miércoles, 8 de mayo de 2024, 12:51

Paréntesis democrático

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EFE


Es una frase que hemos oído desde la oposición para calificar al Gobierno de Pedro Sánchez. Y quienes la han pronunciado, no sé si son conscientes, de que esa misma acusación es la que representa, si no, un paréntesis, sí un notable déficit democrático. La democracia se tambalea; pero no por culpa del malvado, rojo, comunista, Pedro Sánchez. No. La democracia se tambalea por “un populismo” que crece, y crece, y se extiende por todo el mundo. España no es una excepción. El populismo está tomando raíces sólidas en nuestro país.


Defenderse de más que presuntas acusaciones delictivas mediante el manido recurso de que se sufre una persecución política, mediática, policial, judicial e institucional es un recurso populista. Un recurso que causa un daño irreparable a las instituciones y a la misma democracia. No se puede permitir que fenómenos de clara corrupción se pretendan esconder, o al menos justificar, erosionando unas instituciones que, mientras no se demuestre lo contrario, funcionan razonablemente bien, que son orgullo de nuestro país, y la base imprescindible de una buena convivencia.


Un líder político, aunque legitimado por las urnas, no lo está para poner en tela de juicio las instituciones del Estado. Colocar el poder del pueblo por encima de las instituciones que lo rigen, es populismo puro y duro. La democracia nace en las urnas pero se sustenta en su organigrama institucional. No tienen razón los independentistas cuando dicen que la voluntad del pueblo les autoriza a saltarse a la torera la justicia. Por muchas elecciones que gane la presidenta de la comunidad de Madrid, no le dan carta blanca para hacer y decir lo que le venga en ganas.


Un paréntesis democrático lo constituyen algunos de los señores diputados con su actitud en el Congreso. No se dan cuenta de que esa dinámica se traslada a la ciudadanía, y que si el ambiente de un país es el mismo que se exhibe en el Congreso de los Diputados, la vida social en este país será insoportable. Nuestros representantes no pueden comportarse como algunos hacen. Los hemos elegido para algo mucho más importante. Los hemos elegido para debatir los problemas que nos afectan. No los hemos elegido para defenderse de sus corruptelas insultando, mintiendo, y faltando a las más elementales formas de convivencia.



Julio García-Casarrubios Sainz

http://juliocasarrubios.blogspot.com