sábado, 27 de abril de 2024, 06:07

La capilla del Convento de los Padres Trinitarios de Valdepeñas

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Cúpula de la capilla de Jesús Rescatado. Valdepeñas. Fuente: autor.


Valdepeñas guarda muchos rincones que merece la pena visitarse. Uno de ellos, por su importancia y valor artístico, es la Iglesia del Convento de los PP Trinitarios, que encierra en su interior una pequeña joya, un gran tesoro: la capilla de Jesús Rescatado, que alberga uno de los más singulares, destacados y espectaculares ejemplos de pintura mural barroca y una de las pocas completas que existen en Ciudad Real y en Castilla -la Mancha.


En un excelente estado de conservación y recientemente restauradas, destacan por su calidad artística y por su repertorio iconográfico, plagado de mensajes, sorpresas y singularidades, que la hacen única y que vamos a intentar descifrar en este y otros artículos.


La luz, el color, la armonía, junto a símbolos y mensajes; convierten este espacio singular en un universo de divinidad, de devoción y de recogimiento, pero también de ostentación, reflejo del poder civil y religioso. Ingredientes éstos de una época y una cultura con una forma de entender el arte y la religiosidad muy conectados; y de un momento histórico que dará lugar a un nuevo lenguaje y a nuevas formas visuales: el Barroco.


Sea usted creyente o no, esta capilla le dejará sin palabras. Sea por devoción o por el simple disfrute de una maravillosa obra artística… le sorprenderá.


A través de varios artículos intentaré desentrañar estos mensajes; ayudarles a entender e interpretar el lenguaje iconográfico y simbólico que se esconde tras las imágenes. Son, sin duda, mejor ejemplo de cómo imagen y símbolos se conjugan para asombrarnos.


El origen


La historia comienza en Argel, en la Fortaleza de San Miguel de Ultramar, en Mámora, tomada por los berberiscos en 1680. La labor redentora de la Orden Trinitaria en aquellas tierras consigue el rescate de 211 hombres y 17 imágenes dos años después.


Entre ellas, un Ecce Homo (o Cristo atado a la columna). Se le coloca un escapulario con la cruz trinitaria (roja y azul) como "salvoconducto" para dejar pasar la imagen a tierras cristianas y se trae a España.


Durante su traslado desde Sevilla a Madrid en 1682, el fervor popular va en aumento. Se deposita en el Convento de los PP Trinitarios de Madrid. La imagen comienza a conocerse como Jesús del Rescatado. En 1689 se le erigió una capilla, donación de los Duques de Medinaceli, y se le añadirá el apellido de Cristo Rescatado de Medinaceli.


Es tal la devoción que inmediatamente se realizan multitud de copias. Por mediación del prelado del colegio de los PP Trinitarios Fray Gabriel de los Santos y del VII Marqués de Santa Cruz, señor de la villa; una de aquellas primeras copias de la imagen llega a Valdepeñas en 1692, costeada por las limosnas recaudadas entre los fieles. Se coloca en una modesta capilla dentro de los terrenos de la antigua iglesia de San Sebastián.


La necesidad de dar una ubicación acorde a la importancia de la imagen y de favorecer la veneración, que ya había calado en Valdepeñas con el nombre de Cristo Nazareno Rescatado, mueven al procurador de la Orden en la ciudad, fray Juan del Espíritu Santo, a pedir limosnas para la construcción de su primera capilla.


Finalmente, con el apoyo económico del Marqués de Santa Cruz (que quería ser enterrado en ella), las obras comienzan en 1698. Se decide construirla en el lado derecho del crucero anexo a la Iglesia, en el mismo solar de la ermita de San Sebastián.


El proyecto de construcción se encarga a fray Francisco de San José, que ya había realizado el presbiterio del Santuario de Nuestra Señora de las Virtudes de Santa Cruz de Mudela.


La capilla se termina de construir en 1702. Un edificio de formas barrocas plenas, tanto en planta como en alzado. También por mediación del Marqués se cubren, doran y pintan las paredes, con un rico programa iconográfico religioso y civil, que analizaremos en otros capítulos.


Además, se funda la Hermandad de Jesús Rescatado, en ese mismo año de 1702.


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Accesos a la capilla: primer tramo de la bóveda de la nave central, en la que se representa la Batalla de Mámora. Fuente: Uffizzi Conservación y Restauración de Bienes Culturales S.L.




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Grabado de la segunda mitad del s. XIX. Fotografía: obtenida del libro "Jesús Nazareno y Valdepeñas" de Francisco Fernández Fernández. Al pie de la imagen puede leerse la siguiente leyenda:

"VERDADERO RETRATO DE NUESTRO PADRE JESÚS RESCATADO QUE SE VENERA EN EL EXTINGUIDO CONVENTO DE TRINITARIOS DESCALZOS DE LA VILLA DE VALDEPEÑAS DE LA MANCHA, A CUYA IMAGEN CONCEDIÓ 100 DÍAS DE INDULGENCIA, EL EXCELENTÍSIMO SEÑOR CARDENAL ARZOBISPO DE TOLEDO, DON JUAN JOSÉ BONEL Y ORVE, EL DÍA 2 DE AGOSTO DEL AÑO DE 1853 POR REZAR UN CREDO ANTE DICHA IMAGEN". Imágenes obtenidas en obtenidas en: https://ciudadrealsagrada.blogspot.com/




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Cristo Nazareno Rescatado. Talla del taller de imaginería valenciano de José Romero Tena de 1905. Fotografía de Francisco Fernández Fernández, 1911. Extraída en https://ciudadrealsagrada.blogspot.com/







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Esta capilla se encuentra embutida en las construcciones del convento. Al exterior -sólo visible desde dentro del recinto del actual patio del colegio-, presenta muros de mampostería de piedra y encintado de ladrillo, con refuerzos de sillares en la puerta, con cuerpos de diferentes alturas que reproducen al exterior su estructura interior. Fuente: autor.



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Pinturas de la capilla de Jesús Rescatado. Valdepeñas. Fuente: autor.