El patio del Museo del Vino se ha convertido este sábado en uno de esos típicos patios de vecinos en los que en la Nochebuena todos se juntaban para entonar villancicos. Y es que ha acogido la celebración de la segunda edición de la Zambombá Flamenca organizada por el coro Alma Rociera. Una zambombá que tiene sus orígenes en Jerez de la Frontera, tal y como ha explicado Raquel García Álvarez, miembro del coro Alma Rociera.
Y, como es natural en pleno mes de diciembre y al hacerlo en un patio típico manchego en esta ocasión, no han faltado las hogueras, como en las zambombás originales, para poner un punto de calor al ambiente.
En esta ocasión, los coros que han participado son rocieros, por lo que los villancicos interpretados también han sido rocieros. Así, esta vez han unido sus voces el coro rociero Alma Flamenca de Tomelloso, el coro rociero de la Casa de Andalucía de Aranjuez y el coro rociero Alma Rociera de Valdepeñas.