Cerca de 6.000 cuerpos humanos es lo que se ha encontrado hasta la fecha durante las obras de restauración de la Iglesia de la Asunción, lo que da lugar a 1.200.000 huesos, la mayoría de ellos, cráneos, y el resto son huesos largos de brazos, piernas, coxis o pelvis. Es lo que ha anunciado el equipo que está trabajando en estas labores de recuperación de los huesos que actualmente se encuentran en 140 sacas en la bóveda principal de la iglesia y están siendo estudiados por dos doctorandos de la Universidad de Granada, que han analizado hasta la fecha 2.264 cráneos. En concreto, Julián Vélez, director de la intervención arqueológica, ha explicado que de los cráneos analizados, 1.243 son varones y 1.201 mujeres.
En cuanto a la edad, hay un mayor número de individuos adultos (21-40 años) con respecto a los maduros (41-60 años) y también hay muchos restos infantiles, lo que demuestra que había una gran mortalidad infantil en aquella época. Además, se han observado que sufrieron diversas patologías, como afecciones maxilodentarias, lesiones de traumatismos, lo que evidencia episodios de violencia interpersonal, o cráneos trepanados.
A falta de un estudio completo, se contempla la hipótesis de que los cuerpos fueron extraídos de las tumbas del subsuelo de la iglesia, mediante la realización de limpiezas de dicho subsuelo y subidos a la bóveda, que se convirtió en el osario del templo parroquial, según Vélez.
En lo que respecta a la datación de los restos localizados, no se conoce la fecha exacta puesto que no han sido sometidos a la prueba de Carbono 14, pero la conclusión a la que se ha llegado es que deben pertenecer a la época situada entre los siglos XV y finales del XVIII, que fue cuando se dejó de enterrar en las iglesias mediante la expedición de la primera Real Cédula de Carlos III, que ordenaba la construcción de cementerios al aire libre y fuera de las ciudades. En concreto, el último enterramiento realizado en la Iglesia de la Asunción se produjo en el año 1.819.
A modo de curiosidad, además de los cadáveres, se han hallado diversos objetos, como pulseras, teas y hasta una cabeza de jabalí.
Hay que recordar que los restos humanos fueron hallados por primera vez hace dos meses cuando finalizó la primera fase de las obras de la iglesia, tal y como ha recordado la arquitecta de las obras de restauración, Gloria Ciudad, quien ha indicado que al iniciar la segunda fase de obras para reforzar la bóveda y limpieza del espacio bajo cubierta de la nave de San Lorenzo y capilla penitencial, se detectó una gran cantidad de escombros acumulados superando el metro de altura, y de una grieta de 10 centímetros de anchura paralela a la fachada norte, la que da a la Plaza de la Constitución, probablemente debida al terremoto de Lisboa de 1.755. Así, la zona en la que se han hallado los restos es de 7 metros de largo, 1,60 metros de ancho y casi 13 metros de profundidad.
El fin de los restos hallados es que vuelvan a su lugar de origen, es decir, el subsuelo de la iglesia de la Asunción, para lo que se construirá una cripta donde serán enterrados, tal y como ha confirmado Vélez.
Además, a finales de mayo las obras de restauración de la Iglesia conllevarán la realización de catas arqueológicas en el suelo del templo, por lo que el arqueólogo ha avanzado que seguramente salgan a la luz más cadáveres, ya que se tiene la certeza de que hay cadáveres enterrados allí, puesto que antiguamente las iglesias eran utilizadas como el cementerio de las poblaciones. E incluso, ha apuntado que "posiblemente parte de la Plaza de España esté llena de enterramientos".
Estas catas arqueológicas permitirán recoger importante información sobre la propia construcción de la iglesia, las criptas y los citados enterramientos que el subsuelo aguarda.
Por último, hay que destacar que, aparte de Julián Vélez y Gloria Ciudad, participan en el proyecto Felipe Ciudad, arqueólogo, y los antropólogos Lydia Sánchez-Barba y Ángel Rubio.