viernes, 26 de abril de 2024, 18:44

El historiador valdepeñero Daniel Marín y su historia del ferrocarril clausuran el XIII Ciclo de Conferencias 'Valdepeñas y su historia'

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El centro cultural La Confianza ha acogido este jueves la segunda y última jornada del XIII Ciclo de Conferencias 'Valdepeñas y su historia' que se ha celebrado durante esta semana, organizado desde el área de Cultura del Ayuntamiento de Valdepeñas. En esta ocasión, el valdepeñero Daniel Marín, licenciado en Historia, ha aprovechado para arrojar de nuevo algo de luz sobre la historia del ferrocarril y lo ha hecho presentando su libro 'El ferrocarril en la provincia de Ciudad Real. Estaciones, líneas y proyectos', el cual se puede adquirir en www.latiendadeloslibros.es y en la biblioteca de la UNED.


Así, en el libro Marín ha intentado revisar algunos datos que eran erróneos, actualizado planimetrías y datos fehacientes con disposición de las estaciones ferroviarias y haciendo otra revisión de la estación de Santa Cruz de Mudela, "que siempre fue un enclave ferroviario importante". Además, también echa un vistazo a lo que pudo ser y no fue, proyectos ferroviarios de nuestro entorno que no vieron la luz como el Valdepeñas-Infantes o el Santa Cruz-Infantes.


Igualmente, Marín recoge algunas anécdotas sobre la historia del ferrocarril. Una de ellas es la referida a lo que la gente de Valdepeñas decía de la estación del tren antes de ser cambiada por la actual. "Todo el mundo sabe que es una estación de dos pisos, más grande e impactante que la que había, y la gente comentaba que el pueblo no se servía de la estación sino que la estación se servía del pueblo porque al parecer, y el ayuntamiento lo confirmaba, en las salas de espera se colaban vagabundos, había pintadas de mal gusto, incluso la gente orinaba dentro, así que se está hablando de una situación y unos hechos concretos que nos están diciendo en este caso que la gente tenía razón y que había que hacer un cambio", según Marín.


Historia


El 24 de mayo de 1861 entraba por vez primera una locomotora en Valdepeñas, inaugurándose el tramo entre Manzanares y Santa Cruz el 21 de abril de 1862. A partir de ese momento la historia de la ciudad del vino quedaría ligada, irremisiblemente, a los caminos de hierro. El tren supuso el medio de transporte perfecto para la comercialización del vino, que experimentaría un crecimiento sin parangón en la localidad. La estación también proporcionó un aliciente a los valdepeñeros para viajar de manera rápida y cómoda, y la creación de una nueva compañía de ferrocarriles económicos, el conocido trenillo, supuso otro hito dentro de la población. La conferencia revisará la historia de los caminos de hierro en Valdepeñas durante la gestión privada.