Es el flamante ganador de la última edición del Premio de Poesía Juan Alcaide, que organiza la Asociación de Amigos de Juan Alcaide, gracias a su poemario 'Versos del equilibrista'. Hablamos de Carlos Vaquerizo, un poeta de su tiempo que el próximo viernes 23 de noviembre presentará el citado libro en Café con Letras a las 21:00 horas. Un poemario que habla sobre las cuestiones inherentes al ser humano, como el paso del tiempo, el amor, o la búsqueda de uno mismo. De todo ello hemos hablado con él en esta entrevista.
¿Cómo surgió presentar este libro en Café con Letras?
A través de Matías Barchino, me dijo que el mejor sitio para honrar la memoria de Juan Alcaide en Valdepeñas era el Café con Letras. Además, es un sitio muy aparente, con un ambiente cultural muy acogedor y muy cálido y no dudé en ningún momento de la propuesta de Matías. Así que encantado de presentarlo allí.
¿Qué ha significado para Carlos Vaquerizo ganar el Premio de Poesía Juan Alcaide?
La verdad es que es un logro más en mi carrera. Lleva 37 ediciones. Tiene a la Facultad de Letras detrás, a una editorial consolidada como Verbum y la memoria de un gran poeta como Juan Alcaide. Tiene una base que me honra y dignifica al poemario. 37 ediciones no puede mantenerlo cualquiera.
¿Qué has querido transmitir con este libro?
Es una búsqueda de las cuestiones circunstanciales e inherentes del ser humano, como el paso del tiempo, la búsqueda de uno mismo en la infancia a través de la memoria, el amor, es un libro muy humano. También reflexiona sobre la poesía e intento crear un ambiente muy sonoro y armónico, un ritmo muy marcado, con poemas en prosa y con poemas en medida tradicional. Crea un ambiente muy cálido, con imágenes potentes, algunas un poco surrealistas... Creo que la indagación sobre el ser humano es de la manera más lírica que he podido y a la vez he intentado ser cercano.
¿Cuántos poemas componen el libro?
Exactamente no lo sé, pero estarán en torno a 40 poemas.
¿Por qué lo has llamado así, 'Versos del equilibrista'?
Hace referencia a varias cosas. La primera, a que voy alternando la prosa poética con el poema tradicional, que es algo peculiar. En los tres poemarios anteriores no se daba este caso. Pero esencialmente porque intento reflejar la idea de que el poeta y el hombre en general tiene que vivir teniendo mucho cuidado para no caer, es decir, vamos siempre haciendo equilibrismos y vamos siempre entre el éxito y el fracaso, la victoria y la derrota, el amor, el odio, la amistad, las desavenencias, es como la vida misma. El hombre en ese bosque de contrarios tiene que buscar su lugar, su espacio, y tiene que ir sorteando dificultades, como el equilibrista, para seguir en pie y no caer.
¿Qué opinas de que la poesía no tenga tanto tirón hoy en día como la novela?
Creo que ha sido así casi siempre porque la poesía, por ejemplo la que yo hago, es para un lector ya formado, que tiene un paladar literario especial. Un público muy amplio que lea de todo se puede encontrar con la poesía como algo extraño. Y el lector de poesía es alguien especial y te busca. Igual que no es lo mismo ver una película de acción que una película de cine de autor. Mi poesía requiere un lector formado y que está muy ducho en leer símbolos, metáforas, en leer entre líneas, en completar el poema. Eso en la narrativa suele pasar menos. Suele ser mucho más fácil.
¿Cómo invitaría a la gente a que vaya a la presentación del libro en Valdepeñas?
Creo que pasarán un buen rato porque los poemas tienen mucho ritmo. Se entienden muy bien, son claros, son directos. La palabra está muy trabajada y elaborado pero creo que la emoción va a llegar al espectador. Además, estoy acompañado por Alfredo Sánchez, que va a musicar algún poema y además va a ofrecer su repertorio musical, que son poemas en prosa. Yo también invito a todos a que puedan entablar conmigo un debate poético, una conversación poética, y que se dejen llevar por lo que mis poemas le van a sugerir. Seguro que le van a crear muchas sensaciones igual que cuando escuchamos una música cerramos los ojos y vamos a mundos de fantasía, algo así puede experimentar quien acuda al recital.