martes, 16 de abril de 2024, 20:11

Daniel de Campos: “Mi pintura está basada en mi formación, que moldeo a mi gusto, y en mis experiencias por tantos países de América”

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Natural de Viso del Marqués, el artista Daniel de Campos siempre ha estado muy ligado a Valdepeñas. Tanto, que fue nombrado Hijo Adoptivo de Valdepeñas por el Ayuntamiento de la localidad y fue fundador de los Talleres de Artes Plásticas que llevan su nombre y que acaban de cumplir treinta años. El Eco de Valdepeñas ha hablado con él con motivo de la exposición retrospectiva que se inaugurará el viernes 27 de octubre en el Museo Municipal de Valdepeñas, donde podrán verse cerca de medio centenar de obras de 47 años de su trayectoria.


¿Cómo surgen celebrar esta exposición en Valdepeñas?


Sobre todo surge porque yo no había expuesto en Valdepeñas desde el año 2000. Y porque esta exposición es muy diferente. Por aquel entonces expuse obras de aquella época, de 1995 al 2000. A partir del 2000 me marcho de España. Empieza mi época por varios países de América, como Nicaragua, Chile y Colombia. Apenas había expuesto en España y quería hacer una retrospectiva. Es una exposición que abarca 47 años de mi trayectoria. Quería mostrar varias cosas como una primera etapa que nunca la había expuesto que son obras de los 70 y de la última etapa, a partir del 2003. La exposición se divide en tres etapas: 1970-1990, 1990-2003 y desde 2003 a la actualidad.


Además, quería mostrar al público de Valdepeñas en este museo dos cosas. Una es una obra que realicé con motivo del Bicentenario de la Independencia de Colombia en 2010, que es muy diferente a las técnicas que utilizaba y que después de esta exposición irá al Senado. Y sobre todo desde que estaba aquí Esteban López Vega me pidió que hiciera algo sobre el 6 de Junio de 1808. Recuerdo que hice unos pequeños dibujos y en América, después de hacer la obra del Bicentenario de la Independencia de Colombia donde la heroína también es una mujer, dije que cuando regresara a España iba a investigar sobre el 6 de Junio y me iba a plantear mi visión personal sobre ese cuadro histórico. Así que lo que también quería era exponer el cuadro dedicado al 6 de Junio, que es un homenaje a ese heroísmo de Valdepeñas que hay que recordar que fue el primer pueblo, después de Madrid, que se levantó contra los franceses. En el cuadro he recogido a personajes de aquí y quería destacar nuestra juventud, con jóvenes luchando y otros muertos, el papel de las personas mayores y a la mujer, que está representada en tres figuras femeninas.


Y también quería exponer aquí porque siempre he estado muy ligado a Valdepeñas, con la fundación de los Talleres de Artes Plásticas junto a Esteban López Vega, cuando viví aquí hasta los años 90 y después he seguido muy ligado a esta ciudad.


¿Cómo ha evolucionado su arte a lo largo de las diferentes etapas que se muestran en la exposición?


Mi arte ha evolucionado mucho. Los primeros años, en los 70, mis obras tienen un hilo academicista y el dibujo es más importante que el color. Después se va viendo una evolución con obras costumbristas, donde reflejo momentos del pésame en los pueblos cuando se muere alguien, que en aquella época me apetecía hacerlo. Luego hay una época de las grandes composiciones en la que también obtuve bastantes premios y donde casi dejo la academia y empiezo una etapa de semiabstracción, con grandes planos, perspectivas invertidas… Y luego hay otra etapa, que es la de mi experiencia en América, en la que hay otro paisaje, otro paisanaje, otro mundo, otra cultura, y el contacto con los museos, con grandes artistas. Es otra forma de pintar, con otras técnicas que incorporo y un colorido diferente, además de pinturas sociales. Represento la figura de la madre indígena y a mujeres afroamericanas descendientes de los esclavos.


¿Cómo descubrió su amor por la pintura?


Desde muy joven ya dibujaba, siempre me ha gustado dibujar. Con 14 ó 15 años yo estaba en un internado y pintaba. Era autodidacta y me dieron un premio en Madrid donde uno de los miembros del jurado era el arquitecto Miguel Fisac. Él fue el que me dijo que de alguna manera tenía que estudiar arte. Así que empiezo a ir a la Escuela de Artes y Oficios de Ciudad Real antes de terminar el Bachiller. Siempre me ha gustado pero prácticamente arranca a los 15 años. Después haría Bellas Artes y seguiría en ese mundo.


¿Cómo definiría su estilo?


Es algo que han intentado definir los críticos tanto de España como de fuera. Unos me dicen que estoy dentro de la Escuela de Vallecas, otros que tengo una especie de impresionismo abstracto. Pero mi pintura está basada en lo que estudio, en mi formación, que yo moldeo a mi gusto y a mi forma de ser. Y a eso añado mis experiencias por tantos países, ya que me he recorrido todo el mundo americano. Así que definirme con un estilo es muy difícil.


¿Qué han significado los Talleres de Artes Plásticas para el desarrollo de la vida artística de Valdepeñas?


Creo que bastante. En el año 1987 los talleres se iniciaron para dar continuidad a que no se quedase sólo en la Exposición Internacional de Artes Plásticas. Por otro lado, queríamos dar una formación en el mundo de las artes plásticas en Valdepeñas y pretendíamos en aquella época que el Ministerio de Educación pusiese Bellas Artes en Valdepeñas, que era la ilusión de Esteban López Vega, pero era muy difícil. Pero sí que en Valdepeñas, donde había gran cantidad de artistas y se respiraba arte, hubiera una Escuela de Oficios. Lógicamente no se trajo la Escuela ni la Facultad pero fundamos los Talleres y creamos una especie de enseñanza como la que se podía impartir en Bellas Artes. Incorporamos en aquella época grabado, que entonces se hacía muy poco. De hecho, de Valdepeñas han salido, aparte de los Pintores D’Artes, grandes grabadores. Sirvió de formación porque se permitió que muchos jóvenes hiciesen Bellas Artes, e incluso que algunos hicieran algunos cursos de Bellas Artes por libre.


Hoy día, treinta años después, sigue esa ilusión, siguen manteniéndose los talleres, y este año me pidieron que viniera a dar una clase y les ofrecí unas técnicas nuevas que habían salido en sobregrabado.


¿Con qué obra se quedaría de todas las que hay expuestas?


Es difícil de contestar. Me quedaría con tres. La primera sería la del homenaje al 6 de Junio de 1808, que es un cuadro histórico, diferente a los que se hacían hace cien años. Me quedaría con el estudio que hice de una joven, una madre indígena que no tendría más de 14 años. Y con el homenaje al Bicentenario de la Independencia de Colombia.