viernes, 26 de abril de 2024, 04:22

Ana María Ruiz López: "Gracias a los libros los pacientes han disfrutado de una ventana abierta a otras realidades diferentes del drama que estamos viviendo"

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Confiesa que aún se siente "compungida" después de conocer la noticia de que la biblioteca 'Resistiré' que esta valdepeñera puso en marcha en el hospital de IFEMA en plena crisis sanitaria del coronavirus en Madrid vaya a recibir el premio Antonio Sancha de la Asociación de Editores de Madrid. Un reconocimiento muy merecido que en ocasiones anteriores han recibido autores de la talla de Mario Vargas Llosa o Amin Maalouf. Merecido porque gracias a esta enfermera-lectora, como Ana María Ruiz López se define, los enfermos de coronavirus que han ocupado desde finales de marzo este hospital de campaña levantado en IFEMA han podido disfrutar de una ventana abierta a otras realidades diferentes del drama de la pandemia que nos ha tocado vivir. Nos lo cuenta todo en esta entrevista.


¿Cómo surgió poner en marcha la biblioteca 'Resistiré'?


Cuando se abrió el hospital de IFEMA a muchos enfermeros del SUMMA nos destinaron allí para cubrir efectivos. Mi primera guardia fue el 24 de marzo y nada más entrar tuve muy claro que allí hacían falta libros porque el ambiente era desolador, era una nave industrial, en la que cada cama tenía una separación la una de la otra con una distancia de seguridad y había muchísimos pacientes. La presión asistencial era tan alta que a los sanitarios no nos daba tiempo de estar un ratito con los enfermos y así ofrecerles esa parte de atención y más consuelo que intentas siempre ofrecer a un paciente aparte de darle su medicación. Así que me dí cuenta de la necesidad de la compañía que te da un libro. 


Porque tú eres una amante de los libros...


Sí, pertenezco al club de lectura La Chata desde hace seis años, y hablé con mis compañeras y les pedí que hicieran una recopilación de libros y que los desinfectaran para poder ofrecérselos a los pacientes. Durante unos días fui recopilando libros míos, de ellas y de mis vecinos y los eché en el coche. Y el día 30 de marzo cuando mis superiores me dieron la autorización para poder pasar material a los pabellones, puse estos libros en un carro y los ofrecí a los pacientes. Se inauguró así el primer carro de la biblioteca de IFEMA.


Además, creo que han colaborado muchas empresas y particulares en la donación de libros...


Sí, publiqué en una red social una petición de libros para que cada libro que llegara fuera para cada paciente. Mi sorpresa es que llegaron cientos de libros. Al día siguiente una compañera llevó unos cien libros y me tuvo que ayudar una compañera del Samur a colocarlos en otra estantería. Y empezaron a contactar conmigo a través de redes sociales desde particulares, a tiendas, a bibliotecas públicas, ONG's, escritores, y nos empezaron a mandar libros y al tercer o cuarto día tuvimos que parar las donaciones porque ya no cabían más libros. Pasamos de una estantería a un total de siete más un carro móvil pequeño que mandó una biblioteca de Madrid de Soto del Real. Fue muy bonito porque se unieron a mi proyecto una compañera de SAMUR y Protección Civil, un escritor que se llama José Luis Molinero que de manera totalmente altruista ha venido a la biblioteca de IFEMA a ayudar a colocar los libros, a prepararlos y ha hecho una petición de gafas para la presbicia para gente que quería leer y no podía. Mis compañeros del SUMMA se unieron también al proyecto, venían con carritos de supermercado llenos de libros, una compañera se encargaba de poner el nombre de cada paciente en el libro que leían.... Pasaron un montón de cosas bonitas en torno a los libros y a la lectura.


¿Cómo han ayudado los libros a los pacientes de coronavirus?


Les han ayudado de una manera brutal tanto a nivel emocional como físico porque cuando uno está distraído y pensando en otras cosas, en esa ventana abierta que te da un libro a otro mundo, no estás pensando en el dolor o en lo mal que estás y creo que los libros también les han curado.


Creo que tienes muchas anécdotas de esos días porque incluso algún paciente no quería leer y acabó leyendo algún libro...


Sí, eso lo conté en una entrevista que me hicieron en Telemadrid. Hubo muchas anécdotas pero en este caso fue curioso porque era un paciente joven al que acompañé a la biblioteca para que se distrajera. Me contó que nunca había leído un libro porque no le gustaba leer. Entre tanto libro había muchos de gran tamaño de autores como Santiago Posteguillo o Almudena Grandes, que tienen muchas hojas. Y entre ellos apareció 'El Principito'. Lo cogió y se lo leyó.


¿Qué te decían los enfermos sobre esta iniciativa?


Hay un caso muy especial y es que el primer paciente que habló de mi biblioteca, lo hizo en medios de comunicación, y yo no lo sabía. Es periodista y se llama Joan Basterra. Para mí era Juan Ángel. Él estaba bastante 'malito' porque allí había gente que estaban más leves y otros que estaban peor. Y yo por la noche me quedaba pendiente de él para que cuando se quedaba dormido, no se clavara la mascarilla de oxígeno. Un día le dije que le iba a llevar por la mañana un carro de libros para que se entretuviera. Y al día siguiente lo contó en la tele, fue la primera persona que contó la historia del nacimiento de la biblioteca. Y cuando lo ví fue una sorpresa para mí. 


Y en general la gente estaba encantada con los libros. Porque allí no tenían ningún medio de entretenimiento, no había televisión, ni nada, el móvil lo tenían que cargar para utilizarlo... Así que desde el primer momento nos daban las gracias, las señoras estaban deseando de que llegaran las revistas de la semana, y la verdad es que han pasado cosas muy bonitas en IFEMA con el tema de los libros.


Creo que incluso se los podían llevar a casa...


La idea principal era que se los llevaran a casa porque eran para ellos.


¿Y qué ha significado para vosotros el reconocimiento que os ha otorgado la Asociación de Editores de Madrid?


Quiero dejar claro que la idea fue mía pero el reconocimiento es para el conjunto de la biblioteca, en la que hemos estado implicadas muchas personas, como Samur-Protección Civil, José Luis Molinero, muchas bibliotecas pero especialmente la de Soto del Real, ONG's como 'Otro mundo es necesario' y muchas personas anónimas. Por la parte que me toca estoy súper agradecida. Cuando me lo comunicaron no me lo creía porque este premio lo han recibido personas como Mario Vargas Llosa, Amin Maalouf, gente a la que yo admiro un montón, así que estoy compungida aún. 


Ahora que cierran esta semana el hospital de IFEMA. ¿Cómo ha sido tu experiencia? ¿Cómo ha sido trabajar en ese hospital de campaña?


Yo no me considero héroe. Yo soy enfermera-lectora. Y la experiencia ha sido intensa, muy intensa. Yo estoy contando sólo la parte bonita, la de los libros, pero hay otra parte dura, del drama que estamos viviendo en esta crisis. Quiero hacer mención especial a un compañero nuestro del SUMMA 112, Luis, médico que ha fallecido por coronavirus. La experiencia ha sido súper intensa. No quiero decir más porque no quiero contar nada feo. Pero también por mi parte ha sido muy gratificante porque a través de los libros los pacientes han podido disfrutar de una ventana abierta a otras realidades diferentes del drama que estamos viviendo, de la enfermedad.


¿Qué mensaje darías, a partir de la realidad que has vivido en Madrid, a la gente de tu ciudad, Valdepeñas?


Que la gente tenga mucho cuidado. Que tengáis mucho cuidado, que no bajéis la guardia porque entre todos podemos hacerlo. Nadie ha acabado todavía con el 'bicho'. Así que sólo puedo pedir que os cuidéis mucho, por favor. 


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FOTO: Ángel de Antonio (ABC)