sábado, 24 de mayo de 2025, 06:03

Julia Samadhi: “Todavía guardo una hoja de laurel junto con mi virgen en el monedero para atraer la suerte y el dinero, como me enseñó mi abuela Bernarda”

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Llega el Domingo de Ramos junto con el olor a hierba recién nacida y recuerdos de nuestra infancia. Las memorias sobre los momentos felices y la gente amada. Un momento idóneo para homenajear a nuestros seres queridos, a los que están a nuestro lado y los que se quedaron en nuestras almas.


La artista valdepeñera, nuestra cantante Julia Samadhi, emprende una campaña social #lananademimama. Es una llamada a todas las personas que quieren rendir un homenaje a sus madres, abuelas, tías, madrinas, maestras a través de los recuerdos plasmados en un relato, dibujo o canción que saca a la luz nuestras vivencias felices, el amor y el cariño que recibimos de las mujeres especiales.


En la primera publicación #JuliaSamadhi a través de la canción “Contigo en la distancia” comparte sus momentos especiales con la abuela Bernarda, pasando un año de duelo. Justamente hace 363 días, la pandemia se llevó a su abuela. Fue el 26 de marzo de 2021. Igual que muchas familias españolas que perdieron a sus seres queridos en la primera ola de la Covid-19, ni Julia, ni su madre no han podido acompañar a Bernarda en su último momento: falleció sola en el hospital.

“Ese día decidí no posponer más sacar mis composiciones a la luz. Cuánto me hubiera encantado enseñárselas a mi abuela… y que ella viera el coraje que saqué para crear y producir yo misma ALQUIMIA (mi primer EP). El disco en honor a ella y a mi madre quienes no pudieron dedicarse a la música por su contexto histórico. Y yo sí” – recuerda Julia Samadhi.


Cómo no, el homenaje de Julia a su abuela es una canción. No solo porque es una cantante profesional, sino porque serlo había sido el sueño de su abuela. No fue un sueño frustrado de Bernarda… Era un sueño mágico e ingenuo, discreto y casi secreto. La abuela, profundamente creyente y también naifmente supersticiosa, cogía a la bebé Julia y le cortaba las uñas detrás de la puerta, mientras le cantaba una preciosa canción. Era ritual mágico que debía darle a la pequeña una voz dulce y potente, un talento de cantante. Será la herencia genética de la abuela Bernarda o sus brujerías, pero todos en la familia tienen don de cantar: “Cosas de abuelas, jejeje… Este ritual lo hizo con mi madre, conmigo y con mis hermanos. ¡Y todos cantamos! Aunque soy yo la única que ha querido profesionalizarse” – recuerda Julia con la sonrisa cálida.


El Domingo de Ramos abre el portal de la Semana Santa. Este año, igual que el año pasado, privamos de lujo (ahora sí que sabemos que juntarnos en la familia, ir a la misa o ver una procesión es un lujo para valorarlo) de juntarnos para celebrar estas fiestas que nutren nuestra espiritualidad. Exactamente por eso, Julia escogió las redes sociales como una plataforma para manifestar su unión con la gente amada. Sin poder visitar la tumba de su abuela por estar en otra provincia, pero con todo el poder de darle las gracias a través de su arte. Ésta es la esencia de las redes sociales, ¿verdad? No tragar los anuncios y consumir sin sentido, sino estar en contacto con nuestra gente, compartir las cosas importantes, poder transmitir nuestras ideas y arte.


“He escogido estas fechas para homenajear a las mujeres de mi familia porque la Semana Santa era muy especial para la abuela. Mi madre recuerda como su mamá se preparaba para las fiestas, organizando con antelación la comida para toda la semana. ¡Un montón de las torrijas ricas para liberarse del deber de cocinar para poder atender a todas las procesiones! Dice mi madre, que ellas iban a todas las procesiones, incluida la de madrugada, una de las más especiales para mi abuela Bernarda. – cuenta Julia y añade que – Mi abuela era muy religiosa, pero a su manera. Tenía su casa llena de vírgenes y santos… Siempre me daba alguna estampa o me recordaba que metiera una hoja de laurel junto con mi virgen en el monedero para atraer la suerte y el dinero. Y esto lo sigo haciendo, he heredado estas costumbres, así como el coleccionar vírgenes, santos, diosas y otras divinidades de las culturas del mundo”.


El mundo mágico, los milagros de Dios, y los buenos ojos y corazones que los ven y sienten. Esta es la Semana Santa. La abuela Bernarda estaba segura de que su hija Francisca era un milagro del Cielo y ser madre era lo que le daba la razón de su fe. “Cuando mi madre era bebé, cogió una infección de la que muchos niños en aquella época se morían. Entonces, mi abuela dedicó rezos sinfín a Jesús y a la Virgen que finalmente obraron el milagro – salvar a la pequeña, que según los médicos casi no tenía oportunidad de sobrevivir. Así los rezos de mi abuela salvaron a mi madre. Y gracias a esos rezos, como otro milagro, estoy yo aquí, – cuenta Julia y recuerda de la abuela Bernarda que – ella fue la que me enseñó a rezar a Jesusito antes de acostarme, como si le estuviera hablando a un amigo muy importante”.


Después, de mayores, cada uno elegimos nuestro camino, pero estos momentos de amor y espiritualidad nos acompañan a lo largo de toda la vida. Es tiempo idóneo de dar las gracias a todos los seres queridos que nos influyeron con su cariño y profunda bondad. Aunque sea solo a través de nuestros recuerdos.


Os invitamos a disfrutar del maravilloso homenaje de Julia Samadhi a su abuela Bernarda y compartir con el mundo los pensamientos y actos desde el alma. #Lananademimama va a seguir uniendo bonitos homenajes junto con el #díadelamadre2021. Unámonos a Julia Samadhi para decirles palabras importantes a las mujeres de nuestra vida.


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