viernes, 26 de abril de 2024, 16:17

Diferencias entre ser celíaco, tener sensibilidad al gluten o tener alergia al gluten

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No es lo mismo ser celíaco, tener sensibilidad al gluten o tener alergia al gluten. Se trata de tres variaciones de la misma enfermedad, con síntomas parecidos que, en los niños, es importante detectar a tiempo.


El gluten es una proteína de origen vegetal que incluyen determinados cereales como el trigo y todas sus variedades: la cebada, la avena y el centeno. Se encuentra en alimentos como el pan, las pastas, las galletas, las sémolas, la harina, la bollería, los pasteles…


La enfermedad celíaca es un trastorno multisistémico de etiología autoinmune y con marcado condicionamiento genético, que suele debutar en la infancia, pasados los dos años, y que se manifiesta por síntomas digestivos, con un síndrome de mala absorción intestinal con atrofia de las vellosidades intestinales. Sus síntomas son diarrea crónica, distensión abdominal, pérdida del apetito, pérdida de peso, anemia, debilidad, retraso en el crecimiento, náuseas y vómitos, trastornos del carácter y desnutrición.


La sensibilidad al gluten es una enfermedad muy parecida a la celiaquía. El diagnóstico se fundamenta en la exclusión de la enfermedad celíaca, a través de la biopsia intestinal y de la alergia al gluten, con la desaparición de los síntomas y la clara mejoría tras la retirada del gluten de la dieta. Sus síntomas son dolor abdominal intermitente, alteraciones del ritmo intestinal, diarreas frecuentes, hinchazón abdominal, náuseas y vómitos, dolor de cabeza, erupciones cutáneas, dolores articulares y edemas.


La alergia al gluten es una alergia alimenticia mediada por anticuerpos IgE. Sus síntomas son dolor abdominal, vómitos, diarrea, sangrado digestivo, síntomas respiratorios, urticaria, dermatitis y reacción anafiláctica.