Campo Santo de mi pueblo,
como me gusta mirarte,
con tus muros encalados,
con tus cipreses gigantes.
Cuando cruzo tu camino
y me detengo a rezar,
siempre me digo bajito:
aquí quiero reposar…
No tengo prisa, eso no,
cuando Dios quiera será,
pero se te ve tan limpio,
tan grande, tan señorial,
que aunque la gente no quiera
del tema, ni oír hablar,
yo, siempre, digo bajito:
aquí quiero reposar…
Si lo meditas despacio, dices:
¡Anda y qué más da¡
Si el polvo vuelve a ser polvo,
dará igual aquí o allá,
se consume la materia,
¿ya que te puede importar?
La idea vuelve a ser firme,
aquí quiero reposar…
Campo Santo de mi pueblo,
donde están todos los míos,
el jardín de mis recuerdos…
Amigos que ya se fueron,
con todos quisiera estar.
ESPERANZA.
Con todo el cariño de una valdepeñera ausente, que nunca se fue.