podríamos permanecer cerrados indefinidamente y no por ello disminuiría la cifra de contagios suficientemente; somos un eslabón más de la cadena como lo somos de la economía".
Y es que apuntan a que "de nada sirve cerrar los bares si sus vecinos pueden trasladarse a otras a tomar algo, de nada sirve desinfectar las sillas y mesas cada vez que se levanta un cliente si eso no se hace en los bancos o centros de salud; de nada sirve controlar el aforo en nuestros establecimientos si no se controlan los centros comerciales o medios de transporte; de nada sirve que el personal lleve puesta su mascarilla durante la jornada laboral si eso mismo no se hace con rigor en otros trabajos".
Por eso, los hosteleros de Valdepeñas piden que se establezcan medidas para la contención del virus que les permitan mantener su actividad, que sean equitativas para otros sectores y ámbitos y que sean llevadas a cabo por todos para ganar eficacia en la lucha contra el virus y dejar de ser injustamente discriminados respecto a otros sectores y ciudadanos, pues el cierre de la hostelería "no ha demostrado que baje los contagios y sí que arruina a muchas familias".