Elena Gonzalez, artista multidisciplinar y trabajadora cultural. Inauguró el 13 de noviembre la exposición “El rapto de Helena” en la galería Montegrande, en la calle Victoria Subercaseaux 295, barrio Lastarria en Santiago de Chile.
Su área de investigación son los cruces entre arte, trauma y psicología, se trata de una obra de corte autobiográfico, como superviviente de abuso sexual infantil ocurrido en su pueblo natal, a manos de un monitor deportivo, toda la obra que ha producido los últimos años relata de alguna manera parte de todo ese proceso.
La obra "El rapto de Helena" comisariada por el curador y galerista de arte Marcos Cárdenas, es una revisión de la historia del arte con perspectiva de género, en ella podemos encontrar 11 pinturas en miniatura, que son fragmentos de pinturas clave de la historia del arte y donde se representan raptos, violaciones o forzamientos, perpetrados por hombres hacia mujeres.
Con esta serie de obras, la artista trata de evidenciar cómo estas pinturas tan relevantes para la historia, nos han educado estéticamente de alguna manera, logrando instalar un gusto escópico por este tipo de representaciones.
Estas obras pictóricas no son reproducciones literales, son fragmentos, reencuadres de las originales, esta decisión hace referencia a lo que le sucede a la memoria producto del trauma, no recordamos las escenas completas sino fragmentos y estos se recuerdan con mucho detalle, como si fueran fotografías. Los marcos de estas obras también están traumatizados, la artista cuenta que realizó una búsqueda por anticuarios, mercadillos, rastros para encontrar aquellos que le permitieran montar esta serie como un solo cuerpo de obras y que presentaran roturas, descascaramientos y oxidaciones.
La obra central es un video ensayo que instala el relato de la exposición, en el aparecen animadas a través de inteligencia artificial estas pinturas históricas, y donde gracias al movimiento que nos permite la tecnología generativa, podemos evidenciar la violencia subyacente a este tipo de imágenes tan importantes para cultura de la belleza.
La artista nos deja invitadas e invitados a conocer su obra, a reflexionar y cuestionar los relatos hegemónicos de la historia de la historia de las artes.