viernes, 19 de abril de 2024, 19:37

‘Voluntarios La Solana’, la esencia de un pueblo con alma

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Trabajan duro, y trabajan gratis. No cuentan las horas, sino las personas. No saben hasta cuándo, ni les importa. Se hacen llamar ‘Voluntarios La Solana’ y su sello ha traspasado ya las fronteras locales. Llevan semanas currando sin descanso en la confección de material de protección para los llamados ‘sectores sensibles’. Se apoyan en empresas y particulares que aportan el material. El resto lo hacen sus propias manos. Son ya 30 personas en ‘nómina’. Radio Horizonte ha mantenido una conversación con sus promotores.

Pepe Tercero fue el ideólogo. Contumaz de las redes sociales, se aventuró a hacer un grupo en Facebook, que se desbordó ipso facto. “Cuando vi que en una semana había mil seguidores no me lo creía”, admite. Ahí comenzó la gran movilización. “Empezaron cinco o seis a coser en sus casas, pero en seguida se unió un montón más diciendo que querían ayudarnos”. “La gente está contenta y agradecida”. “Si a una persona que necesita una mascarilla y se la das, le haces un mundo”. En este sentido, defiende el papel de las redes sociales, héroes y villanas al mismo tiempo. Él lo tiene claro: “si se hace un buen uso pueden hacer mucho bien”. Su modesta carpintería se ha convertido en cuartel general.

Sin embargo, la primera chispa de este reguero de pólvora la puso Miriam López, de la que Pepe se valió para viralizarlo en redes. No dudó en poner su número de teléfono y ofrecerse a ayudar. “Estando sana y teniendo un coche para movilizarme…”, dice resuelta. Muy pronto recordó que en La Solana abundaban los talleres de confección, y algunos quedan todavía. “Aquí mucha gente sabe coser y todos tenemos retales en casa”. Dicho y hecho. Eran días donde nuestros sanitarios trabajaban casi huérfanos de protección, echando mano de cualquier cosa. Lo mismo sucedía con el personal de las residencias, o con los conductores de ambulancias, o con la policía, o con la gente de Protección Civil…

Consciente del terreno arenoso que pisaba, usó el conducto reglamentario. “Primero hablé con enfermeras, médicos y con las residencias de La Solana”. “Algunos días colgaba el teléfono a las cuatro de la mañana”. Los profesionales le dieron instrucciones y la animaron, sobre todo cuando vieron los primeros prototipos. El segundo paso era conseguir la materia prima, muy difícil de adquirir en un mercado enloquecido. “Las tiendas de cortinas y otros particulares se volcaron enseguida”.

Cinco horas de costura al día

Antonia Muñoz es amiga de infancia de Pepe y, casualmente, con talento cuando coge aguja e hilo. La ecuación perfecta. Se ha especializado en las batas, hechas con un material específico comprado en la zona de Levante por Santiago Romero de Ávila, propietario de una conocida bodega, que está financiando miles de unidades. Se han repartido en las residencias solaneras, pero también en los hospitales de Manzanares, Alcázar de San Juan y Tomelloso. En estos días cosen otras 520 unidades solicitadas por la Diputación Provincial. Un pedido que llegó a través Gabriel Serrano, que regenta un taller de confección y también está involucrado al máximo en la causa. Antonia cose unas 5 horas diarias. Y no es la única, qué va.

Emoción y satisfacción

Con los ojos enrojecidos, Miriam explica qué le está enseñando esta experiencia. Y no duda. Le emociona el incesante carrusel de ciudadanos anónimos que están abriendo sus puertas, y su corazón. “Me siento muy orgullosa de la gente que está con nosotros y encantada de que nos pidan ayuda”. Un orgullo sano que tiene su prurito local. “Nos dicen que La Solana es el pueblo más solidario de Castilla-La Mancha”.

Los datos dictan sentencia. En estos días han cosido 2.000 batas -más 3.000 que llegaron ya hechas-, 18.000 mascarillas –para adultos y para niños-y 1.800 pantallas, junto a cientos de manguitos, gorros y otros accesorios. En La Solana han repartido material en las residencias de mayores, en el CADIG ‘El Pilar’ y en la Agrupación Local de Protección Civil. También han ayudado al Ayuntamiento a través del departamento de Servicios Sociales. En la provincia, ya hay equipos en Alcázar, Manzanares, Membrilla, Tomelloso, Alhambra, San Carlos del Valle, Ciudad Real o Infantes. La ayuda ha llegado incluso a municipios como Villacañas (Toledo).

A la altura del desafío

‘Voluntarios La Solana’ asume el desafío que ha lanzado, y quiere estar a la altura. Trabajan en perfecta coordinación con las autoridades municipales y con las instituciones sanitarias. Evitan improvisar y han tejido una red que agrupa a no menos de una docena de empresas solaneras, amén de una pequeña legión de vecinos a título particular, con hasta 22 costureras.

Pepe, Miriam y Antonia son una parte del todo. Quieren que su exposición mediática represente al resto, sin excepciones ni distinciones. Nadie es más que nadie, ni tampoco menos. Ante la insistencia, han abierto una colecta voluntaria en varios establecimientos adheridos. Las donaciones llegan y aumentan la autoestima de personas a las que unen un denominador común: ayudar. Tan simple. Tan grande. Ellos, los voluntarios, también son los héroes de nuestros días. Adelante.