Si estás pasando unos días de vacaciones en la playa, puedes seguir tu entrenamiento si eres aficionada al running y a otras actividades deportivas. Y es que en la playa trabajamos más los músculos debido a la resistencia ejercida por la arena, por lo que se convierte en una gran aliada para ponernos en forma. Así que, aparte de relajarte en la toalla y tomarte unas cañas en el chiringuito, haz un hueco al deporte y tu cuerpo y tu salud te lo agradecerán.
En la playa podemos ejercitarnos en tres sitios. En primer lugar, en la arena, realizando multisaltos trabajarás de forma intensa muslos y glúteos con un bajo impacto en las articulaciones. Un ejercicio muy recomendable es caminar de puntillas sobre la arena. Además, la arena es un terreno perfecto para trabajar el equilibrio y evitar lesiones. Por eso, sobre una pierna, prueba a hacer ejercicios estáticos o dinámicos.
El segundo lugar para practicar ejercicios aeróbicos es la orilla del mar. Correr descalza por la línea de la playa húmeda y dura es un excelente entrenamiento para mantener los niveles de capacidad aeróbica. Además, mejorarás tu técnica de carrera por el apoyo del antepié y fortalecerás los gemelos.
Y la tercera opción es el agua del mar. Correr con el agua hasta media pierna es una forma de trabajar la potencia del tren inferior, especialmente los músculos de la parte anterior del muslo.
Y si te quieres divertir con más gente, prueba a practicar voley playa, el deporte playero por excelencia. Con él trabajarás piernas, brazos y glúteos, además de mejorar la resistencia aeróbica, la agilidad y el equilibrio. Además, se suelen consumir unas 600 calorías por hora de ejercicio, es decir, más del doble de cuando se practica voleibol tradicional.
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