
Durante los últimos años el Gobierno nos ha vendido la necesidad de reivindicación durante la festividad del 8 de Marzo, día de la mujer trabajadora. Sin embargo, esta reclamación no es la real, es decir, no se ajusta al problema existente de las mujeres en este país.
Conforme al artículo 14 de la Constitución Española, “los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.”, esto nos indica que todo español tiene los mismos derechos y deberes ante la ley. Todos tenemos la oportunidad de encontrar trabajo, todos tenemos la capacidad de ganarnos un salario digno; no importa nuestro sexo, religión ni ninguna circunstancia. Tenemos la base, hemos logrado la igualdad legal.
A pesar de tener un ministerio creado exclusivamente para la igualdad de oportunidades, la tasa de paro de las mujeres menores de 25 años en España, en el año 2020 (39,7) ocupa el lugar más alto y más del doble de la media de UE-27 (16,7); en 2021 esto no cambió; el 58,73% del total de parados pertenece al sexo femenino. ¿Por qué ocurre esto? Según las últimas novedades propuestas y sugeridas por este ministerio, para la ministra es más importante que un padre recoja a su hijo del colegio o que limpie la casa antes que su mujer consiga un trabajo digno y se le de oportunidades ante futuros problemas.
La reivindicación del 8 de Marzo es necesaria, las mujeres NECESITAMOS tener voz. No solo voz en la sociedad, si no sentirnos escuchadas por los que se califican feministas y sólo ponen trabas a las pymes y autónomos para contratar mujeres. Actualmente las empresas se ven obligadas a contratar a las personas que se les insta; sin embargo, pequeñas y medianas empresas necesitan contratar a trabajadores cualificados que más se adapten a sus necesidades, sin mirar sexo. Este es un problema real, para estos trabajadores es más difícil cumplir materia de oportunidades; sin embargo, el gobierno necesita imponer sin contar con los problemas reales de la sociedad. Todos somos válidos y todos queremos sentirnos exitosos en nuestros empleos sin sentirnos un relleno en el documento necesario para una empresa.
Por otro lado, actualmente la mujer no es libre en su totalidad de decidir si quiere trabajar o ser madre. Después de las bajas por maternidad esa progenitora necesita que alguien cuide a su hijo y desgraciadamente no siempre se tiene a un familiar o se puede acceder a una guardería pública. Aquí surgen problemas de desigualdad laboral y además también de aumentar las posibilidades del declive demográfico. Lugares como Galicia proponen casas nido en las que, para el desarrollo laboral de la madre, se hacen cargo de los descendientes en pequeños grupos de manera flexible y con garantías de seguridad y calidad. Esta iniciativa favorece el acceso al mercado laboral y la permanencia en el territorio. Este servicio de la comunidad es gratuito y dirigido a todas las familias. Esto no es más que parte de proyectos exitosos en las principales comunidades del país como Galicia o propuesta por la presidenta Díaz Ayuso en Madrid como proyecto de Igualdad.
Para finalizar esta reflexión que desde Nuevas Generaciones hemos deseado compartir, nos gustaría agradecer a NNGG Ciudad Real por ofrecernos la oportunidad de formarnos en su V Escuela de Formación “Paco Castillo” y Carmen Fúnez (ex presidenta de NNGG España y ex presidenta de Mujeres en Igualdad) por mostrarnos a todos los jóvenes la realidad actual de la mujer en España, las necesidades y problemas que todos, tanto trabajadores como contratadores, nos encontramos en el proceso burocrático en referencia a la “igualdad”. |