domingo, 6 de julio de 2025, 07:33

Miguel Ángel Chacón: "Esta Semana Santa debe ser una oportunidad para volver a su esencia, a la muerte y resurrección de Cristo"

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Desde el pasado mes de diciembre es el nuevo hermano mayor de la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, la cual procesiona dos veces cada Semana Santa, en el Domingo de Ramos, con el tradicional borriquillo, y en el Sábado Santo, con la imagen de su titular. Y aunque es muy joven, Miguel Ángel Chacón aceptó el reto de ponerse al frente de esta hermandad valdepeñera después de haber dirigido su Grupo Joven. Lo hace precisamente en una atípica Semana Santa en la que, a diferencia del año pasado, se podrán celebrar algunos actos litúrgicos que permitirán, según él mismo afirma, volver a su esencia, a vivir la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo desde el interior y vivirla de manera muy profunda.


¿Desde cuándo llevas como hermano mayor?


El 18 de diciembre se hicieron las elecciones de acuerdo a las medidas sanitarias y con restricciones de aforo. Todo surgió porque internamente desde la hermandad hubo gente que me animó porque los tiempos actuales, con la pandemia, son un poco complicados, y necesitan de gente joven. Nos apoyó la junta directiva anterior para que nos presentáramos y aquí estamos. Yo llevaba mucho tiempo en la hermandad, así que tengo experiencia pero por mi juventud tengo que ir aprendiendo y con ayuda de gente que lleva mucho más tiempo en la hermandad, vamos adelante.


¿Qué significa para ti ser el hermano mayor?


Para mí es muchísima responsabilidad pero también es algo a lo que le dedicas mucho tiempo, que pasas muchas noches en vela y con muchas preocupaciones, pero es muy gratificante cuando todo el trabajo que se hace y se desempeña por la junta directiva para que todo salga bien, es un orgullo muy grande. Intentamos hacer los actos y los cultos de la mejor manera posible y el tiempo que le dedicas se compensa con el disfrute, con la convivencia con los hermanos y con la preparación de los cultos.


¿Cómo estás viviendo tu primera Semana Santa como hermano mayor?


Distinta. Nunca hubiéramos pensado que fuéramos a vivir algo así. Y menos ser hermano mayor y empezar con mi primera Semana Santa en estas circunstancias. Pero nos estamos apañando muy bien, todos mucho más unidos que nunca en la oración e intentando trabajar por los hermanos y acercar la imagen, nuestra amantísima titular a todos,  en estos tiempos tan complicados en los que tanto la necesitamos cerca de nosotros.


¿Es duro para vosotros no poder sacar las procesiones a la calle?


Sí, porque al fin y al cabo la Estación de Penitencia es un momento, unas horas  por la tarde, pero es el resultado del esfuerzo de todo un año trabajando y de la realización de actividades para aumentar el patrimonio, para su conservación y de una manera u otra es demostrar en una tarde lo que es la hermandad a lo largo de todo un año. Salir con tu titular por las calles, hacer que la gente se emocione y ver las caras  de emoción de la gente y el fervor que se respira en Semana Santa hacia nuestros titulares es algo que no se sustituye con nada. Cierto es que la Semana Santa se va a seguir celebrando porque no se ha suspendido. Se va a hacer de una manera más interna y esta Semana Santa también nos ayuda a vivir desde la unión de todos los hermanos la espiritualidad interior. Se están buscando actividades que nunca antes se han realizado y quizás de ahí podemos sacar muy buenos frutos con más actos de oración y cuidando la oración en grupo que la estética en la calle como íbamos buscando otros años.


¿Qué actos habéis preparado en sustitución de esa procesión?


El Domingo de Ramos empezamos con la veneración de la figura de La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Lo hicimos en la capilla de Fátima y el pueblo de Valdepeñas se volcó y respetando las medidas de seguridad, la distancia y el aforo restringido dentro de la capilla se pudo celebrar el acto bastante bien y sin ningún problema. Para el Sábado Santo se va a hacer una veneración de la imagen, que ya está en su iglesia desde las 10:00 hasta las 14:30 horas para que todo el mundo pueda verla. A las 12:00 horas el Grupo Joven ha organizado su tradicional oración que se venía realizando en el guardapasos donde se preparaba a la Virgen para su salida procesional pero que este año debido a las circunstancias se hará en la parroquia. El año pasado se hizo a través de Internet. Este año podemos agradecer que podemos volver a reunirnos en torno a la titular en una oración. Y por la tarde estamos preparando un acto con muchas ganas, que es el rezo del Diamatris. Es una práctica piadosa que se realiza a las imágenes de la Virgen especialmente en el Sábado Santo que consiste en un camino por el que se va reflexionando acerca de los dolores que tuvo la Virgen a lo largo de su vida. Tenemos mucha ilusión porque creemos que va a ser un acto en el que la gente va a tener esa sensación de expresar sentimientos de intimidad ante nuestra titular y pensamos que a los hermanos les va a gustar. El aforo es restringido a 50 personas y en unas horas se llenó el aforo con los hermanos de la hermandad porque era bajo inscripción previa.


¿Cómo valoras el trabajo del Grupo Joven que continúa su labor después de tu marcha?


El Grupo Joven está celebrando su quinto aniversario y como yo estuve ahí promoviéndolo, tengo muchas ganas de celebrarlo. Se ha visto que ni la pandemia ni nada los ha parado.  Es un orgullo ver que se sigue trabajando y se sigue luchando por lo que comenzamos y ver que está entrando gente nueva, con nuevas ideas y con más ganas de trabajar, en estos tiempos que corren, me hace sentirme muy contento.


¿Cómo invitarías a la gente a vivir esta Semana Santa tan diferente?


Primero a pensar y darnos cuenta de que la Semana Santa es un trabajo que las hermandades hacen pero que nos tiene que tocar a cada uno de nosotros seamos o no cofrades. Lo que se está celebrando esta semana, que es la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo es algo muy trascendental a lo largo de la historia tanto para los creyentes como para los no creyentes. Entonces si todos podemos conseguir una pequeña reflexión, un momento de oración, aumentar esa oración diaria si ya la tenemos y profundizar en los misterios que celebramos, puede ser una Semana Santa muy provechosa para la gente. Normalmente la Semana Santa entre familia, comidas, amigos, hace que pierda la esencia de lo que estamos celebrando. Debe ser un año con una oportunidad importante el hecho de volver a la esencia, a la muerte y  resurrección de Cristo y vivirla de manera muy profunda.