El Molino de las Tradiciones se ha convertido este jueves 1 de noviembre, festividad de Todos los Santos, en el perfecto escenario para celebrar la Noche de Finaos, una de nuestras tradiciones más antiguas en la que los muertos andan por los tejaos. De la mano de la asociación de folclore Raigambre, por quinto año consecutivo, se han rescatado aquellas historias de miedo o de crímenes de la época que se contaban en torno a la lumbre o a una mesa camilla. Historias donde los muertos eran los protagonistas y donde se decía a los más pequeños que no comieran gachas esa noche porque los muertos las removían con los dedos.
Además, en la puerta ha estado un año más la Hermandad del Pecado Mortal con su farol y campanilla pidiendo por las ánimas del purgatorio.
Igualmente, Raigambre ha ofrecido a primera hora de la tarde un cuentacuentos para los más pequeños de la casa en torno a estas historias y tradiciones como 'Las Asaúras del Muerto'.