Los centros educativos trabajan a contrarreloj para poder volver a las clases en septiembre con la mayor normalidad posible. Lo harán siguiendo unos estrictos protocolos con medidas de prevención, higiene y promoción de la salud que garanticen la calidad educativa. Es el caso del colegio Virgen de la Cabeza donde su director, César Caminero, hace una valoración muy positiva de cómo se desarrollaron las clases on line durante el confinamiento, desde mediados de marzo, período en el que las familias respondieron muy bien a pesar de que hubo 18 familias que no tenían ordenador y otras 4 que no tenían acceso a Internet. A todos ellos se les ayudó por parte del centro y de la Junta para que tuvieran las herramientas suficientes. Y ahora la idea es preparar el centro al máximo para que las clases presenciales vuelvan a ser seguras. De todo ello y de las nuevas medidas que se contemplan de cara al nuevo curso hablamos con su director.
¿Cómo ha sido dar clase durante estos meses de confinamiento?
Resulta que de un día a otro tuvimos que cerrar el colegio y dejar de dar clases presenciales. Lo primero que tuvimos que hacer fue organizar las combinaciones de profesorado con las familias y el alumnado. Nos pusimos en contacto con las familias y les dimos los pasos a seguir de manera on line o por teléfono. Empezamos a trabajar con classroom y a través de los grupos de difusión y así es como hemos trabajado en este último trimestre. La verdad es que las familias han respondido muy bien. Me he llevado una sorpresa muy agradable porque han colaborado tanto las familias como los alumnos y era un paso muy difícil de dar.
¿Cómo contempláis el próximo curso?
Hemos presentado un proyecto de capacitación tecnológica del centro en el cual nos hemos formado sobre todo lo relacionado con la informática. Hemos visto aplicaciones nuevas, para ponernos en contacto con el alumnado, nos van a servir para crear, enseñar y dar instrucciones, también hemos aprendido a detectar engaños en la red. Y todo eso ha sido a través de aplicaciones como classroom y skype, todo ello para que si el año que viene ocurriera otra vez algo como lo que ha pasado este año con la pandemia, que no nos pase como este año que, aunque ha salido muy bien, no queremos que haya ningún imprevisto.
Vamos a hacerles de comprar a las familias un ordenador portátil con una serie de requisitos con el fin de que no se queden obsoletos durante cuatro años y de esa manera, si volviese a ocurrir el escenario de una pandemia, tengan una herramienta lista para que los alumnos puedan trabajar desde sus casas.
Además, organizaremos por las tardes los claustros a través de videoconferencias y la comunicación con las familias las haremos también por videoconferencias, por correo electrónico o por teléfono, por lo que es imprescindible contar con ordenadores.
¿Habéis tenido muchos problemas con alumnos que no tuvieran medios tecnológicos para seguir las clases?
En principio hubo 18 familias que no tenían ordenador y nosotros se lo hemos facilitado. Y también hubo 4 familias que no tenían conectividad. Lo comunicamos a la Junta y les facilitaron unas tarjetas 4G para que pudieran tener Internet. Este año vamos a seguir utilizando los libros de papel como siempre pero les aconsejamos que compren ordenadores.
¿Qué normas habéis previsto de cara al nuevo curso?
La Junta nos ha dejado muy claro que tenemos que crear entornos escolares seguros a través de medidas de prevención, higiene y promoción de la salud para garantizar la calidad educativa. Tenemos que posibilitar la detección precoz de los casos a través de protocolos de actuación claros y de coordinación con los agentes implicados. En nuestro centro en principio empezaron planteando una ratio de 1/15, un profesor para 15 alumnos, y luego lo pasamos a 1/20. Después de la mesa sectorial nuestra comunidad alertó que sería por metros cuadrados para ajustarlos al número de alumnos por nivel educativo. Ahora mismo tenemos 11 clases de 70 metros cuadrados y nos faltaban 2. De esa manera conseguíamos que el alumnado estuviera en clase sin mascarilla puesto que tantas horas con mascarilla es insufrible. Por eso, el salón de actos, que tiene 120 metros cuadrados, lo hemos convertido en un aula de Secundaria, y también el taller de tecnología. Con eso conseguimos que los chicos estén en clase sin mascarilla porque tienen una distancia de más de metro y medio que es el que exige la ley.
También vamos a habilitar tres entradas al centro para que en ningún momento haya aglomeraciones de alumnado. Nos han dicho que los padres no pueden acceder al centro a no ser que sean llamados por el equipo directivo para algún tema concreto. Vamos a hacer filas y entradas de manera escalonada con un margen de 10 minutos para los alumnos por diferentes puertas, tanto para Secundaria, Primaria e Infantil. Y lo haremos también con las salidas.
Tendremos dispensadores de gel hidroalcohólico en las tres entradas al centro, tendremos alfombras para desinfectar los zapatos a la entrada y salida y gel también en las aulas. Jabón en los baños y papel para que se puedan secar las manos.
Además, la idea es que el alumnado permanezca el mayor tiempo posible en el mismo aula y que sea el profesorado el que se desplace. Sólo podrán salir para ir a educación física o al recreo.
Imagino que aparte de estas medidas incidiréis mucho también en la limpieza y desinfección del colegio...
Sí, tenemos que realizar un protocolo de actuación a lo largo del próximo curso escolar y desde la Junta nos han dado una serie de puntos como que la limpieza tiene que ser al menos una vez al día. Tendremos que tener especial cuidado también con las superficies de contacto más frecuentes como las puertas, mesas, muebles, perchas... Por eso tendremos a una persona toda la mañana en el centro con el fin de que limpie contínuamente los servicios y por la tardes, como estará cerrado el centro, se hará una limpieza exhaustiva de todo el centro.
Además, tenemos que ventilar las clases contínuamente y todo el centro.
¿Y si se diera el caso de que algún alumno o profesor presentara síntomas?
Además, tenemos que tener también un espacio de aislamiento en caso de que algún profesor o alumno tengamos síntomas de Covid. Tendremos que seguir un protocolo de actuación en el que los alumnos serán acompañados por un profesor a esa sala, se les facilitará una mascarilla quirúrgica y llamaremos al Centro de Salud y a los padres para que nos digan las medidas a tomar.
¿Habéis notado si hay miedo entre los padres de cara a septiembre?
No. Una de las cosas que hicimos cuando empezamos a trabajar en todo este tema fue preguntar a las familias cómo se encontraban y para decirles que estábamos para ayudarles. La verdad es que estoy muy contento con nuestras familias porque hemos trabajado en consonancia, nos han ayudado mucho, nosotros les hemos ayudado en lo que hemos podido. Todo el mundo no lo dice pero sí tenemos nuestros miedos de cómo puede salir esto. Mi intención es que el colegio no se cierre nunca, que lo hagamos lo mejor posible y si una clase tiene que confinarse, que solamente sea una clase pero no todo el centro. Todo ello dependerá también en general de la situación en la que esté Valdepeñas en septiembre y octubre.
¿Continúa abierto el plazo de reserva de plaza y matrícula para el próximo curso?
Todo el tema burocrático se ha ido retrasando. Estábamos en proceso de escolarización, ya salieron las plazas definitivas y después empezó el plazo de matrícula. Del 30 de junio al 6 de julio se matricularon los alumnos de Infantil y Primaria y del 30 de junio al 10 de julio las de Secundaria. Esperamos que los tres niveles empecemos las clases el 10 de septiembre con la mayor normalidad posible.