viernes, 29 de marzo de 2024, 05:41

​Daniel Marín: “Valdepeñas era una población que siempre se quejaba de su papel secundario en la historia del ferrocarril”

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La historia del ferrocarril en la provincia de Ciudad Real y más en concreto en la comarca de Valdepeñas no tiene secretos para él. Y es que el valdepeñero Daniel Marín, licenciado en Historia, es especialista en este ámbito, ha ofrecido numerosas conferencias sobre este tema y todo ello se completa ahora con la publicación de su libro ‘El ferrocarril en la provincia de Ciudad Real. Estaciones, líneas y proyectos’ que viene a reunir todo lo que ha ocurrido a lo largo de la historia desde que el ferrocarril llegara a las localidades de la provincia, como es el caso de Valdepeñas donde, si bien la llegada del tren fue un revulsivo para el comercio del vino, no se supo aprovechar del todo y con el paso de los años las instalaciones y el servicio ferroviario en la localidad han venido a menos. Es lo que nos cuenta Daniel Marín en esta entrevista.


¿Por qué has mostrado siempre tanto interés por la historia del ferrocarril?


Porque siempre he pensado que era un campo por investigar. La historia del ferrocarril de Valdepeñas y Santa Cruz no estaba investigado y todo surgió a raíz de un trabajo de historia contemporánea de España que había que hacer cuando estuve estudiando en la UNED. Empecé a estudiar el ferrocarril en Santa Cruz y a partir de ahí empecé a apasionarme por este mundo.


¿Cómo surgió publicar el libro?


El libro fue el resultado de un curso de Doctorado que llevé a cabo. Lo terminé en 2012 y desde entonces estaba buscando medios para sacarlo a la luz para que la gente conociera las características de las estaciones de Valdepeñas y la comarca. Surgió la oportunidad con Ediciones C&G, que es la editorial que lo ha publicado. Aunque ha sido un camino bastante largo, al final ha visto la luz. Lo presenté a un concurso de esta misma editorial, no lo gané, pero el propietario de la editorial quedó bastante satisfecho con mi trabajo y por eso ha salido a la luz en forma de libro.


¿Qué podemos encontrar en este libro?


Lo que encontramos es el desarrollo del ferrocarril en Valdepeñas y en su comarca. Hay un capítulo introductorio donde hablo del ferrocarril en nuestro país, porque creo que es necesario que la gente conozca un poco más la historia de los caminos de hierro. Luego hago una pequeña reflexión sobre el ferrocarril en Castilla-La Mancha y ya hablo de la estación de Valdepeñas, que es la que hoy en día podemos usar, la famosa del Trenillo y también hago referencia a la de Santa Cruz de Mudela y a las líneas que, tomando a Valdepeñas como referencia, luego al final no vieron la luz, como la Valdepeñas-Albacete o la de Santa Cruz de Mudela-Villanueva de los Infantes. Al final, hago un capítulo de conclusiones donde, como todos los amantes del ferrocarril, defiendo la necesidad de proteger ese patrimonio ya que es interesante que al menos algo quede para las generaciones futuras.


¿Qué se puede destacar de la historia del ferrocarril en la comarca de Valdepeñas?


Yo destacaría que fue una innovación que llegó con prontitud y que llegó casi por milagro o error porque no era algo que estuviera planificado por la compañía de Zaragoza-Madrid-Alicante, que fue la que explotó el viario entre Madrid y Andalucía pasando por Ciudad Real. También se supo aprovechar al máximo en cuanto a la exportación de vinos y de otro tipo de productos para crecer económicamente pero no se aprovechó del todo. No fue el ferrocarril ese estímulo comercializador que pudo haber convertido a Valdepeñas y a Santa Cruz de Mudela en un tipo de núcleos aún más industrializados y eso se puede considerar como una oportunidad perdida. En cualquier caso, es verdad que Valdepeñas se benefició del tren. A la vista están las grandes instalaciones ferroviarias que se llegaron a construir, tanto en Valdepeñas como en Santa Cruz.


¿Qué papel jugó Valdepeñas en la historia del ferrocarril?


Lo cierto y verdad es que Valdepeñas era una población que siempre se quejaba de su papel secundario dentro de la historia del ferrocarril. Los valdepeñeros históricamente siempre se compararon en el tema ferroviario con Alcázar de San Juan por ser el núcleo ferroviario por excelencia, Manzanares por tener la conexión con Ciudad Real y con Santa Cruz porque allí estaba la reserva de máquinas, que era necesaria en los tiempos del vapor para cruzar Despeñaperros. 


Por ello, en Valdepeñas siempre hubo un sabor agridulce porque por un lado se aprovechaban de los trenes de mercancías para el mercado del vino pero por otro lado la gente siempre sentía que la estación era poca cosa. Siempre estuvo ahí esa historia de amor-odio con el tema del tren. Y es verdad que Valdepeñas tuvo unas buenas instalaciones, una estación de segunda clase importante, pero no llegó a tener esa importancia que tuvo por ejemplo Santa Cruz de Mudela y eso quedó en el ánimo de los valdepeñeros como una espinita. En cualquier caso, Valdepeñas fue importante porque el dinero que se pagaba en impuestos a la hora de comercializar el vino era importante y eso para la compañía ferroviaria le venía bastante bien a nivel de ingresos.


¿Cómo ves que la estación de Valdepeñas haya venido a menos con los años?


Es una situación que a mí personalmente me duele bastante. Hoy en día los muelles están totalmente cerrados e imagino que se terminarán desmantelando con el paso del tiempo. Y los planes ferroviarios de medio plazo no son nada halagüeños con Valdepeñas. Ya han aparecido las primeras máquinas en el andén para comprarse los billetes por uno mismo e imagino que eso no va a tener una buena solución ni un buen final. Temo que antes o después la estación de Valdepeñas, como muchas del entorno, se verá cerrada porque hoy en día los planes están enfocados a la máxima rentabilidad productiva de las estaciones de ferrocarril y todo lo que no sea rentabilidad estorba. Así que me temo que la estación de Valdepeñas correrá mala suerte porque los planes ferroviarios de alta velocidad española por nuestra zona no tienen mucha predicación. Espero equivocarme pero el futuro que le veo a la estación no es nada halagüeño.


¿Qué anécdotas destacarías de la historia del ferrocarril en la comarca?


Con respecto a las anécdotas del Trenillo no mencionaré ninguna porque son conocidas por todos, pero sí con respecto a la estación DMZA sí hay algunas anécdotas curiosas como por ejemplo que algunos bodegueros hacían trampa a la hora de mandar el vino a Madrid. Habilitaban una serie de vagones para hacer dos pisos, algo que la compañía no sabía, y ellos sólo declaraban el vino que cargaban en el piso de abajo. En el piso de arriba, como no existía, no lo declaraban. Así que enviaban el doble de portes por la mitad de dinero. Además, por ejemplo, cuando se creó la actual estación de Valdepeñas, la antigua estación se había quedado obsoleta y estaban las ventanas rotas, la sala de espera estaba en un estado lamentable, y los políticos de Valdepeñas de entonces se quejaban a la compañía diciendo que allí se metían vagabundos, que hacían pintadas, que la gente orinaba dentro, y que el pueblo no se servía de la estación, sino que era la estación la que se servía del pueblo. Y algo de verdad tenía que haber porque los periódicos hacían mucha sátira sobre ello. UN periódico valdepeñero que se titulaba ‘Un hombre misterioso de X’ a principios del siglo XX publicaba una serie de cantares hablando de la pereza de los jefes de estación de Valdepeñas, que no estaban en su sitio a la hora determinada, que había que estar esperándolos,… Con lo cual, es verdad que hay una serie de anécdotas curiosas con respecto a la estación.


¿Dónde se puede adquirir el libro?


Está disponible en latiendadeloslibros.es y también lo pueden comprar a través de la UNED o en las librerías de Valdepeñas.