
Octubre, entre otras muchas cosas, es el mes de la concienciación de la muerte gestacional y neonatal. En concreto es el día 15 cuando se conmemora el día internacional de la muerte perinatal y neonatal. Esa muerte de la que nadie habla, que muchos callan y que causa un duelo con un profundo dolor silenciado. La muerte perinatal en nuestro país es aquella que se sucede desde la semana 28 de embarazo hasta los 7 primeros días de vida del bebé.
Es un día para visibilizar a los bebés que VIVIERON dentro de los vientres de sus mamás, o algunos incluso unas pocas horas o días fuera de él. Es un día para visibilizar esas pataditas o esos rápidos e intensos latidos del corazón de las ecografías, que de repente, dejan de sonar. Es un día para visibilizar a las mamás que han dado a luz a estos bebés, en cualquiera de las formas de parto…. Y posparto. Es un día para visibilizar que estas mamás en muchos casos son ingresadas en la planta de maternidad, escuchando llantos de bebés en la noche. Es un día para visibilizar que algunos hospitales disponen de protocolos en estos casos, y otros no, haciendo la experiencia más o menos humana y sensible. Es un día para visibilizar a los padres de esos bebés que salieron del hospital con las manos vacías y volvieron a casa a ver una cuna vacía. Es un día para visibilizar a los padres que no han tenido ni un solo día de baja por paternidad (esto era hasta hace unos meses así; ahora la ley ha cambiado para bien en este sentido…). Es un día para visibilizar a esos bebés que no se pueden registrar y cuyo nombre no se escribe en el Libro de Familia. Es un día para visibilizar a los bebés que son enterrados extrañamente bajo el nombre de su papá o mamá, y no con el suyo. Es un día para visibilizar a todos los familiares que con ilusión esperaba la llegada del bebé, y ya incluso le habían comprado algún regalo de bienvenida a su nieto, sobrino, etc. Es un día para visibilizar un test de embarazo “con dos rallitas”, una cartilla de maternidad y unas fotos de unas ecografías, guardadas en una caja de recuerdos. Es un día para visibilizar que la muerte es parte de la vida. Es un día para visibilizar a todos los bebés “estrella”. Es un día para visibilizar a todos los médicos de hospitales y de atención primaria, matronas, enfermeras, ginecólogos, y los profesionales de salud mental. Es un día para visibilizar a todos esas personas que no saben qué decir ni qué hacer para apoyar a esos padres, y perdonar sus meteduras de pata sin mala intención. Es un día para visibilizar a una sociedad poco preparada para estos casos, a pesar, de que suceden mucho más a menudo de lo que pensamos (o no pensamos). Es un día para sentir… lo que te apetezca sentir: tristeza, rabia, dolor, incomprensión…ante pregunta de si tienes hijos, o más hijos. Es un día para levantar la cabeza con orgullo y responder: “sí, tengo un hijo”, y luego dar o no más explicaciones (lo que te apetezca). Es un día para visibilizar las lágrimas silenciadas. Finalmente, es un día (como otro cualquiera) para visibilizar el amor eterno -más allá de la muerte - a mi hijo Alonso, nacido “muerto” tras 38 semanas de vida dentro de su mamá, porque… “Cada bebé nombrado es un bebé visible”. Y si conoces a alguien que ha pasado por esta experiencia, hazlo visible. |