El pueblo de Valdepeñas no faltó a la cita como cada 7 de septiembre para llenar de flores a la Virgen de Consolación, patrona de la localidad, en la tradicional ofrenda en la que han participado 3.500 personas y más de 60 grupos del tejido asociativo de la Ciudad del Vino. Cientos de particulares y gran multitud de representantes del tejido social, empresarial y educativo, peñas y hermandades de Semana Santa participaron llevando ramos de flores a la Virgen, en un recorrido que partía desde el Convento y llegaba hasta la Plaza de España, donde un grupo de voluntarios se encargaba de colocar todas las flores alrededor de la patrona.
Además, hubo grupos que quisieron dedicar a la Virgen unos cantos y unos bailes como fue el caso de la agrupación musical Maestro Ibáñez, coral Maestro Ibáñez, Unión Musical Ciudad de Valdepeñas, la Banda de Gaitas La Mancha, el coro rociero Santo Cristo, la asociación de folclore Raigambre y la asociación de coros y danzas Fermento.
El multitudinario desfile, que duró en torno a dos horas, lo cerraban los miembros del grupo municipal popular y del Equipo de Gobierno con el alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín, al frente. Como cada año el regidor municipal se dirigió a la Virgen de Consolación para recordar que “estas fiestas se hicieron para cumplir el final de una feliz cosecha que todo aventura a que este año viene muy bien, de fruto y de tiempo, por tanto os pido que ayudéis al vendimiador que se agacha y se humilla ante el fruto de la tierra para poder levantar con dignidad la copa que por vos brinda”.
El alcalde también agradeció a la patrona que haya intervenido ante la climatología y “no haya convertido en tragedia lo que podría haber sido, devolviendo las aguas a su cauce”, en referencia a las inundaciones que sufrió la localidad el pasado mes de mayo. Por último recordó que este es el último año de la legislatura por que dio las gracias “por inspirarnos para hacer de Valdepeñas lo que hoy es, que es un poco peor de lo que está llamada a ser mañana”.
El alcalde de Valdepeñas concluyó su breve intervención con el grito de “¡Viva la virgen de Consolación!” y “¡Viva Valdepeñas!”, al que le siguieron los cientos de asistentes congregados en la ofrenda floral.
También dedicó unas palabras a la Virgen de Consolación el párroco de la Iglesia de la Asunción, Enrique Galán, quien estuvo acompañado por representantes y párrocos de todas las parroquias de Valdepeñas.