Campo de Criptana nos recibió ayer día nueve de marzo, con un día lleno de luz y calor. Rubén, guía de la Oficina de Turismo, nos trasladó al S. XV visitando los molinos, gigantes en la mente de D. Quijote, de este precioso pueblo manchego que consigue trasladarte en el tiempo totalmente. Visitamos en primer lugar "El Sardinero", molino que mantiene su maquinaria primitiva y aún en funcionamiento, los primeros domingos de mes. Toda una experiencia con más de quinientos años de historia. Seguidamente, visitamos una de las casas cuevas. Un silencio estruendoso te hace sentir vidas vividas allí. Curioso, el Molino dedicado a Sara Montiel con una vida de película y por supuesto, en nuestra memoria observar los diez molinos al viento...todo un placer visual y sensorial.
También visitamos el Museo Eloy Tena, dedicado a tres artesanos de Campo de Criptana con una visita muy agradable y recomendada para niños y mayores, donde a través de tres salas se pueden disfrutar de los trabajos de tres artistas, en diferentes modalidades: carpintería y marquetería, escultura y alambre.
Y finalizada nuestra visita cultural, dimos paso a la visita gastronómica...Destino: Restaurante Las Musas. Menú degustación y de guinda final presentación de nuestro ya más que viajero libro "En un lugar de la cocina"... Otro pasito más para los 2.000!!!