El sector de la hostelería es uno de los que más han sufrido los efectos colaterales de la pandemia de coronavirus. Las restricciones marcadas desde Sanidad para evitar contagios han llevado a muchos establecimientos a echar el cierre durante meses. Los que tenían terraza podían seguir funcionando de alguna manera, aunque siempre con restricciones de aforo. Desde el sector no se cansan de repetir de que sus establecimientos son seguros si todos cumplimos con las medidas de seguridad. Por eso con motivo del primer año de pandemia hemos querido saber de primera mano la experiencia de uno de estos establecimientos, Hostal Restaurante Valdepeñas, y para eso hemos hablado con su responsable, Longinos Serrano.
¿Cómo resumes este primer año de pandemia en la hostelería?
Horrible. Ha sido horroroso porque pienso que nos han cogido como si fuéramos el "malo" de la película, como si todo el mundo se contagiara en los bares, y realmente en otros países se ha visto que no es así. Por ejemplo en Francia toda la hostelería ha estado tres meses cerrada y han seguido subiendo los contagios. En 2020 Barcelona también cerró la hostelería durante mes y medio y se triplicaron los casos. Con lo cual, no digo que se produzca algún contagio en la hostelería, a pesar de que todos intentamos hacer las cosas lo mejor posible, pero también se pueden contagiar igualmente en otros sitios.
¿Cómo recuerdas esos primeros días en los que se decretó el Estado de Alarma, tuvisteis que cerrar, al igual que otros negocios, y no se sabía cuándo iba a acabar el confinamiento?
Con bastante incertidumbre porque nos pasó a todo el mundo, no sólo a la hostelería, que no teníamos ni idea nadie de lo que se nos venía encima, ni cómo, ni por qué, ni cómo se contagiaba, y salíamos todo el mundo con muchísimo miedo, intentando no tocar nada,... Poco a poco por suerte se ha ido sabiendo cómo se producen los contagios y esperemos que la cuarta ola que parece ser que está a punto de venir no sea tan dura como las demás.
¿Cómo os habéis tenido que adaptar en este tiempo? ¿Habéis tenido que hacer alguna reforma?
No hemos hecho reformas pero sí hemos tenido que cambiar la mentalidad y adaptarnos a las normas establecidas por Sanidad. Los cambios no han sido muy traumáticos. En lo que sí hemos tenido que destinar dinero es en material de protección, como geles y mascarillas. Ha sido un sobrecoste. Pero si podemos estar con ello más seguros, mucho mejor.
Al menos habéis tenido la suerte de tener terraza...
Sí, en diciembre nos cerraron los interiores así que imagina cómo han sido las Navidades sin poder tener comidas ni cenas porque no se podía y porque no se podían ofrecer dentro. Además, las reuniones de gente eran de muy pocas personas y realmente lo pasamos mal. Y mucho peor lo pasaron los que no tienen terraza.
Muchos han tirado del servicio de comida a domicilio. ¿En vuestro caso lo habéis utilizado?
Nosotros lo implantamos durante una temporada pero ahora mismo está un poco parado. Es un punto de venta más.
¿Cuánto calculas que ha podido caer el volumen de negocio respecto a antes de la pandemia?
Nosotros hemos llegado, imagino que como casi todos, a puntos del 50%, del 30%, a días del 60%, y lo que se ha notado mucho es el alojamiento, el hostal en sí. Lógicamente si a la gente no la dejan viajar ni moverse entre provincias o entre comunidades, lógicamente la gente no viene. La gente de Valdepeñas no se va a venir a dormir al hostal ni los que viven en Ciudad Real por ejemplo. A los trabajadores que son de fuera de Valdepeñas pero trabajan aquí sí que les dejan venir y entre semana no estamos funcionando mal en cuanto a alojamiento pero luego llega el fin de semana, que tirábamos de gente que venía a pasar aquí el fin de semana a hacer turismo o gente que venía a una comunión o a una boda o a eventos y todo eso ha desaparecido y se nota bastante.
¿Notáis que la gente tiene miedo de venir por ejemplo al restaurante?
No. Pero hay de todo. Creo que nos estamos mentalizando de que si estás en un sitio interior bien ventilado y mantienes las distancias de seguridad y el uso de gel, no va a pasar nada ni tiene por qué pasar nada.
¿Qué perspectivas tenéis para la época de comuniones?
De momento no va mal. Ya tenemos unas cuantas reservas pero siempre estás con la alerta puesta porque no sabes lo que va a pasar la semana que viene. No sabes si las mesas de 6 las van a bajar a 4, si las reuniones no pueden ser más de 20 ó de 30, así que tanto para nosotros como para el cliente genera un poco de nerviosismo porque no sabes lo que puede pasar justo el día en el que se celebre la comunión.